viernes, 31 de octubre de 2008

Quantum of Solace


Hoy es viernes, glorioso día de estreno. El asunto, al menos en Murcia, anda bastante discretillo esta semana. Nos llega, por un lado "Sólo quiero caminar", la última película de Agustín Díaz Yanes después de haber filmado ese pestiño insoportable que atiende al nombre de "Alatriste" por lo que ganas, ganas, lo que se dicen ganas de verla, tengo más bien pocas y eso que la película parece que regresa a los -magníficos- orígenes de Díaz Yanes con "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto". De lo demás..., pues eso, nueva imbecilidad de sub-cine de soplapolleces con "Disaster Movie", tontería más o menos simpatiquilla al servicio de Will Ferrer con "Hermanos por pelotas", superproducción americana camuflada de co-producción asiática dirigida por Roger Spottiswoode ("El mañana nunca muere"), con el exótico título de "Los niños de Hang Shi", que tiene pinta, antes de su estreno, de ser un film con insuflas de Oscar que se ha desinflado antes de estrenarse y esta si, "La boda de Rachel", el esperado regreso de Jonathan Demme ("El silencio de los corderos") con un film de corte independiente una vez ha admitido públicamente, su desinterés por las grandes producciones de Hollywood.

Pero hoy, en buena parte del mundo, también se estrena otro film que ya está dando mucho de que hablar, "Quantum of Solace" (que por lo visto nadie se ha atrevido a traducir y que tiene toda la pinta, termine estrenándose con su título en inglés), como todos los que no hayan estado estos últimos meses en Marte sabrán, la última aventura de James Bond. Y es que, cada vez que se estrena un nuevo film de 007, los comentarios previos suelen ser similares, que si el actor que en ese momento encarné a Bond lleva camino de convertirse en el mejor Bond de la serie, que si el personaje es más humanizado, que si todo esto se ha hecho sin obviar persecuciones y espectaculares escenas de acción, que si la chica Bond esto y aquello, en fin...

Por lo visto "Quantum of Solace" no es una excepción y aquí están las, más que rumores, afirmaciones de que si, de que este Bond es otra cosa. Desde luego, de entrada, hay una novedad significativa y es que esta película es una continuación dramática de la anterior "Casino Royale". Como sabrán, las películas de 007 rara vez tienen conexiones entre si, tratándose de episodios aislados con escasa conexiones, pero aquí no, aquí se trata de hecho de la venganza a sangre fría que Bond llevará a cabo tras la muerte de su amada en "Casino Royale". Así las cosas, se ha insistido también mucho últimamente en que en esta ocasión, el personaje de Bond será mucho más ambiguo, más abstracto, hasta el extremo de que uno nunca tiene del todo claro si está ante un héroe o un villano. Interesante, no cabe duda.

Para orquesta semejante propuesta está el director Marc Foster, un hombre muy bien considerado en general pero que a un servidor, le gusta más bien poco. No me gusta como filma y aunque sus historias son ciertamente interesantes o como mínimo, prometedoras, me parece un cineasta bastante descafeinado para lo que se ha venido diciendo de él últimamente. De lo que no cabe ninguna duda desde luego, es que se trata de una propuesta insólita. Por lo general, los directores que se han enfrentado a un Bond han sido cineastas forjados en el cine de acción y suspense y a grandes rasgos, gente sin demasiadas inquietudes dispuesta a venderse al mejor postor por un vaso etrusco. Pero con Foster el asunto es distinto. El director de "Más extraño que la ficción" asegura que no le interesan este tipo de películas y que accedió a dirigir "Quantum of Solace" porque el personaje de Bond presentaba matices muy interesantes para un director como él. De modo que dada esta combinación, a lo mejor es verdad, y en esta ocasión nos encontramos con un Bond decididamente distinto.

Pese a todo, tanto Foster como el propio Daniel Craig han insistido, que nadie se asuste, que Bond seguirá teniendo chica (la bellísima ucraniana Olga Kurylenko) y habrán escenas de acción suficientes como para que todos estén contentos. A mi, lo que más preocupa de un Bond no es tanto si el personaje es más o menos humanos, más o menos ambiguo, más o menos romántico, lo que a mi preocupa es que los responsables de 007 hagan por fin, una película redonda. Por lo general, una triste -aunque no dramática- característica de las películas de James Bond es su -al parecer- inevitable vaivén de ritmo. Siempre llega un momento en el que flojean, siempre hay saltos de interés, parece que la cosa, no hay forma de redondearla. Sólo voy a poner un ejemplo y además, bastante gráfico. La última media hora de "Casino Royale" es un pegote injusto para un film que andaba ciertamente equilibrado. A ver si ahora con Foster, el asunto, se iguala un poco más.

jueves, 30 de octubre de 2008

Marte invade la Tierra


"Hoy sabemos que en los primeros años del siglo XX nuestro mundo estaba siendo observado por unos seres más inteligentes que el hombre y sin embargo, igual de letales".

De este modo, hace hoy, 70 años, daba comienzo una de las emisiones radiofónicas más famosas del mundo. Un jovencísimo Orson Welles (en la imagen) ponía a Estados Unidos patas arriba con la retransmisión de la celebérrima obra de H.G. Wells, "La guerra de los mundos". Hoy parece que la reacción de los americanos se ha venido mitificando con el tiempo y que tal vez, no fueron millones los que salieron despavoridos de sus casas convencidos de que extraterrestres de Marte estaban invadiendo el planeta. Es más posible que fueran miles, no obstante, sigue siendo mucha gente. Después de aquello, Orson Welles recibió lo más parecido a un cheque en blanco en el Hollywood de los años 30. Tanteó lanzarse a la dirección con una adaptación de "El corazón de las tinieblas" de Joseph Conrad, pero al final se decantó por "Ciudadano Kane". El resto, el resto es historia. Una parte gloriosa de la historia del cine...

Ya han pasado 70 años de aquello, y la novela de Wells tiene más de 100 años (fue publicada en 1898) y su estado de salud, no puede ser mejor. Hace muy poco, el propio Steven Spielberg filmó la que hasta la fecha es la última adaptación de la obra de Wells, "La guerra de los mundos" (2005) con Tom Cruise, un film bastante más encomiable de lo que se dijo en su día, fundamentalmente por los retractores de Spielberg y los que odian a Tom Cruise, que juntos, son unos cuantos.

Pero sin duda la más popular es la versión de 1953, "La guerra de los mundos" de Byron Haskin. Producida en plena psicosis comunista, el film de Haskin es un modelo del tipo de cine que entusiasmaba, y aterraba, a la sociedad norteamericana de aquellos años. Con un efectos especiales insólitos para la época y alterando sensiblemente la obra de Wells, Haskin consiguió en cambio, magnificar la novela original. Probablemente, la alteración más visible sea la de los propios vehículos de los extraterrestres, en la obra de Wells, aparatos con tres largos tentáculos (descripción respetada por el film de Spielberg) y en el film de Haskin, platillos con un visor en forma de periscopio por donde lanzaba letales rayos. El cambio no vino mal al conjunto. Por aquellos años la paranoia a una invasión extraterrestre había disparado los avistamientos de OVNIs, y la creencia popular tenía mucho más asentada la idea de una nave extraterrestre en la figura de un platillo volante.

Y todo sin contar un buen número de telefilmes o películas de segunda apoyadas en la novela de Wells, y no vamos a contar ya, la de innumerables largometrajes que se han inspirado de una forma u otra en el universo que H.G. Wells creó en 1898 ("Señales", "Independence Day"...). Como excelente señal de que Wells sigue vivo, sus extraterrestres también, y la mítica retransmisión del director de "Sed de mal también", hoy Radio 3 propone una experiencia apasionante. Un calco en castellano de la retransmisión de Welles a las 9 de esta noche. Así que ya sabe, que nadie coja el coche y salga disparado pensando que los extraterrestres invadirán la Tierra esta noche. Están avisados, aunque si fuera un alien, ¿qué mejor momento que esta noche para invadir el planeta Tierra?....

Radio 3 a las 21 horas.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Sharon Stone. Tan guapa y con tan poco ojo


Es una cuestión que me lleva rondando la cabeza un tiempo. Esos actores o actrices, estrellas rutilantes e indiscutibles del firmamento de Hollywood y que si nos paramos a pensarlo, tienen un único éxito en su filmografía. Dos a lo sumo. Un buen ejemplo de esto es sin duda, Sharon Stone. De sus inicios, ni ella misma quiere oír hablar. Cuentan que era tan engreída y estúpida (a lo mejor este ha sido el problema de fondo) que algunos miembros del equipo técnico de "Las mimas del Rey Salomón" se orinaron en más de una ocasión en su plato. Pero imbécil o no, yo no lo se, no cabe duda que Sharon Stone le debe todo lo que es a un hombre, Paul Verhoeven. El director holandés la fichó para "Desafió total", su primer acercamiento verdaderamente prometedor al gran público, y de allí, dio el salto al que sería (y sigue siendo) su papel protagonista más celebrado, el de Catherin Tramell en "Instinto básico" gracias entre otras cosas, al cruce de piernas más famoso de la historia del cine. Ahora bien, a partir de aquí...

Stone pecó de su propio éxito y se apuntó a una espantosísima película de Phillip Noyce irrisoriamente tórrida titulada "Sliver. Acosada". Espantosa. Rodó un drama amoroso bastante insoportable junto a Richard Gere titulado "Intersection". Acompañó con minifalda a Sylvester Stallone en una de las peores películas de su forzudo protagonista, "El especialista". Abanderó una arriesgadísima propuesta ofreciéndole un western imposible a Sam Raimi con "Rápida y mortal". Tuvo un momento de cordura al sumarse al reparto de "Casino" de Martin Scorsese, pero esta es la excepción que confirma la regla. "Las diabólicas" fue ignorada por el público y machacada por la crítica, "Encerrada" provocó vergüenza ajena, "Esfera" fue lo más próximo que Stone estuvo de un nuevo éxito, pero al final el asunto se quedó en agua de borrajas.

