miércoles, 28 de octubre de 2009

"Cleaner" de Renny Harlin. (2007)


Ver una película de Renny Harling es, por definición, una temeridad. Aunque bien es verdad que al menos a mi, es un tipo que me resulta simpático. A mi modo de ver Renny Harling es el perfecto ejemplo de director malo, pero entretenido. Sus propuestas, de descabelladas e hilarantes, terminan por resultar divertidas. Es curioso. Michael Bay se cree demasiado su propia seriedad, pero es como si Harling fuera consciente de que no puede ir más allá. Según tengo entendido no esto lo que precisamente, pasa por la cabeza del director de origen finlandés, pero ahí están sus descacharrantes películas para comprobarlo. Luego, también es verdad una cuestión. Con todo lo malo que es Renny Harling, bien habría que romper una lanza en su favor a propósito de "El exorcista. El comienzo". No quiero decir que la versión de Harling sea mejor que la de Paul Schrader, media un abismo entre ambas, pero también es verdad que Harling se hizo con las riendas de un proyecto ya empezado, ido de presupuesto, con las prisas en los talones, que tenía que llevar a buen puerto. No hizo una gran película, es Renny Harling, pero si que salvó los muebles con moderada dignidad, lo que no es poco viniendo de un producto de encargo de las características de "El exorcista. El comienzo" y de un realizador como Harling, que si te despistas te hace un "Driven" y se queda tan pancho el hombre.
Dicho esto, "Cleaner" es una película de suspense filmada en 2007 por Renny Harling tras el desaguisado aquel que fue "La alianza del mal". Pues bien caballeros, contra todo pronóstico, "Cleaner" está bastante bien. Fundamentalmente porque pese a ser una película de Renny Harlin el guión no le brindaba al director finlandés una sola oportunidad para que pusiera en marcha toda su arrolladora maquinaria de efectismo fílmico. "Cleaner" es básicamente una película de diálogos, vagamente hitchckociana que nos cuenta la historia de un limpiador de escenas de crímenes que es utilizado por no se sabe quien, para limpiar la escena de un crimen encubierto.
Harling, contra todo pronóstico, insisto, lleva la historia con soltura y dotándola de cierta solidez interna, sobre todo por un guión (obra del hasta ahora desconocido Matthew Aldrich) que se preocupa, aunque sólo sea un poco por sus personajes, logrando crear la ilusión de que estos, son algo parecido a seres humanos. De este modo, "Cleaner" se deja ver con asombrosa fluidez viniendo de quien viene, no chirría y además, ofrece algún que otro hallazgo visual. Y es que el film de Harling es una película extrañamente contenida, en sus propuestas, en sus aspiraciones, hasta Samuel L. Jackson no pega un sólo grito y bueno, también es verdad, que ahí está Ed Harris, que este hombre siempre hace mucho allí donde interviene. Una agradable aunque contenida sorpresa. Lo digo porque nadie vaya verla con la botella de champagne en una mano y los cohetes en la otra...

