sábado, 31 de julio de 2010

"Shutter Island". Martin Scorsese. 2010


Tengo que admitir que me ha costado y en cierto modo, me sigue costando mucho comprender la extraña fascinación que al parecer siente Martin Scorsese por Leonardo Di Caprio. Puedo entender que un joven y prometedor actor como Di Caprio se fascine ante Scorsese pero lo contrario lo llevo un poco peor. Cuentan las malas lenguas que andaba Socorsese buscando a un actor que interpretara el papel de Amsterdam para "Gans of New York" y que en mitad de una conversación con Robert De Niro, éste le dijo, "llama a Leonardo Di Caprio, puede que tenga cara de tonto pero hará lo que le digas sin rechistar"....
Hasta hace unos días, de todas las colaboraciones entre Scorsese y Di Caprio yo me quedaba con "Infiltrados". No es el film que debería haber encumbrado a Scorsese a ganar un Oscar pero desde luego, era de lo mejor que había filmado el director ítaloamericano desde los tiempos de "Uno de los nuestros". Pero después de haber visto "Shutter Island" altero mi predilección y sin ningún genero de dudas me quedo con la última película hasta la fecha de Martin Scorsese. Entre otras cosas porque "Shutter Island" supone un desconcertante paso hacia adelante con una propuestas que sin perder de vista las raíces de la obra más scorsesiana consigue ofrecer algo diametralmente nuevo. "Shutter Island" es una apasionante mezcolanza de film noir salpicado con elementos del cine de terror envueltos en una endiablada trama repleta de giros y trampas que no dejarán absolutamente a nadie indiferente. Y esto, ya es muy bueno.
Las primeras imágenes de "Shutter Island" nos muestran a dos agentes federales que navegan hacia una extraña y apartada isla en la que un manicomio sirve de prisión para enfermos mentales que han cometido los peores crímenes. Scorsese filma a los agentes sobre el barco con una premeditada falsedad de decorados, es decir, el barco apenas se mueve, el fondo canta a la lega que es una transparencia. Pero esto lo hace el director de "Taxi Driver" porque su intención es precisamente esa, la de introducirnos en un universo barroco, falso, manipulable. Lo que Scorsese pretende con sus decorados, con la cinematográfica lluvia, sus rayos y sus truenos y su propia trama, es tejer una cinematográfica tela de araña capaz de atraparnos desde el primer minuto, sin soltarnos, sin darnos opción a respirar. Tal vez por esto muchos han tachado "Shutter Island" de ser un film demasiado comercial y previsible (lo cual no entiendo porque a la película se le puede tachar de cualquier cosa menos de previsible), pero lo cierto es que a mi modo de ver, "Shutter Island" es un juego de astucias filmado con verdadera maestría muy recomendable, sobre todo, para los muy cinéfilos. Para aquellos que no sólo disfrutan con una historia bien contado, sino para los que también valoran las interpretaciones (Di Caprio está mejor que nunca), los decorados, los efectos, la música, los giros y en suma, el cine en su conjunto.