El remake de "Gloria" no le hizo gracia nadie por más que Sidney Lumet estuviera detrás de la cámara. "La musa" tuvo su gracia, pero nada particularmente espectacular. "Simpatico" ni me suena. "Cachitos picantes" hacía ruborizarse al más pintado, "Beautiful Joe" pasó absolutamente desapercibida, "La casa" no gustó absolutamente a nadie, "Catwoman" es recordada por ser el más lamentable de los estrenos hollywoodienses de su director galo de escueto nombre Pitof. Después la Stone comenzó a frecuentar de forma ocasional la televisión (mala señal) y ha incorporar su bellaza a títulos independientes que no destacaron en nada en concreto hasta que harta de comerse lo mocos (perdón por la expresión), saca adelante un proyecto largamente acariciado y esperado, "Instinto básico 2", sólo que lo hace sin Michael Douglas, sin Paul Verhoeven y sin Joe Eszterhas. Yo, ni la he visto y como yo, creo que hay unos cuantos.

Desde entonces la Stone, quizá no se cotice como Nicole Kidman pero nadie pone en duda su estrellato. Cosa curiosa. Entiendo que su belleza deslumbre al más pintado, a mi el primero, pero sus películas hace tiempo, mucho tiempo que dejaron de interesar a los aficionados al cine, de modo que tal vez, no nos hayamos dado cuenta, de que Sharon Stone, ya no es una estrella.

De momento, Stone promete una de cal y otra de arena, al menos, a priori. Una película de acción con Val Kilmer (otro de capa caída hace tiempo) y Michale Biehn (uno que nunca terminó de levantar el vuelo) y, está si parece que vaya a funcionar mejor, "Dirty Tricks", con Brad Pitt, lo que siempre es garantía de éxito (hasta nuevo aviso), aunque su director sea Ryan Murphy, muy conocido en su casa a la hora de comer a la espera de ver su próxima película, una insólita comedia biográfica titulada "Alfred Hitchcock and the Making of Psycho " en la que Anthony Hopkins interpretará a..., Alfred Hitchock. Apetitosa, ¿no?

martes, 28 de octubre de 2008

Kevin Smith


El mundo de la crítica lo recibió con los brazos abiertos. "Clercks", de Kevin Smith, un film pequeñito rodado en blanco y negro con cuatro duros y otros tantos gatos, combulsionó la industria del cine independiente. El milagro, aún existia. Corría el año 1994, el mismo año que se estrenó "Pulp Fiction", el cine independiente aún podía organizar tanto revuelo o más que en 1989 cuando se estrenó "Sexo, mentiras y cintas de vídeo" o en 1992 cuando Robert Rodriguez lanzó su adrenalítica "El mariachi". Aún había vida bajo los pilares de las majors de Hollywood.


El entusiasmo con Kevin Smith se fue diluyendo muy rápidamente, en cuando el mundo se percató de que a Smith parecía interesarle más pasárselo bien en un rodaje que filmar una buena película. "Mallrats", su siguiente largometraje parecía confirmar esta idea. Que en 1997 Smith estrenará la ejemplar "Persiguiendo a Amy", no pareció sorprender a demasiada gente, salvo a un servidor, que nunca terminé de entender la genialidad de "Clercks" hasta que vi "Persiguiendo a Amy" y entonces, revisé la ópera primera de Smith. "Dogma" no hizo por clarificar las cosas y menos aún el hilarante divertimento de dimensiones descacharrantes "Bob y Jay el silencioso contraatacan" (lo que nos pudimos reír en aquel glorioso Maratón...).


A partir de este momento, todos esperaban que Smith se pusiera serio, al fin y al cabo, el mismo director reconoció que aquella película no era más que una sentida despedida a esos dos particulares personajes. Pero no fue así. Primero porque Smith sorprendió a medio mundo con la bondadosa "Jersey Girl", un relato demasiado sensiblero para un terrorista del cine como Smith. La película estaba muy bien, pero primero, nadie quiso verlo así. Y en segundo lugar porque tan sólo dos años después de esta Smith retomaría, no sólo a Jay y Bob el silencioso, sino a toda la pandilla de su ópera prima en una secuela de ésta, "Clrecks 2". Smith estaba acabado, pensaron muchos, cuando el director de "Dogma" tenía que echar mano de viejas fórmulas para seguir en el candelero.


Pues bien, ahora Kevin Smith vuelve a demostrar que le importa un bledo lo que digan de él, que lo suyo es escribir buenos guiones con propuestas hilarantes y que además, sabe como llamar la atención. Su inminente película atiende al explícito título de "Zack y Miri hacen una porno"..., ahí es nada. Dicen que los hermanos Weinstein (algún día hablaré de ellos, cosa fina...) accedieron a producirla sólo por el título. Conociendo a Smith , seguro que la película es un disparate, aunque a estas alturas también sabemos que el director de "Clercks", tiene su corazoncito...

lunes, 27 de octubre de 2008

John Cleese. 69 disparatados años


Seguramente, John Cleese ya haya hecho una docena de chistes a costa de los años que acaba de cumplir. 69 primaveras. Tela marinera. Pero el caso es que el hombre, sigue trabajando sin parar. Actualmente rueda (o mejor), graba su voz para un largometraje de animación, "Planeta 51" e interviene además en la película "The Day the Earth Stood Still", ya saben, en peligrosísimo remake que estos días ultima Scott Derrinckson sobre el clásico de Robert Wise "Ultimatun a la Tierra". Además, en nuestro país, tiene pendiente de estreno "La Pantera Rosa 2" y el film de animación "Igor". Y recientemente ha intervenido en "Shreck Tercero", "La red de Charlotte" y "Valiant" entre otras. Por si fuera poco, fue el añadido más simpático, divertido y, al menos en mi caso, más esperado de las aventuras de Pierce Brosnan como agente 007 en las cuatro películas que protagonizó, enfrascado en la piel de Q.

Cleese, desde que se descompusiera el mítico grupo cómico Monty Python no ha dejado de trabajar. Sus intervenciones en películas de mejor o peor calidad, siempre es, sin excepción, un soplo de aire fresco al producto final, al menos, mientras Cleese está en pantalle. El actor británico es capaz de comerse con patatas a quien le pongas al lado, incluso, cuando interpreta un papel dramático, como dejó diametralmente claro en "Frankenstein de Mary Shelley" donde interpretaba al enigmático profesor Waldman. Recuerdo que cuando vi la película de Kenneth Branagh yo tenía aún 18 ingenuos años. Yo fui, y siguo siendo, uno de los pocos en el universo conocido que defiende esa película. Recuerdo que en uno de los habituales makings off que salen como champiñones cuando una superproducción se estrena, escuche a John Cleese decir que quizá, había gente que le iba a costar trabajo verlo en ese papel tan misterioso en el film de Branagh, gente acostumbrada, decía Clesse, "a esbozar una sonrisa cuando sólo me ve". A mi aquello me llamó la atención. Yo aún era muy joven y aunque había odio hablar de los Monty Python, e incluso es probable, que ya hubiera visto "La vida de Brian", pero lo cierto es que por aquel entonces no asocié a Cleese con aquel mítico grupo inglés.

Los años seguían pasando y recuerdo que entonces me tropecé a Cleese en "Silverado" y diije, ¡coño! el de Frankenstein. Ya empezaba a tener unos años y había que empezar a cubrir ciertas lagunas. Me puse manos a la obra y empecé a seguirle la pista a John Cleese, no tardé en darme de bruces con los Monty Python y con sus descacharrantes películas. Entonces, me di cuenta de que en efecto, ya había visto "La vida de Brian" pero también "El sentido de la vida", una oscura noche de sábado con 14 ó 15 años en tve.

Desde entonces entiendo porque la gente esboza una sonrisa cuando ve la cara de John Cleese. A mi me pasa. Pero su papel en "Frankenstein" sigue siendo portentoso y una arriesgadísima apuesta por el no siempre justamente valorado Kenneth Branagh. Pero lo cierto es que Clesse lleva 69 años haciéndole reír a la gente. Por sus ocurrencias, por sus gestos, por sus andares... Para el recuerdo de muchos seguro, quedará grabada "Un pez llamado Wanda" sin duda, pero yo también reivindico con fuerza "Criaturas feroces" y no porque sea mejor películas (que no lo es), sino porque disfrutamos de más tiempo con John Cleese en pantalla.

Sinceramente, felicidades John... que cumplas muchos más aunque eso si..., siempre delante de una cámara. De modo que aquí os dejo una instantanea de Cleese haciendo el ganso que es probablmente, como a él le gustará que siempre sea recordado.