sábado, 24 de octubre de 2009

Censura


Resulta que "Saw VI" es tal apología de la violencia que únicamente se va a proyectar en salas X. Imagino que el asiduo a este tipo de salas se detenga un minuto antes de meterse a una proyección que según nuestro Gobierno podría traumatizar a cualquiera. Me he sentido muchas veces tentado a escribir sobre cuestiones políticas, pero me he mordido la lengua, hasta ahora... Clama al cielo que una ministra de cultura como la que tenemos sea quien es y que luego se diga que el cine español no está politizado. Clama al cielo y a todos los santos que una -hipotética- profesional del cine como Ángeles González-Sinde ose apoyar la censura de una película tan banal y vacía como "Saw VI" sin haberse parado a pensar ni por un momento, que semejante medida sólo va acrecentar la curiosidad por verla. Yo me quedé en "Saw III", y creía que ya había visto bastante, pero caballeros, yo veré "Saw VI". Necesito saber que es tan extraordinariamente dañino para la sociedad, que ha revuelto el alma de nuestro ministerio de Cultura, qué ha provocado que la creatividad de un cineasta se vea sesgada por una decisión tan desconcertante.
Pero todavía me llama más la atención si cabe, que semejante medida venga de un Gobierno que se jacta de su progresismo y que mira a la oposición como una pandilla de retrógrados anclados en el pasado. No voy a entrar en comparar qué películas eran o han sido explícitas apologías de la violencia ("Asesinos natos") y no ha pasado nada con ellas, porque lo verdaderamente preocupante del asunto es el mero y simple hecho en si.
Caballeros del ministerio, ustedes han decidido por toda España que esa película no debe consumirse de forma masiva. ¿Por qué? Pues porque deben pensar que si cualquiera puede salir de ver "Saw VI" con ganas de torturar al vecino de enfrente. Sin embargo, las tardes de todos los días continúan salpicadas de mierda televisiva, nociva hasta el asco para cualquier niño que se le ocurra poner el canal equivocado a horas tan descabelladas como las cinco de la tarde. Nadie objeta que el otro día viera una felación en plena calle en uno de esos programas, o que un personaje de dibujos animados dijera a las dos y media de la tarde "te voy a dejar el chichi en carne viva" ("Padre Made in USA"). No, es mucho más peligroso una idiotez sanguinolenta como "Saw VI". Me gustaría a mi saber qué piensa Ángeles González-Sinde de películas como "Posesión infernal" o "Briandead", si las ha visto, o eso es basura indigna de mancillar sus preciosos ojos al lado de las descomunales obras maestras que todos los años se hacen en España.
Es un gesto muy peligroso censurar una película, sea cual sea. Es un primer paso, un primer paso para volver atrás. Para acercarnos más a esas sociedades como la norteamericana que tanto criticamos, que clasifica X "Cowboy de medianoche" y nosotros nos escandalizamos. Que yo sepa "Saw VI" se ha estrenado en USA sin problemas, ¿no, o me equivoco? Ahora, eso si, ¿sexo?, todo el que quieran, eso si, con eso no hay ningún problema. Ahí está Bigas Luna, que seguramente a estas alturas ya esté filmando el culo de Elsa Pataki.
Estas cosas me dan vergüenza.

viernes, 23 de octubre de 2009

"Los sustitutos" de Jonathan Mostow. 2009


A mi esta película me ha dejado un par de cosas muy claras. La primera, que Jonathan Mostow, que era un directo muy simpático, artífice de entretenimientos tan sanos como sencillos como "Breackdown" y "U-571", y que desde "Terminator 3" lleva un caída en picado que "Los sustitutos" no hace más que confirmar. Y se preguntarán ustedes, ¿cómo he llegado yo a esta conclusión? Pues en el fondo es muy sencillo. Primero, Mostow era un director que escribía sus propios guiones. "Breackdown" y "U-571" no eran un prodigio de escritura cinematográfica, pero eran películas apañadas, bien construidas, bien articuladas. Y segundo, Jonathan Mostow es, o era, un director que filmaba con cierta percepción sobre el montaje. Esto además, es algo que se suele ver muy bien en las denominadas set pieces, es decir, aquellos momentos álgidos de cada película. Mostow filmaba con apego, con conocimiento de causa. Para comprobar esto, sólo hace falta comparar cualquier escena de acción de "Breackdown" o "U-571", con cualquier escena de acción de "Terminator 3" o "Los sustitutos". ¿Qué ha pasado entonces? ¿Qué extraño virus ha afectado a Jonathan Mostow? Pues bien, sin ser pitoniso, yo se lo diré? Hollywood. El Hollywod más peligroso.
Visto lo visto, tengo la impresión de que a Mostow le dieron un telefonazo después de comprobar que tanto "Breackdown" y "U-571" fueron películas muy majas y que por definición, no lo serían otras películas de Mostow. Ahora bien... Primer problema, a Mostow le dieron unos guiones hechos con un nivel del intervención, sospecho, que bien escaso. Y segundo y más importante aún, Mostow fue, filmó sus escenas, y se volvió a casa. Esto se puede comprobar con asombrosa claridad en la planificación de las escenas de acción. Las escenas de acción de "Breackdown" y "U-571" estaban muy filmadas, pero las escenas de "Terminator 3" y "Los sustitutos" parece que las ha rodado Perico el de los Palotes. No hay ningún tipo de intención narrativo ni muchísimo narrativa. Es celuloide positivado, sin un ápice de pasión, de interés de nada... Esas escenas no las ha podido filmar el mismo director de "U-571" o mejor aún, no las ha podido montar el mismo director. O dicho de otro modo, que tanto "Terminator 3" como "Los sustitutos" fueron películas en las que el director fue contratado por uno estudios para que rodara el film para que después fuera montada bajo la supervision de los productores y ahí termina la autoría del director de una película en el Hollywood más perverso.
Esto implica varias cosas. Que a este paso, Jonathan Mostow terminará filmando series de televisión, que dando luz verde a este tipo de proyectos, no me extraña que lo estudios estén en números rojos porque a ver, ¿qué tenía "Los sustitutos" sobre el papel?; a Bruce Willis, efectos especiales y un punto de partida interesante. Todo lo demás, créanme, es pura basura.