John Landis


Voy a contar un espisodio bastante insólito y trágico. Se trata de la muerte de un especialista de cine fruto de un accidente de helicóptero que fue recogido por una cámara de cine. Este dramático accidente, además de acabar con la vida de tres personas (un actor y dos niños asiáticos), afectó de forma crucial a la posterior carrera de su director, John Landis, a quien, nada menos que Steven Spielberg, aseguran los enterados del asunto, le dio la espalda sin más. Os cuento.
Corría el año 1983 y John Landis era un director de éxito. Había logrado destacar con un film, a priori tan poco destacable como "Desmadre a la americana", configuró junto a sus amigos Dan Aykroid y John Belushi todo un icono de la cultura de los 80, los Blues Brother, con la película "The Blues Brother" (titulada aquí "Granujas a todo ritmo"...), consiguió un sonoro éxito removiendo algún que otro pilar del cine de terror con la notable "Un hombre lobo americano en Londres" e inauguró las bases de la comedia ochentera norteamericana con "Entre pillos anda el juego". Landis, en suma, era un tio con suerte, Había hecho migas con Steven Spielberg a quien por cierto, podemos ver en una de sus pocas incursiones en la interpretación al final de "The Blues Brother", y el director de "E.T." recurrió a Landis para que dirigiera el -formidable- prólogo de "En los límites de la realidad" y uno de sus espisodios.
El episodio de Landis era el primero, aquel en el que un hombre, Bill Connor (Vic Morrow), ponía de manifiesto sus desfasadas ideas racistas y por un capricho del espacio tiempo, Connor era llevado a algunos de los momentos más significativos de descriminación racial con él como principal objeto del deseo de racistas y xenófobos de casi toda la historia del hombre (el nazismo, el Ku Klux Klan...) En uno de esos viajes inesperados, Connor cae en Vietnam y llegado cierto momento libera a un par de niños asiáticos de una carcel de los vietnamitas.
Aquel día, curiosamente, era el último día de rodaje. Morrow tenía todo su personaje ya filmado y en ese momento, el equipo de Landis se disponía a rodar la última escena de la película. Según el guión, Morrow debía correr por un lago con los dos niños en brazos mientras un helicóptero los amenazaba a pocos metros de altura. Cuando el equipo se puso a rodar, el helicóptero se elevó, Morrow comenzó a correr por el lago con los dos niños en sus brazos y entonces, algó que no debería haber pasado, pasó. El helicóptero se desestabilizó y cayó al lago con tan mala fortuna que sus aspas cortaron la cabeza de Morrow y de uno de los niños. El otro niño falleció bajo los restos del fuselaje que se precepitaron al vacio.
Cuentan las malas lenguas que Spielberg se enteró de madrugada, a través de una llamada de teléfono. El director de "Tiburón" era el principal responsable e insitgador de "En los límites de la realidad", pero según parece, Spielberg dio la espalda a Landis, no intervino ni medió en absoluto, se mantuvo completamente al margen y llegado el momento de pedir responsabilidades, John Landis fue el único que terminó sentado en el banquillo de los acusados. Finalmente, el jurado encontró a Landis inocente.
Pero al asunto no terminó aquí. Desde entonces Landis ha arrastrado aquel accidente en forma de depresiones, sedantes y diferentes litigios. Al parecer, Spielberg y Landis dejaron de hablarse a partir de ese momento. Y no me extraña. Spilbergo no le cogía el teléfono a Landis y lo evitaba a toda costa. A partir de ese momento la carrera de Landis no fue la misma y las leyes para rodar con menores y las medidas de seguridad cuando hay un helicóptero en un set de rodaje, se alteraron de forma considerable.
Al año siguiente John Landis rodó "Cuando llega la noche". Con Jeff Goldblum y Michelle Pfeiffer. Pese a sus dos estrellas y a lo simpática de la producción (una especia de "Jo, que noche" descafeinada), el film pasó complatmente desapercibido hasta el punto de que aún hoy, pocos saben de su existencia. En 1985 Landis insistió en la comedia americana propia de los 80 con la desternillante "Espias como nosotros", que le empujó en 1986, a filmar otra propuesta muy similar, la no menos descacharrante "Los tres amigos". Con "El príncipe de Zamunda" Landis consiguió hacerse con un discreto lugar en el mundo de la comedia descafeinada. No había una palabra más alta que otra y sus rodajes, por lo general, no eran particularmente caros ni complejos. Parecía que Landis podía empezar a hacer otras cosas y arriesgarse un poco.
En 1991 John Landis rueda una de sus mejores y más injustamente infravolaradas películas, "Oscar". La pesada sombra de su protagonista, Sylvester Stallone, y su estrctura clásica propia de una comedia de enredo despistó a más de uno y la película fracasó. En 1992 Landis demostraría que ya no era el mismo. Regresó al cine de terror que tanto éxito le dio con la mediocre (aunque simpática, y es que todo lo que hace Landis, al menos para mi, es como poco, simpático) "Sangre fresca". Accedió a rodar "Superdetective en Hollywood III", con su amigo Eddie Murphy (en muchos sentidos, la mejor de las tres) y en 1996 se atrevío con una verdadera temeridad, "La familia Stupid", una osadia conceptual, cultural, y dramática de dificil digestión para el público. El film, volvió a fracasar. Landis, no tenía un éxito desde "El principe de Zamunda" y ya habían pasado diez años.
Fue entonces cuando el director de "Oscar", hizo otro intento de retomar sus éxitos del pasado y filmó "Blues Brother 2000". La película es muy mala pero porque no tiene ni pies ni cabeza. Todo es una excusa para sus -estupendos- números músicales. También fracasó. En 1998 John Landis rodaría "El plan de Susan", un nuevo fracaso, hasta tal punto, que a España llegó directamente en DVD. Yo la he visto. Es muy floja.
Desde entonces John Landis lleva casi una década rodando documentales y refugiado en la televisión donde ha rodado dos -y apreciables- episodios de la serie "Master of Horror", "Extraño instinto animal" y "Family". Dos amagos de buen cine de un director cinéfago por naturaleza, profundamente intrascendente pero también, vocacionalmente divertido. Su seriedad es siempre la justa y siempre, repleta de buen humor, pese a su trágico devenir. Ahora prepara una nueva película, "Epic Proportions", prevista para el 2010, donde dos hermanos en pleno Crack del 29 entran a trabajar en el cine, concretamente, en una película sobre las plagas bíblicas... (yo no se a ustedes, pero a mi con está película me llega un tufillo similar al de "Los tres amigos")
Mi más sincera y profunda suerte para un director, que en mi opinión se la merece y que además, tiene más virtudes de las que en un principio se puedan deducir, creo yo. Su vida se ha visto marcada por la tregedia, en un punto de inflexión del que además, perduran las imágenes de la dramática muerte de Morrow y dos niños más. Este es el vídeo de la muerte de Morrow y los dos niños con los que trabajaba.

viernes, 24 de octubre de 2008

Brad Anderson bajo cero


Hoy es viernes, glorioso día de estreno. Y hoy, quiero hablar de "Transsiberian" del cineasta norteamericano afincado en España, Brad Anderson. Lo de este hombre es un caso ciertamente curioso. Se dio a conocer con la espléndida "Session 9", uno de los mejores films de terror de lo que llevamos de siglo XXI. Aquella, era una película pequeña, filmada con cámara digital, asentada en propuestas del estilo de "La casa encantada" o "El resplandor" pero situando en lugar de una vieja mansión o un hotel, un hospital psiquiátrico abandonado. Yo diría incluso, que "Session 9" iba más allá y planteaba una interesantísima variante del cine de fantasmas arraigada al espíritu de las personas. Yo habitó en enfermos y en los débiles dice el "fantasma" Simon en su lapidaria frase final. Genial.

Llegó entonces a España donde conoció a Julio Fernández, el principal artífice de que en España se haga buen cine fantástico a través de Filmax y le ofreció a Anderson la posibilidad de rodar en Barcelona como si se tratase de Nueva York (como lo leen). Y así fue. "El maquinista" es probablemente una de las películas, no más extrañas, pero si con una de las atmósfera más enrarecidas que recuerde. Un auténtico descenso a los infiernos de la mano de un condenado a desaparecer (un escuálido Christian Bale).

Entre una cosa y otra, Anderson hizo una escapada a Estados Unidos para dirigir un episodio de la serie "Master of Horror" (en realidad ha trabajado en cuatro o cinco series más) con un curiosísimo film "Sounds Like", la historia de un hombre que no puede convivir con un insólito don que dios le ha dado, es capaz de escuchar el más mínimo de los ruidos, por lo que ante situaciones absolutamente banales el protagonista sufre verdaderos ataques de historia al no poder soporta semejante estruendo.

Ahora Anderson ha decidido volver a España y su idea inicial, es quedarse hasta nuevo aviso. Asegura que en Europa los ejecutivos de los estudios son menos metomentodo, no exigen tantas alteraciones en el guión y si que permiten las ambigüedades en una película. Es por esta razón que Bran Anderson decidiera rodar en España "Transsiberian", un film de suspense que dicen, linda con el terror, pero que sospecho, se aleja bastante de las anteriores propuestas de Anderson, aunque mantenga ese gusto y esa habilidad que el director tiene por malear los espacios, en este caso, un tren. Woody Harrelson, Eduardo Noriega y Ben Kingsley son algunos de los protagonista de este, a priori, interesantísimo film que un servidor, lleva esperando un año entero. Yo, no me la pienso perder.

jueves, 23 de octubre de 2008

Guy Maddin


Había odio hablar mucho y muy bien, del cineasta Guy Maddin, pero el hecho de que algunos sectores lo llamaran el David Lynch canadiense me daba un poco de miedo. Los directores que van por el mundo jactándose de lo radicales que son y encima, son aplaudidos son un motivo más que consistente para acercarse a ellos con mucha prudencia. Pero el caso es que había una película de Guy Maddin que me interesaba especialmente, "Dracula. Pages from a Virgins´s Diary". Tenía entendido que esta película era una cosa bastante extraña, algo así como un musical mudo. Obviamente yo pensé, "¿y eso, cómo se come?.

La historia es la siguiente. Por lo visto el señor Maddin es un tipo enamorado del cine mudo, razón por la que buena parte de su cine está articulado en función a esa estética. Esto no significa que las películas del realizador canadiense sean estrictamente mudas, pero si que conservan su presencia visual, su esencia, sus tonos y sus contrastes. Pero es que además, este "Dracula. Pages from a Virgin´s Diary" está basado en una obra de danza que a su vez, había trasladado la novela original de Bram Stoker a los escenarios canadienses. Al son de la austera música de Gustav Malher, Maddin construye un film con sus raíces entroncadas en la estética de cine mudo pero ante un espectáculo de danza y todo, desarrollando la obra de Stoker "Drácula". Como podrán imaginar, el asunto se planteaba como mínimo interesante. Pese a todo, yo temeroso de la genialidad del cineasta canadiense, me compre la película que acaba de ser editada en DVD.

Y lo cierto es que "Dracula. Pages from a Virgin´s Diary" es una obra absolutamente insólita y yo diría que también, absolutamente genial. Obviamente, no es apta para todos los paladares, pero el film de Maddin es imposible que deje indiferente a un alma mínimamente inquieta. En escrupuloso blanco y negro, respetando determinados parámetros visuales de cine mudo y con la omnipresente música de Malher, Guy Maddin nos propone una interesantísima lectura del mito de Drácula. Pero tal vez, lo más interesante de la propuesta de Maddin haya sido su capacidad de relacionar a Drácula con un problema muy actual, la inmigración. Drácula viaja a Londres porque es un inmigrante más (de hecho es el actor asiático -en realidad un bailarín- Zhang Wei-Qiang quien interprete al popular vampiro transilvano). Una vez allí, despertará entre los hombres un lógico temor como un extraño que es, que les arrebata a las mujeres. Y no sólo eso, Drácula también ejemplificará en este film de Maddin la corrupción de una forma muy particular. El rojo es el único color que contrasta con los tonos sepia del conjunto, pero también el verde del dinero, de la corrupción y también de la putrefacción. Y no sólo eso, hay un momento asombroso, en el que Drácula recibe un corte en el abdomen y entonces sangra monedas de oro de un reluciente amarillo.

Hay otros apuntes en el film sumamente interesantes, como ese plano final en el que Van Helsing se esconde los restos de una falda que previamente, Drácula le ha quitado a Mina. Interesante. En fin, película muy recomendable, curiosa como pocas aunque eso si, insisto, no apta para todos los estómagos. Yo, la recomiendo encarecidamente.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Mi musa del cine


Todo amante del cine tiene su musa y yo, claro está, tengo la mía. Eeeeeefectivamente. Monica Belluci, no hacía falta irse muy lejos, la tienen aquí mismo. A falta de una tentación rubia en condiciones (Marilyn Monroe) y en vistas de los esquemas de bellezas actuales (escualidísmo, cara de niña mona que no ha roto un plato en su vida, curvas inexistentes, en fin...) he optado por pasarme al otro bando, al de las no siempre justamente valoradas morenas. La Belluci es, es, es, bueno, es.... ¡buf! Bueno, ahí la tienen, yo que más puede decir. Sólo destacar una cuestión y romper una lanza en favor de aquellas que pesando 55 kilos dicen que están gordas. Yo, no es que abogue por la obesidad (antes que nada es un problema de salud), pero si que reivindico las curvas, ¡caray! El otro día me decía un amigo sobre no recuerdo bien quien, "si, está bien, pero tiene muchas caderas". Atención, porque la chavala en cuestión, que insisto, no recuerdo quien era (y no seáis maliciosos, que de verdad no recuerdo quien era) esta formidable. Pero no, ahora, si una quiere estar guapa no debe pesar 55 kilos, sino 55 gramos. Si no tiene pecho, mejor. ¿Culo?, ¿para qué necesita una esbelta mujer un culo? Eso si, piernas estiradísimas y larguísimas, da igual que conduzcan a un cuerpo raquítico. Barriga plana, plana, plana, aunque vaya seguida de un sospechoso relieve corporal que años atrás, fue un pecho...


En fin, en serio, sin ofender a nadie, estoy de coña. Para mi, el ideal de belleza es este. Una mujer en condiciones. Con curvas, con pecho, con culo, ¡caray!, con todo lo que debe tener una mujer. Ya se que el otro ideal de belleza es Brad Pitt o George Clooney y que yo no me parezco en nada. Sólo digo que no estaría mal que las féminas, depositaran su admiración, mejor que en la preocupantemente escuálida Victoria Beckam, en la consolidada Monica Belluci. Lo digo como guía, como punto de referencia. Ya se que cada uno tiene su aquel y que no podemos pretender ser una calcomanía de un famoso, pero creo que me entienden, ideales de belleza. A mi por ejemplo, para ser un tio, prefiero emular a George Clooney o a Bruce Willis (aunque eso de raparme al cero, no me veo yo...) que a Brad Pitt.


En cuanto a las películas de Monica Belluci. Bueno, la verdad es que no me han dicho gran cosa. En "Malena" estaba bien. En "Matrix Reloaded" y "Matrix Revolutions", hacía lo que había ido a hacer, contornearse delante de la cámara en un ajustadísimo vestido cuya manera de meterse dentro prefiero no imaginar. En "Irreversible" mucho ruido y pocas nueces. En "Axteris" pues si, a la altura del producto. En "La pasión de cristo", aunque la película no me gustó, ella fue de lo mejor. En "Los hermanos Grimm" se dejaba sentir más bien poco aunque, no desentonaba. Y en cuanto a "Shoot 'Em Up", todavía estoy intentado asimilar esta película (no se aún si es muy buena o rematadamente mala, ya la comentaré un día de estos) de modo que aún es muy pronto para valorar la presencia de la Belluci.


En suma, mi apoyo a esta generación de musas del cine. Mujeres de una pieza a las que no da miedo soplar por si se desmontan. Paralelamente, de sensualidad efervescente, atractivo voraz y fotogenia, cualidad espinosa donde las haya, pero fundamental a la hora de hablar de cine. Una mujer en suma, hecha y derecha. Por poner un ejemplo. Recuerdo que cuando era más joven, más o menos por la conflictiva adolescencia, sentía verdadera pasión por Maribel Verdú. Hace poco menos de un año, la pude conocer en persona... Estaba tan delgada, que me dio miedo darle dos besos por si se desmontaba. Si ya se que una cámara engorda una media de tres kilos, pero aquello, me pareció excesivo...

martes, 21 de octubre de 2008

Wolfgang Petersen


No había visto yo "Poseidón", hasta la fecha, la última película del director alemán Wolfgang Petersen (67 años, que se dice pronto). Un tipo correcto, eficiente, que casi siempre se sale con la suya. Que sabe como fillmar un blockbuster sin la necesidad sin recurrir a la escuela Bruckheimer, lo que se conoce como un artesano. Ahora bien, los tiempos han cambiado y mientras los artesanos de antes se construían filmograías, pese al férreo control de los estudios, coherentes dentro de una misma obra, los dominados artesanos del cine de hoy se han configurado como directores más bien grises, con escasa o ninguna personalidad, expertos en materializar en éxitos de taquilla todo guión que por imperativo categórico, alguien les pone delante.

Petersen se dio a conocer como autor con el aplaudido film alemán titulado "El submarino" y como artesano de blockbuster con "La historia interminable". La primera es una verdadera obra magna de la cinematografía germana. Bien construido, filmado y articulado, "El submarino" sirvió de apetitosa carta de presentación para una tierra como la de Hollywood, que no suele hacer ascos a los genios llegados de lejanas tierras siempre que se dejen aconsejar. Con la segunda, "La historia interminable", yo entiendo que esta es una película que marcó a toda una generación, pero es que ami nunca me ha dicho nada.

El primer film de Petersen en Hollywood fue la interesante "Enemigo mio", una atractiva parábola de enemigos obligados a ser amigos en un contexto de ciencia ficción que se saldó con un sonado éxito. A esta le siguió "La noche de los cristales rotos". Película de suspense, tórridas escenas de sexo y final sorprendente. No hizo mucho ruido pero el director de "El submarino" demostró con estas dos películas su buena mano para abordar cualquier tipo de género. En realidad no estaba diciendo que era un director impersonal, pero casi nadie se percató del asunto.

Bien distinta fue su tercera película en Hollywood, "En la línea de fuego", un film policíaco sólido como pocos en los 90 que catapultó a Petersen a la primera línea de los directores de Hollywood. "Estallido", según tengo entendido, fue una película complicada de rodar hasta el punto de que Petersen detuvo el rodaje hasta que el guión no quedara fijado de una vez antes los continuos vaivenes que estaba sufriendo su redacción. Película intrascendente donde las haya pero entretenidísima, también donde las haya. Con el tiempo se desmotraría que éste, era el verdadero interés de Petersen.

"Air Force One" podrá ser un ejemplo de cine de acción patriotero todo lo reprobable que se quiera pero es también un perfecto ejemplo de película peterseniana donde las haya. Vacía, salpicada de tópicos, pero muy bien rodada. La crítica todavía se tomaba en serio a Petersen y hacía verdaderos encajes de bolillos para rescatar aislados apuntes de entereza personal, de puntos de interés autoral. Con el tiempo comenzó a dar la sensación de que Hollywood había tomado en serio a Petersen cuando desembarcó de Alemania, ofreciéndole proyectos de cierta consistencia, pero que poco a poco, ha sido el propio director quien ha ido enfocando su carrera hacía un cine más impecable formalmente que currado dramáticamente. "La tormenta perfecta" sería también un buen ejemplo de esto.