sábado, 17 de octubre de 2009

"Señales del futuro" de Alex Proyas. 2009


Tiene uno de esos puntos de partida absolutamente intrigantes. Un curioso ejercicio de clase provoca que llegue a manos de un astrofísico una sucesión numérica, aparentemente sin sentido, que una vez desentrañada, parece apuntar algunas de las catástrofes más importantes de la historia del hombre y lo que es más, señala tres catástrofes más cuando el astrofísico en cuestión da con el papelito de marras. Tela...
El asunto además gana puntos porque detrás está Alex Proyas, un director de tendencias peligrosas, responsable/culpable de la inefable "El cuervo", pero que expió todos sus pecados, fundamentalmente con "Dark City" y luego también, hay que admitirlo, con "Yo, robot", que con Will Smith y todo, la película estaba muy bien para lo que era, un producto de acción para el lucimiento de Smith.
A mi, visto lo visto, Alex Proyas me parece algo así como el hermano menor de Zack Snyder. Un director de tendencias modernillas, juguetón, aficionado a los fuegos artificiales, pero también, con un mínimo de inquietudes. Yo creo que Snyder tiene más inquietudes que Proyas, que es más arriesgado.
Dejando a un lado el generoso problema que implica la cada vez más molesta presencia de Nicolas Cage (¡por dios, que se cambie ese corte de pelo!), "Señales del futuro" es una película que se deja ver muy bien, intrigante, que conforme va avanzando va dejando al descubierto sus intenciones más cercanas a la ciencia ficción (el género que sospecho, más le interesa a Proyas) que a las paranoias existenciales tipo "23" (por cierto, ¡que estropicio de películas!). El film,
discurre con fluidez, no hay grandes hallazgos escénicos, ni grandes muestras de puesta en escena, en realidad, Proyas nunca ha destacado por esto. Lo que más interesa del cine de Alex Proyas son sus propuestas sobre el papel y como mucho, su conexión atmosférica, que es lo que tenía "Dark City". Tema y atmósfera visual estaban muy bien conexionadas. En "Señales del futuro" el asunto ya no está tan claro. En general es una película bastante convencional, lo único que llama la atención son, en todo caso, el principio y el final, que desvelan unas intenciones quizá, un pelín pretenciosas por parte de su director, algo así como pretender ser el Stanley Kubrick del siglo XXI. El hombre quiere, a veces surgen milagros como "Dark City", pero no le terminan de salir. Ese final de "Señales del futuro" suena a pretencioso y lo que es peor, no llega a calar.
Otro problema que tiene Proyas es que se deja seducir demasiado por las virtudes de la tecnología digital. Hay escenas, tan vistosas y a la vez, tan vacías, que ponen en evidencia las acartonadas intenciones del director. A veces parece, que sólo es eso lo que le interesa. Ese es el gran problema de esta película, que en ocasiones pone en evidencia lo mucho que le interesan los efectos visuales, poniendo a la altura del betún cualquier tipo de aspiración dramática. Ahora bien, no nos engañemos, "Señales del futuro" no es más que eso, distracción visual y poco más. Admite un disfrute adicional por que tiene un tema interesante, eso es lo que tiene Proyas, y porque hay cierta conexión entre su puesta en escena y su tema central.
En suma, película entretenida, cuyo final defraudará a algunos y quizá entusiasmará a otros, pero en cualquier caso un largometraje que no provoca la sensación de haber tirado por el retrete dos horas de nuestra vida.
Por cierto... Alex Proyas prepara otra aproximación al mito de Drácula. La idea es filmar un relato que combine la historia real de Vlad el Empalador histórico y las aventuras del Drácula literario. "Dracula. Year One". Tela...