"Troya" pareció ejemplificar en su día cierto amago de ponerse otra vez serio y dejar a un lado los espectáculos vacios y rellenar sus espectaculares imágenes de cierto sustento interno. Aquí la opinión crítica está más repartida. En mi opinión, Petersen invirtió demasiado esfuerzo y dinero en un film que al fin y al cabo, no contaba nada nuevo. "Poseidón", la película que vi ayer, nos trae de vuelta a ese Wolfgang Petersen más aborregado intelectualmente, pero también, al más excelso formalmente. La película, no tiene una sola pega formal. Ya no es que sus efectos especiales sean impecables (que lo son), es que Petersen se permite algunas licencias visuales ciertamente apabullantes (el plano secuencia que abre el film) aunque como decíamos, todo está bastante vacío. En "Poseidón" se dan felizmente la mano, todos y cada uno de los tópicos habidos y por haber. No los voy a enumerar aquí, pero creánem, están todos. Se agradece eso si, la inusitada brevedad del film en un momento en que las películas parecen estar obligadas a durar dos eternas horas. Wolfgang Petersen se ventila en menos de hora y media la trifulca del largometraje, lo que también juega a su favor, porque así, sus tópicos pasan rápido, sus personajes sin entidad alguna, apenas se detienen a decir idioteces delante de la cámara y todo se concentran en la historia de supervivencia de un grupo de personajes que trata de escapar de un barco condenado a hundirse.

Esto es lo bueno de "Poseidón" y de Petersen en general, el film sabe como crear tensión y el director de "Estadillo" sabe plantear, desarrollar y resolver las escenas de acción y suspense, de eso no hay ninguna duda. Pero cualquier atisbo de estímulo intelectual no va más allá de hacerse determinadas cuestiones sobre la propia existencia de estas películas, sobre el consumo de las mismas, y ¿por qué no?, sobre cuales fueron las razones que llevaron a "Poseidón" a fracasar en taquilla cuando tenía todo slos ingredientes para triunfar. Porque si, fracasó... Pero como digo, nada más. En cualquier caso, una notable muestra de un cine espectáculo y director, ambos, hechos de paja.

lunes, 20 de octubre de 2008

"Quemar después de leer"


Pues ya la he visto y..., veamos. Es lo que suele ocurrir cuando uno va a ver una película cuando ya se ha dicho casi todo de ella, que si era una Obra Maestra, que si era una oda a la estupidez humana, que si era un cruce entre "El gran Lebowski" y "Fargo", que si era un demoledor análisis de la sociedad norteamericana, que si era un merecido plato ligero tras la monumental "No es país para viejos"... Yo, tengo que decir ante todo, que fui a ver "Quemar después de leer" con el mayor de mis entusiasmos, con la preconcebida (esto siempre es peligroso) de ir a ver una comedia ligera al estilo de "Arizona Baby", "El gran salto", "El gran Lebowski" o "Crueldad intolerable". Nada que ver.

De entrada, a mi parecer, "Quemar después de leer" es, antes que una desenfadada comedia con un poso más profundo entre líneas, una pesimista descripción de la sociedad moderna en Estados Unidos, salpicada de momentos de hilaridad. Es más, antes que una oda a la estupidez, "Quemar después de leer" me parece más un canto al patetismo. Si, ya se que estupidez y patetismo siempre van de la mano, pero en este caso, creo yo, el patetismo gana enteros frente a la acusada idiotez de buena parte de sus personajes.

El film arranca con la descripción de sus principales intérpretes, nada cómico hay en el conjunto. Todos son personajes fracasados, que no lo saben o no lo quieren saber. personajes que se sostienen en hipócritas filosofías de vida que nada le aportan como seres humanos, esas formas de entender la existencia en la que prima el sexo, el dinero o la apariencia física. Insisto, poca, muy poca comedia asoma sobre el horizonte en este primer tramo.

"Quemar después de leer" empieza animarse cuando Linda (Frances McDorman) y Chad (este si, un divertidísimo, hilarante diría yo, Brad Pitt) encuentran un CD con una información que no saben exactamente lo que es, pero que como son idiotas, deducen que se trata de información alto secreto. A partir de aquí el disparate se multiplica que esa sensación de marcado pesimismo, de insondable patetismo ha tomado demasiada fuerza al principio, y a mi parecer, se sigue manteniendo durante todo el metraje de la película (impresionante la dureza con la que los Coen filman el asesinato a sangre fría que perpetra John Malckovich con un hacha).

Desde luego el film tiene algunas caídas impagables muy propias de los Coen, mención especial merece ese George Clooney que en mitad de un parque cree ver una conspiración contra su persona y huye despavorido a Venezuela (¡!), o la disparatada decisión de llevar la presunta infromación confidencial de la CIA a la embajada Rusa (¿?). Pero yo, sin duda alguna, me quedo con las dos escenas que protagoniza ese gran actor que es J.K. Simons como un alto mando de la CIA. Un personaje que ejemplifica esa presumible inteligencia de, precisamente, los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Un hombre, que no termina de entender que narices ha pasado, y que al final de hecho, sentencia; esto no volverá a ocurrir. Aunque no sepa exactamente que es lo que ha pasado...

Pues eso, mucha mala uva en un film de los Coen bastante más serio de lo que se ha publicitado, incluso por parte de la crítica y que tiene más de "Fargo" que de "El gran Lebowski".

viernes, 17 de octubre de 2008

"W". Primeras reacciones


Hoy es viernes, glorioso día de estreno. Aquí, en Murcia, la cosa nada flojita esta semana, aunque no nos quejemos, tenemos una cartelera ciertamente jugosa sobre todo para mi, que creo no he visto casi nada. Me tengo que reformar. Pero hoy me gustaría hablar de la premier de "W" en Nueva York, como sabrán, el publicitado biopic que el director de "Platoon" le ha dedicado al todavía presidente de los Estados Unidos George W. Bush.

El asunto, obviamente, tiene su miga. Oliver Stone, que siempre se ha caracterizado por su asombrosa capacidad por incidir en temas incómodos para la política norteamericana había puesto en el centro de su particular diana a Bush, lo que no deja de resultar curioso tras la edulcorada aproximación que Stone hizo de los atentados del 11-S en "World Trade Center", el punto de inflexión que daría alas a la discutidísima (por no decir algo peor) política internacional y hasta interna de Bush.

Oliver Stone lleva insistiendo desde hace meses que "W" no es tanto un biopic al uso como una reflexión que trata de promover la cuestión de cómo un hombre alcohólico, drogadicto, dado a los excesos, con un padre sobreprotector y con nula idea sobre política internacional pudo llegar a la Casa Blanca. Cuestión espinosa donde las haya. Pero Stone ha ido más allá. Ha asegurado que su intención era ser neutral y retratar los hechos con la mayor fidelidad posible, también ha dicho que no se trata tanto de un film político y austero al uso, y ha asegurado que el tono era más cómico, más paródico (lo que contradice su hipotética intención de ser neutral).

El caso es que la película ya está terminada, esta semana se estrena en Estados Unidos y en la premier de hace un par de días un buen número de críticos ya la han podido ver. ¿Y cuales han sido las primeras reacciones? Pues de decepción. Antes de nada destacar que Stone es un director que cae regular en Estados Unidos por lo que se le presupone un buen puñado de prejuicios a la hora de ser valorado, pero lo cierto es que, en conjunto, la película ha sido recibida con cierta frialdad. Han dicho los que ya la han visto que dejando polémicas a un lado, en "W" hay poco cine. Un critico llegó a decir que "JFK" era mucho más descabellada en su planteamiento en torno a las conspiraciones para matar a Kennedy pero que era mejor película, más trabajada y cuidad. A "W" en cambio se le ha acusado de ser cinematográficamente muy simple, sin complejidades, lejos de la riqueza visual de la misma "JFK" y "Nixon". Los críticos han achacado el desigual conjunto a la prisa con la que Stone ha montado la película, acostumbrado a editar sus largometrajes durante meses en esta ocasión el director de "Alexander" ha contado con un mes y medio escaso para darle forma al producto porque quería que el film se estrenara antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos el próximo 4 de noviembre.

En cualquier caso yo no se ustedes pero yo tengo una curiosidad tremenda. A mi me gusta mucho Oliver Stone, aprecio muchísimo "JFK" y "Nixon" y abordar la crónica de un presidente (aunque sólo sea su primera legislatura, que es la que muestra "W") que yo he vivido en mis carnes, supone una experiencia que hasta la fecha no había experimentado. Me entusiasma la política internacional y con la que ha montado Bush en ocho años me puedo imaginar lo entretenida que imagino, si no me equivoco, será el film, aunque al parecer, los críticos ya han dicho que no es así.

Por lo menos, eso si, ya han destacado las interpretaciones del propio Josh Brolin como Bush y de Richard Dreyfus como un malicioso Dick Cheney, este último, un personaje fundamental para entender como se fabrico la invasión de Irak y como se reaccionó a los atentados del 11-S. En fin, lo dicho, apasionante.

jueves, 16 de octubre de 2008

Producción y animación


Este tipo que ven ustedes aquí y que atiende al nombre de Rob Minkoff, a punto estuvo en su día de llevarse un Oscar. Ahora nadie se acuerda de él pero en su momento, fue el principal responsables de una de las películas de animación más aplaudidas y taquilleras de la historia del cine por no mencionar que para muchos -para mi no- supuso el punto álgido de la última Era Disney, ya saben aquella que arrancó con "La sirenita" y se perdió en algún momento entre "Atlantis" y "Lilo & Stitch". Pues bien, desde aquel, ya lejano, 1994, año de producción de "El rey león", Rob Minkoff ha dirigido cuatro espantosas películas, "Stuart Littel", "Stuart Littel 2", "La casa encantada" con el inefable Eddie Murphy y "El reino prohibido", con los no menos inefables aunque bastante más simpáticos Jackie Chan y Jet Li, casualmente de reciente estreno.

Si uno mira la cuestión con cierta perspectiva, parece obvio que Minkoff no es el genio que por lo visto, muchos quisieron ver en "El rey león". Un asuntillo que me lleva a una cuestión bastante más interesantes -creo yo- que la aburrida decadencia de este director, si es que alguna vez estuvo en lo alto, a la que llevo dándole vueltas desde hace un tiempo. En primer lugar la analítica estructura de producción de los estudios Disney. Imagio que de forma similar a como hoy ocurre en Pixar, las películas de la Disney de hace dos década eran producciones medidas con escuadra y cartabón hasta el extremo, de que un ligero desequilibrio en el proceso creativo podía llegar a poner en evidencia la frialdad real de la maquinaria interna ("Atlantis"). Atención con el dato. De entre los más de 600 integrantes del equipo técnico y artístico de "El rey león", el guión del film venía firmado por tres personas, Irene Mecchi, Jonathan Roberts y Linda Woolverton, cuando en realidad fueron más de 30 personas los encargados de pulir, pulir y volver a pulir el guión final. ¿Que a qué viene esto? Pues a que por lo general, tal y como se cuidan los guiones de determinadas películas de animación, para lógico anteponer la prudencia a la hora de ensalzar a directores de largometrajes de animación como ha ocurrido recientemente con Andrew Stanton y su aplaudida "Wall-e". Los largometrajes de animación, sospecho, los mejores, son medidos y cuidadísimo ejercicios de colaboración entre cientos de profesionales que al unísono, en ocasiones, provocan esa rara magia con la que de vez en cuando nos obsequia el cine. Pero dado este modelo de producción, me parece un poco osado que sigamos laureando a Stanton o aplaudiendo el Oscar de Brad Bird. Todo está muy medido, tal vez demasiado medido.

Por todo esto me hace mucha gracia ver en el Making Off de "Los increibles" a Brad Bird sólo en su habitación escribiendo el guión a contrareloj como si hasta la última líena de diálogo fuera suya. Miren que a mi me gusta Brad Bird, pero cabría preguntarse porque el director de "El gigante de hierro" no ha triunfado hasta que ha llegado a Pixar. ¿Saben cuantos co-guionistas, editores de historias, co-escritores de diálogos tiene "Ratatouille"? Seis, acreditados tres, reales, calculo que unos 13.

miércoles, 15 de octubre de 2008

"El ejército de las tinieblas"


Como sabrán todos los -insensatos, yo el primero- seguidores de Sam Raimi y más concretamente, de su popular saga "Evil Dead", "El ejército de las tinieblas", la tercera y más descacharrante secuela de la serie, no está editada en DVD en España. A mi, "El ejército de las tinieblas", o para abreviar, "Evil Dead III", es un film que me resulta particularmente simpático por varias razones, entre ellas, mi conexión, digamos, sentimental con el universo de Raimi. La historia es la siguiente, cuando yo rondaba los ingenuos 16 años, mi incomprensible afición por las Bandas Sonoras me llevaba en mi ignorancia, a pasearme por los pasillos de El Corte Inglés en busca de alguna novedad que siempre implicaba, arriesgarme a cosa sólo Dios sabe que cosas, como de hecho ocurrió en más de una vez. Aquel día, recuerdo que era Semana Santa, andaba yo no se muy bien cómo ni por qué, con el dinero suficiente en mi bolsillo como para dejármelo en una generosa BSO. Aquellos billetes me picaban en el bolsillo.


Entre cientos de BSO, unas que tenía y otras que no me interesaban (tenía 16 años, recordarlo), me topé con la siguiente carátula (en la imagen). Yo no tenía ni la más extraordinaria idea de quien era Sam Raimi y mucho menos Bruce Campbell y todavía menos, el compositor de la BSO, Joseph LoDuca, pero había un nombre que si conocía que me inspiró confianza, Danny Elfman componía un tema, "La marcha de la muerte". Esto y con semejante carátula me hicieron deducir una BSO de aventuras, divertidas y siniestra. Justo lo que necesitaba. Dicho y hecho, en cuestión de segundo aquella cinta, porque lo de los CDs todavía era ciencia ficción para mi, no tardó en suplantar mis antiguas pesetas, que por lo que recuerdo valían las BSO en ptas porque aquellos años, fácil, fácil, fueron casi 2.000 pelas fijo.


Y en eso que llego yo a mi casa, me coloco la cinta y..., ¡jo-pe!, aquello era estupendo. La BSO de "El ejército de las tinieblas" era un curioso ejercicio orquesta entre lo heroico y lo macabro repleto de una amplia variedad de temas todos, divertidos y tremendamente ágiles. Era cuestión de tiempo. En breve y sin internet, me puse a buscar quien era esa Sam Raimi y cómo podía yo ver "El ejército de las tinieblas". No tardé en descubrir que era Raimi porque meses después, ese mismo verano, se estrenaba "El ejército de las tinieblas" y todas las revistas de cine empezaron a recordar la saga "Evil Dead". ¡Jolín!, pensé yo. Afortunadamente, "El ejército de las tinieblas" encontró una sala donde estrenarse en Murcia, el Salzillo A, fui a verla con mi querido amigo de la infancia Kiki (Jesús en realidad) y me lo pasé pipa.


Ahora, una vez he visto, comprado, escrito y hasta meditado (algunos dirían que más de la cuenta) sobre la saga "Evil Dead", tenía en mi adorada filmoteca las dos primeras entregas pero ¡ay!, me faltaba la tercera, una película que reconozco, de vez en cuando me gusta ver. No me deja de sorprender la absoluta falta de prejuicios, de vergüenza con la que Raimi afrontó este "Evil Dead III". Con un poco más de dinero del preconcebido (debido al moderado éxito de "Darkman"), Raimi hizo, literalmente, lo que quiso y como quiso, y eso se nota en las desmedida frescura del film, aunque esto implique que el resultado final resulte ciertamente, desigual. Pero su hilaridad lo supera todo y lo mejor es remontarse a nuestra niñez, dejarse embaucar por los toscos trucos de Raimi, la desconcertantes composiciones, o mejor, descomposiciones, de su rostro y zambullirse en ese torrente de calaveras y esqueletos polvorientos que ríen, tosen y cargan contra un castillo de cartón piedra a ritmo del mejor Harrihaussen.


Pues bien, yo, seguí sin mi "El ejército de las tinieblas". Pero ¡ah!, una vez más, la inmensidad de la red de redes, en la que tengo que admitir, no tengo una gran confianza, encontré en una página web llamada PiceMinister una edición en DVD en Alemania, lógicamente de zona 2, con audio en español. Audio en mono si, pero en español al fin y al cabo (no en sudamericano como se ha dado en alguna ocasión el caso). Con poco menos de tres euros de gastos de envío y fiabilidad, porque al menos a mi, me ha llegado tal cual se anunció el producto.


De modo que ya soy un poco más feliz, con mi flamante trilogía de "Evil Dead" y todo cuando han resurgido los rumores, primero de un remake de la película original y luego de un "Evil Dead IV", aunque esto último ha sido más un deseo expresado en voz alta por parte de Bruce Campbell que una realidad. En fin... Para el que esto firma, una pena.

martes, 14 de octubre de 2008

"The Hire"


Todos hemos oído y hasta sufrido la temible publicidad subliminal, ya saben, esas anotaciones al pie de página de una película que así, como el que no quiere la cosa, se dejan caer sobre la trama con mayor o menor sutileza. Ejemplos los hay a pares, pero tal vez los más vistosos sean lo de las marcas de coche. Por ejemplo, algunas de las principales marcas de automoviles del mundo pujaron a ver quien daba más para diseñar y colocar en todo lo alto el logo correspondiente, de la marca vencedora del coche que condiciría Will Smith en "Yo, robot". Al final, el gato al agua se lo llevó Audi.

Legendarios han sido las relaciones que James Bond ha mantenido sobre todo con Aston Martin, pero también con BMW o Porsche se ha dejado ver con el agente secreto más famoso del mundo. Hace poco, hemos podido ver como BMW se hizo con el coche que nuestro querido Jason Statham conducía en "Transporter" para, acto seguido, cuando la saga empezó a ganar adeptos, presupuesto y en suma, tirón comercial, llegar Audi y besar el santo del patrocinio del coche protagonista en "Transporter 2" y la inminente "Trasponerter 3".


Pues bien señores, hace ya unos añitos, en concreto siete, la marca BMW puso en marcha una particular campaña de publicidad. Sin escatimar en gastos y contratanto a figuras de primera línea, le empresa de automóviles fichó a algunos de los nombres más representativos y creativos de Hollywood para que filmaran, cada uno, un corto de unos seis minutos. Todos los cortos, bajo el genérico "The Hire" (literalmente, "el alquiler") fueron protagonizados por Clive Owen que interpreta a un enigmático conductor que "alquila" sus servicios tras el volante (al estilo "Transporter", vamos...) para casi cualquier tipo de trabajo. Además de Owen, con "The Hire" no se andaron con minucias, y entre sus intérpretes contó con la particulación de actores como Michael Rourkey, Forest Whitaker, Madonna, Stellan Skarsgard, Gary Oldman, James Brown, Marilyn Manson, Don Cheadle, F. Murray Abraham y Ray Liotta entre otros.