miércoles, 14 de octubre de 2009

"Mar adentro" de Alejandro Amenábar. 2004


Cuando todo el mundo aplaude al unísono una misma película, es que algo huele a podrido, y no precisamente en Dinamarca. Yo siempre he dicho que la realización de una película como "Mar adentro" en un director como Alejandro Amenábar era como cuando Spielberg quiso ponerse serio y le salió "El color púrpura", después lo intentó de nuevo con "El imperio del sol", siguió erre que erre con "Always", hasta que llegó "La lista de Shindler" o "Inteligencia Artificial" sin antes, volver a tropezar con la misma piedra en "Amistad". O dicho de otro modo, si a Alejandro Amenábar le dan quince goyas y un Oscar por "Mar adentro", ¿cuando el hombre madure qué le van a dar? Porque, ¿alguien cree de verdad que Alejandor Amenabar a hecho su gran película? Yo no lo creo, en absoluto, aún es muy joven, aún le queda recorrido para llegar a su particular "Vértigo" o a su personal "Apolipsey Now" por más que aquí lo adoremos como maná caído del cielo.
En realidad, esta adoración generalizada en torno al cine de Amenábar viene, creo yo, de lo escasamente atractivo que le resulta al gran público el cine español en general. Y no es que lo diga yo, es que lo dicen las cifras todos los años. Cada vez menos gente ve cine español, el Gobierno sigue inflando las subvenciones, pero el público no ve cine español. Supongo que fundamentalmente, porque le aburre.
Entonces aparece Amenábar, un joven director que ha bebido cine de Hollywood desde que tuvo conciencia de su propia existencia y traslada sus modelos a España, "Tesis", "Abre los ojos", "Los otros" y desde luego, "Mar adentro". Por eso también, Hollywood le dio un Oscar, porque la película sigue al dictado las estructuras, las formas y los esquemas de la Tierra de los Sueños. Su planteamiento, sus pasajes intimistas en combinación con las ensoñaciones de Ramón Sanpedro, sus movimientos de cámara, su música (del propio Amenábar), todo, esta extraído de los modelos hollywoodienses. Y nosotros mientras, faltaría más, lo laureamos como nuestro tesoro más preciado sin reparar en el hecho de que el cine de Amenabar se alimenta de Hollywood, y no de España. Pero eso da igual, da dinero, y eso es lo que nos importa.
Y es una pena, que "Mar adentro" se articule en torno a modelos de Hollywood, porque a la película le hubiera venido mucho mejor una planificación más naturalista, menos cinematográfica, para un film con un elenco de actores insuperable (con la excepción de una moderada Belen Rueda) que le aporta a la película un tono costumbrista verdaderamente asombrosos y que hubiera podido calar mucho más hondo si Amenábar hubiera mantenido las distancias, hubiera calmado su cámara, hubiera filmado con una planificación más realista, planos más abiertos, más inestables, menos cuidadoso todo y algo más intuitivo, aunque hubiera sido en apariencia.
De este modo, a mi modo de ver las cosas, "Mar adentro" es un film hábil, muy hábil, como todo el cine de Amenábar, pero facilón. Su lágrima fácil se impone ante una historia tremenda que además aboga por cuestiones muy peliagudas con demasiada ligereza. O dicho de otro modo, que a Amenábar, como a "Mar adentro" le falta complejidad, densidad, lecturas, excitación, y no todo lo contrario.