Además, los espisodios por BMW han contado con la insignie producción de nombres como los hermanos Ridley y Tony Scott y David Fincher. De hecho, Tony Scott llegó a dirigir uno de los cortos, "Beat the Devil" basado en un "concepto" original del propio Fincher. También, el guionista de "Seven" y "Sleepe Hollow", Andrew Kevin Walker escribió un par de libretos para esta singular campaña de publicidad, "The Follow" dirigido por Kar Wai Wong y "Ambush", dirigido por, y aquí quería yo llegar, nuestro queridísimo John Frankenheimer en un trabajo cuasi desconocido anterior a la que sería su última película, el -interesante- telefilm "Camino a la guerra", editado en nuestro país directamente en DVD. Porque esa es otra, los directores elegidos son tela marinera. Además de Scott y Frankenheimer, otros cineastas que pusieron al servicio de BMW su talento fueron Ang Lee con el corto "Chosen", Guy Ritchie con "Star", Alejandor González Inárritu con "Powder Keg", John Woo con "Hostage", Joe Carnahan con "Ticker".

Todos los cortos tienen una estrutura similar articulada en torno a un intrigante conductor (Clive Owen) que con un BMW entre las manos, sale de más de un apurado entuerto. Yo no los he visto todos, pero los que he visto son un excelente aperitivo del buen hacer de algunos directores (otros cortos en cambio, me dan miedo, léase el de Tony Scott). Por fortuna, la inmesidad de la red de redes nos da la posibilidad de verlos todos o casi todos en Youtbe de modo que..., ya están perdiendo el tiempo.

viernes, 10 de octubre de 2008

De cine, libros y fuego


Hoy es viernes, glorioso día de estreno. Y hoy, llega a los cines españoles la última, esperada y en general aplaudida película de los hermanos Coen, "Quemar después de leer" (en la imagen). En general, el film ha sido calificado como una especia de oda a la estupidez, un canto supremo a la idiotez humana que, aseguran, está perfectamente encarnada por todos y cada uno de los actores, encabezados por Brad Pitt y George Clooney. "Quemar después de leer" ha sido definida incluso como un cruce entre "Fargo" y "El gran Lewobsky", como me parece mucho definir. Y todo esto a mi, la verdad, es que me llama la atención. Tras el éxito y los oscar de "No es país para viejos", en donde todos parecían ponerse de acuerdo en que era un peliculón, la fe en los populares hermanos de Minessota ha vuelto a la palestra tras una etapa, en general, moderadamente satisfactoria cuando no, directamente decepcionante ("Ladykillers").

A mi, "Quemar después de leer" me apetece mucho verla, porque salvo una contada excepción, todo lo que han hecho los Coen me ha gustado entre el entusiasmo y la agradecida satisfacción. Si además, resulta que nos ponemos ante una película intrascendente (al menos a priori, porque también dicen que el film tiene sus migas) que tiene como protagonistas a ese tipo de personaje memo y un poco idiota que tan bien saben describir los Coen, es posible que nos encontremos ante una película genial.

Por la parte que nos toca, es decir, el cine español, tenemos dos propuestas ciertamente singulares que acaban de pasar por Sitges (si, ese festival que por enésimo año consecutivo me estoy perdiendo) sin generar demasiado alboroto aunque eso si, generando bastante expectación mediática. Y lo cierto es que el asunto, al menos sobe el papel, no es para menos. "Santos" nos cuenta una historia de superhéroes, pero al revés. Ni el villano quiere ser un villano ni el héroe está muy por la labor en eso de salvar al mundo. Vistosos efectos especiales y un tono costumbrista de este que denominados, "muy nuestro", conforman está película que nace para ridiculizar el cine de superhéroes de Hollywood pero de cuya materia prima se nutre y por tanto, se beneficia. La otra propuesta es si cabe, más interesante, "Sexykiller". Con la sombra de Jess Franco renqueando por los flancos, un toque Tarantino, y el acostumbrado costumbrismo "Made in Spain", "Sexykiller" es, aseguran, un film entretenido, lleno de sangre y una pasmosa resolución con zombis de por medio. Película maratoniana donde las haya que completamente ausente de cualquier trascendencia (como en el caso de "Santos"), manifiesta al menos, que en el cine español hay también gente interesada en hacer cosas distintas al noventa por ciento de la producción nacional. Y esto, es bueno.

miércoles, 8 de octubre de 2008

El protegido II


Los que me conocen saben de mi entusiasta admiración por M. Night Shyamalan. Debo de ser uno de los pocos mortales que defiende con uñas y dientes películas como "La joven del agua" y ahora "El incidente". Yo, con "El protegido", inicié mi particular etapa de desconcierto con Shyamalan. Desde este film hasta "La joven del agua", cuando fui al cine a verlas, salía absolutamente desconcertado. No sabía como tomármelas. El tiempo me ha demostrado que en efecto, es una buena costumbre ver más de una vez una película, sobre todo cuando un largometraje nos deja en la estacad sin saber, exactamente que pensar.


A mi, con "El protegido", me pasó probablemente lo que ha mucha gente. El film se vendió casi, casi, casi, como una secuela de "El sexto sentido" y en efecto, la película arrancaba como tal. El accidente del tren del que sale ileso un único superviviente (un zombificado Bruce Willis) otorgaba a la película esa reconocible sensación de que nos encontrábamos ante las andanzas de un nuevo muerto de permiso por la Tierra. Pero la película, poco a poco, de forma muy sutil pero tremendamente significativa, comenzó a distanciarse de aquella aplaudida premisa de "El sexto sentido". Conforme "El protegido" avanzaba nos dábamos cuenta de que nos estábamos introduciendo en toda una mitología de la cultura pop contemporánea. Es decir, estábamos hablando de comics. Yo, que nunca he sido un ávido lector de novelas gráficas (ahora se dice así porque parece que queda más culto), me descolocó todavía más si cabe, la propuesta de Night. Ahora bien...


Partiendo de la base que por lo que se de comics y de superhéroes, lo que he leído al respecto y por lo que he podido charlar con verdaderos eruditos en la materia (aquí Antonio Rentero y yo tenemos un trabajillo pendiente), creo poder afirmar que "El protegido" es la mejor películas de superhéroes jamás realizada (¡toma moderación en mis afirmaciones!). Bueno, bah, sin extremismos, que es la hostia de buena. Pero a mi, además, hay otras cosas que me interesan quizá más.


Hablo de esas particularidades señas de identidad de M. Night Shyamalan, se su visión del mundo y en el fondo, de su mensaje de esperanza. Me interesan porque dados estos mundos posmodernos dominados por las -lúcidas- divagaciones de Jean Baudrillard, que un director joven en Hollywood y además, con prestigio, se dedique a hacer películas en donde la esperanza, es el motor de fondo que fundamenta todos sus relatos es una osadía no exenta de riesgos (ya hay quien lo tacha de sensiblero, ultraconservador, religioso, sermoneador, etc...) Pero a mi me gusta, me estimula. Me resulta agradecido ver como Night dibuja un film oscuro, presuntamente pesimista y desesperanzador para finalmente desembocar en una luz al final de túnel. Y me gusta como hace esto Shyamalan, recurriendo a una cuestión esencial y universal, presente en toda la historia del hombre, la convivencia de los ordinario con lo extraordinario.

David Dunn (como todos los superhéroes, el protagonista de "El protegido" tiene un nombre onomatopéyico) es un hombre gris. Su vida no tiene demasiado sentido. Su matrimonio esta al borde de la quiebra y su hijo un día de estos, terminará cometiendo alguna locura. Pero un día, alguien, no por casualidad, su opuesto (la simetría siempre ha sido un elemento fundamental en la obra de Night), le hace una propuesta descabellada. Esta, será la mecha que prenda un camino que le llevará a David a descubrir que en su interior, dentro de una existencia mediocre como la suya, existe algo extraordinario.

Poco más que añadir. Planificada con un considerable sentido del riesgo, unos movimientos de cámara pensados y fundamentados al milímetro (atención a cuando David rescata a una familia acosada por un desequilibrado), una partitura escandalosamente buena de James Newton Howard, un montaje de libro de estilo de Dylan Tichenor y una cuidadísima dirección de fotografía de Eduardo Serra, un profesional de la luz portugués con contadas incursiones en el cien de Hollywood. Todo medido y bien medido, pero con una virtud adicional que descarta toda la frialdad propia de este tipo de productos concebidos con escuadra y cartabón, una película con calor, con humanidad, para nada fría.

Lo de "El protegido" y su reacción en el público fue muy curioso. Muchos, yo incluido esperaban una película que encajara sin demasiados problemas en los mismos parámetros de "El sexto sentido", pero como me dijo un buen amigo mio, "Shyamalan es un genio, y como todos los genios, nos lleva un paso por delante y eso, nos desconcierta". Y la primera señal significativa de esto fue "El protegido". El film fue recibido con cierta tibieza por el público aunque recaudó más de 400 millones de dólares (lejos pese a todo de los más de 600 de "El sexto sentido"). Night, en un principio se achacó la culpa, pensaba que había hecho una película gris y que por eso, había obtenido una respuesta gris.

Afortunadamente, el tiempo le ha hecho cambiar de opinión a Shyamalan. Al público le ha llevado su tiempo valorar en su justa -y merecida- medida a "El protegido" hasta tal extremo, que podemos afirmar, se ha terminado por convertir en un film de culto. El propio Shyamalan asegura que no pasa un día que salga a la calle y que alguien le pregunta "¿para cuando una secuela de "El protegido"? (somo es sabido la película nació con la pretendida intención de ser el primer capítulo de una trilogía) y cuando un chaval le pide que le firme un DVD, ese suele ser "El protegido".

Me anuncia mi buen amigo Antonio Rentero que "El protegido II" es una realidad confirmada por el propio M. Night Shyamalan. ¿Un Protegido II? A mi me parece una excelente idea. Ahora bien, también me da miedo. Mantener el nivel de la otra y no sólo eso, desarrollar sus planteamientos, es una tarea ardua y difícil. ¿Estará Shyamalan a la altura? Yo sinceramente, creo que si, pero eso, no me termina de quitar el miedo. Cuando una película ha crecido tanto con el paso del tiempo y más aún, ha sido adorada y mimada por la mitología, las secuelas, siempre dan un poco de miedo. Y que nadie me saque a relucir la nueva trilogía de "Star Wars" que podemos tener un problema... (broma)

lunes, 6 de octubre de 2008

El barco fantasma


Producida por Val Lewton (principal responsable del formidable revival del cine de terror que protagonizó la RKO en los años 40) "El barco fantasma" (1943) es una película dirigida por Mark Robson, un habitual de la casa que pasó de montador a dirigir varias películas con Lewton como productor. Yo no había visto esta película hasta que afortunadamente ha sido reeditada en DVD e imagino que como casi todos, si había visto el remake del mismo título del año 2002, dirigido por Steve Beck y producido po Robert Zemeckis y Joel Silver.

Aunque "El barco fantasma" de Beck es un film mediocre llama la atención que ambas versiones, la de 1943 y la de 2002 no se parezcan ni en el blanco de los ojos y esto es así hasta tal punto que una vez vista la versión de Robson estoy haciendo un esfuerzo de memoria para recordar sin en realidad, la versión de Beck fue vendida como un "remake" algo que juraría, así fue.

Pero es que, lo más llamativo de todo es que pese a la trabada atmósfera del film de Mark Robson y a su inquietante trama, "El barco fantasma" de Robson llama a engaño, si uno piensa que va a ver un film de fantasmas y barcos abandonados. Nada que ver. "El barco fantasma" no cuenta la historia de un ambiguo capitán de un carguero que asegura tener la vida de su tripulación bajo sus designios y el enfrentamiento que este protagoniza con un nuevo oficial a bordo.

A modo de personaje con dos caras, el capitán que se pavonea de sus poderes y su buen hacer en el barco parece tener muy poco aprecio por la vida de su tripulación hasta el punto de que, parece no titubear a la hora de quitarse de en medio a determinados tripulantes. La tensión entre el capitán y el nuevo oficial se irá acrecentando hasta que este último tema por su vida y en efecto, deba luchar por no ser asesinado.

De este modo que, superado el shock inicial que provoca una película titulada "El barco fantasma" y en la que no hay ni rastro de espíritus o algo parecido, la película de Mark Robson producida por Lewton respeta al dictado, las máximas del cine del productor. Como hemos apuntado, atmósfera muy trabajada e inquietante y un marcada ambiguedad sostenida hasta prácticamente, el final de la película. Los fantasmas probablemente sean los que acechan la mente del tercer oficial Tom Merrian sobre la actitud del capitán, porque de otro modo no se explicaría el título.

En cualquier caso muy buena película de intriga, aunque eso si, insisto, que nadie espera toparse con ningún fantasma (en el sentido estricto de la palabra" en esta notable producción del gigante Val Lewton.

viernes, 3 de octubre de 2008

El mal habita al otro lado...


Hoy es viernes, glorioso día de estreno. Y hoy, llega a nuestras pantallas la última película del interesantísimo director Alexandre Ajá (en la imagen junto a Kiefer Sutherland), responsable de la tramposa aunque estimable "Alta tensión" y del más que notable remake de "Las colinas tienen ojos". "Reflejos" es otro remake de una producción japonesa titulada "Mirrors, Mirrors" al que según parece, Ajá le ha dado la vuelta utilizando como punto de partida la misma idea (el rollo de los espejos y los reflejos) pero con un desarrollo completamente distinto. Buena noticia en cualquier caso, viniendo de un director como Ajá, un tipo de planificación impecable, con un agradecido regusto por lo malsano y sin miedo a revolver algún que otro estómago no acostumbrado a demasiadas truculencias. Kiefer Sutherland vuelve a la primera línea de la actualidad cinematográfica tras el éxito de la serie "24".

Otra películas de moderado interés es "Death Race", es un film de ese director que no se todavía muy bien por qué, tiene el bolsillo a cierto sector de la crítica, quizá por haber dirigido la inquietante "Event Horizon", haber dignificado el cine de zombis aunque fuera a través de un videojuego con "Resident Evil" y no se bien, si por haber perdido lo que le quedaba de vergüenza con la hilarante "Alien Vs. Depreador". "Death Race" cuanta una historia de carreras de coches, muchos tiros y tipos duros donde destaca nuestro querido Jason Statham ("Transporter"). La crítica en general no ha dicho gran cosa de ella pero tampoco la ha puesto a caer de un burro aunque eso si, ha destacado la deconcertante presencia de una espectacular belleza, Natalie Martinez.

En cuanto al cine español, dos estrenos. La última de José Luis Garci, "Sangre de mayo", un tipo que suele aburrir al más pintado que por lo general, también suele ofrecer generosas dosis de buen cine, aunque sea mal dosificado o si lo prefieren, mal equilibrado y sobre todo, "Tiro en la cabeza". Esta película de Jaime Rosales (ganador del Goya al mejor director por "La soledad") ya ha levantado ampollas por su aproximación a la cotidianidad de un terrorista de ETA horas antes de asesinar a dos guardias civiles. El film, rodado con teleobjetivo y practicamente mudo ha sido tildado de pedante y presuntuoso y su, al parecer, humanización de los terroristas no ha sentado demasiado bien a determinados sectores. Algunas televisiones (TVE) ya han descartado comprar los derechos de emisión de la cinta y el uso de determinados vocablos por parte del director ("problema vasco", "víctimas de ambos bandos") se ha interpretado como una aproximación dicen, que demasiado benevolente con el terrorismo etarra. En definitiva, una película polémica, lo que a mi juicio, es sinónimo de por lo menos, interesante (la polémica siempre es más apetitosa que la indiferencia). La otra novedad que conlleva "Tiro en la cabeza" es que la película se va a estrenar simultaneamente en cines y en Internet, algo que a nosotros, los murcianos nos va a venir muy bien, porque en esta santa ciudad, según parece, no se va a estrenar la película de Rosales. Visitando esta página web (http://filmin.es/pelicula_43515_tiro_en_la_cabeza.html), hasta un máximo de cien personas podrán comprar la película por unos 4 euros enviando un sms y visionarla en su ordenador, que no descargarla. También, para qué lo vamos a negar, propuesta interesante.

jueves, 2 de octubre de 2008

Domingo sangriento


El otro día revisé "Domingo sangriento" (en la imagen). Había visto hace poco "El ultimátum de Bourne" de Paul Greengrass. Recordé que este hombre era también el director de "Vuelo 93" y que además, tenía un pequeño clásico moderno titulado "Domingo sangriento". Como sabrán, este film recrea los incidentes que tuvieron lugar en Derry, en Irlanda del Norte, en 1972 en una manifestación en contra del "internment" (aunque esto no se menciona en el film), una medida que metía entre rejas, sin juicio previo, a los sospechosos de pertenecer al IRA. Lo que si fue, desde luego, es una manifestación premeditadamente pacífica. 15.000 personas se dieron cita en Derry. Demasiada gente junta, demasiadas vísceras sobre la mesa... En unos 20 minutos los manifestantes se enfrentaron con las fuerzas del ejército británico. 14 personas murieron. En 20 minutos. Nadie en el ejército inglés fue sancionado, es más, lo soldados fueron condecorados...

Tema espinoso donde los haya, no cabe duda. La situación en Irlanda en la década de los 70 era complicada y reunir a tanta gente en un entorno sitiado por el ejército era un error de planificación básico. Controlar a 15.000 personas sin que nadie se saliera del esquema fijado (manifestación pacífica) era también muy, muy complicado. Cuando un grupo de alborotadores, los más jóvenes, empezaron a plantarle cara al ejército (una práctica muy habitual, por otro lado, en esa zona y en aquellos años), la semilla ya estaba plantada. Aquello dio alas al ejercito a hacer lo que de todos modos, parece ser, que tenía pensado hacer, actuar con suma dureza. El asunto se fue de las manos, alguien disparó primero, no se sabe con seguridad quien. Parece ser que fue el ejército. 14 muertos en 20 minutos. Según el film de Greengrass, los soldados dispararon indiscriminadamente a los civiles, rematándoles incluso en el suelo. También según Greengrass (puesto en boca de unos de sus personajes), aquel día los británicos le dieron un soplo de aire fresco al IRA porque esa misma noche, decenas de jóvenes que no pasaban de meros alborotadores dejaron las piedras a un lado para pasar a empuñar un arma. El odio enjendra odio.

Dejando a un lado la polémica el film está rodado con aire de premeditado pseudo-documental; la cámara se mueve mucho, está siempre al hombro, no es nada estable y hay muchos zooms. El efecto se consigue, desde luego. En realidad es como siempre filma Greengras, una vez vistas "Vuelo 93" y hasta "El ultimátum de Bourne" que es un auténtico desaguisado de planos y movimiento. Es lo que yo digo, unas formas no sirven para todos los relatos. Esta manera de rodar encajó como un guante en un film como "Domingo sangriento", quedaba bastante bien en "Vuelo 93" pero en "El ultimátum de Bourne" era más un inconveniente que un incentivo. Más que ver las cosas, se intuían. Todo resulta demasiado conjunto en esa película.

De todos modos, creo, las formas de Greengrass son las más fáciles. Es decir, no hay nada rápido que rodar una escena confusa haciéndola también confusa, pero eso, ya está muy visto. Y la prueba de que esto no es siempre una buena opción es "Domingo sangriento" y "El ultimátum de Bourne", en un sitio si encaja bien, en otro es un cocido de difícil conexión que no hace justicia a las -dicen- excelentes escenas de acción de esa película.