lunes, 5 de octubre de 2009

"Watchmen" de Zack Snyder (2009)


No había visto yo "Watchmen" de Zack Snyder, cacareada superproducción de Hollywood de más de 130 millones de dólares que recaudó en todo el mundo poco más de 185 millones, poco, muy poco, para un largometraje de este calibre. Y lo cierto es que no me extraña, una vez vista la película de Snyder, porque "Watchmen", más allá de la carnavalescas apariciones de sus superpersonajes, es una película muy inusual. Los que me conocen saben que no soy ningún erudito del mundo de los cómic, pero a juzgar por las versiones que han sido llevadas al cine de sus novelas gráficas ("Desde el infierno" y "La liga de los hombres extraordinarios"), "Watchmen" es de lejos la más atípica y arriesgada. Y arriesgada es también, muy arriesgada es el film de Zack Snyder.
La verdad es que mientras estaba viendo la película por momentos tuve la sensación de estar viendo una obra maestra, una sensación de estar ante una producción casi vanguardista en su género pero entonces pasó algo, esencialmente pasaron dos horas y tres cuartos de metraje. Mucho. Pese a todo, me dejó un buen sabor de boca, de esos regustos que aguardan en el paladar hasta un segundo visionado, y esto es algo que no suele pasar todos los días.
Tengo la sensación de que "Watchmen" es en última instancia una película desequilibrada por sus aspiraciones, por su constante intento de configurarse como una obra cumbre por derecho propio, un pelín excesiva, sobre todo en sus formas, que a veces sobrepasa su discurso, tan trasgresor en ocasiones como convencional en según que momento. Lo que lleva a mi particular preocupación sobre el film en particular y su director Zack Snyder. Me preocupa Snyder, me preocupa que me esté tomando el pelo, si señor. No se si el director de "300" es un visionario realizador de formas exquisitas o un simple vendedor de fuegos de artificio. Sus películas, incluida "Watchmen" resultan visualmente muy seductoras para el ojo actual pero a la vez no se alejan demasiado de determinados -y muy criticados- estereotipos. Pero a la vez, las películas de Snyder suelen ser también propuestas parcialmente inusuales, con cierto riesgo, con ciertas complejidades y hasta ambigüedades dramáticas, lo que enriquecen el producto. Salvo "Amanecer de los muertos", que no pretendía ser más que un adrenalítico film de terror, muy bien rodado y a efectos prácticos, redondo, mejor incluso que el original de Romero. Por su parte "300" ya poseía cierta extrañeza en su propuesta, tanto formal como dramática, con apuntes tan interesantes como maneras sospechosas de estar dando gato por liebre. Pues bien, algo así pasa también con "Watchmen", sus cuidadas imágenes, sus constantes cámaras lentas y sus espectaculares efectos especiales me hacen sospechar que la película en el fondo, no es más que un puñado de palomitas para degustar una tarde de domingo, pero a la vez, su riesgo dramático y su perfecta comunión entre forma y contenido, su osadía a la hora de retratar a unos héroes muy poco heroicos, me hacen querer ver que "Watchmen" es algo más que un mero blockbuster.
Estoy seguro de que antes o después Zack Snyder bajará la guardia y se mostrara tal cual es, como un simple mago con chistera o como un cineasta con inquietudes, de momento, creo que hay pocas dudas de que al menos, Snyder es un director interesante, al que conviene no perderle la pista y algo que me dice que con la capacidad suficiente para que dentro de unos años, nos pueda ofrecer una obra maestra.