"El hombre lobo" es una película curiosa. Primero por tratarse de un film de encargo de cabo a rabo, es decir, una de esas películas de estudio en las que se percibe que tanto monta, monta tanto que su director hubiera o hubiese sido Joe Johnston o Perico el de los Palotes. Si la hipotética personalidad de un director tan llano como Johnston ya es de por si, eso, una hipótesis, en "El hombre lobo" no hay ni rastro de ella, de hecho y muy al contrario, hay demasiada sangre en la película para ser un film de Johnston. Segundo porque es bien sabido, la película debió de tener algún que otro problemilla de esos denominados, creativos, porque según parece a punto estuvo Johnston de mandar el film a hacer gárgaras para que lo firmara cualquier seudónimo razón por la que se montó y remontó hasta que todos quedaron relativamente contentos. Tercero por ser una película de terror de premeditado aroma clásico que surge en un momento en el que el género anda a la deriva. La Edad de Oro del cine de terror ya pasó, los éxitos como "Drácula de Bram Stoker", "Scream" o "El sexto sentido" ya forman parte de la historia, lo que por necesidad implicaba cierto riesgo a la ahora de producir un film sobre el hombre lobo que además no pretendía reinventar el mito ni nada de eso, más bien, a lo que aspiraba era a retroalimentarse de la mítica del título original de la Universal. Es cierto que en este sentido lo que "El hombre lobo" buscaba bien se podría equiparar a una película como "Drácula de Bram Stoker", aunque con la radical diferencia de que por desigual que fuera "Drácula", Joe Johnston no es Francis Ford Coppola, y eso siempre va a pesar y más aún ante un film de encargo como este en el que seguramente Johnston filmó bajo la amenazante presencia de un productor que no le quitaría el ojo de encima y que raudo se llevaría el material para montarlo él, o los suyos, a su manera.
Pero bueno, a lo que vamos, ¿qué tal está "El hombre lobo" según los parámetros del Hollywood del 2009?. Pues..., regular. Regular porque no es un espanto de película, lo cual, francamente, se agradece. Y regular porque el film de Johnston no aporta nada..., de nada. Ni en lo argumental, ni en lo dramático, ni en lo efectivo, por más que el equipo de diseño de efectos visuales viniera presidido por Rick Baker, el mago todopoderoso de los legendarios efectos de "Un hombre lobo americano en Londres". Pero ¡ay!, los tiempos han cambiado. ¡Cuando beneficio y a la vez, cuando daño ha hecho el ordenador en el cine!. Y "El hombre lobo" es un buen ejemplo. Por un lado, la película de Johnston se preocupa por conservar el modelo clásico del licántropo, en el que el hombre lobo es eso, un hombre con apariencia lobezna en contra de esa tendencia en la que en un hombre lobo se transformaba en un lobo..., humanazoidamente..., grande... Pero a la vez, el hombre lobo de Johnston resulta demasiado plastificado, demasiado digitalizado, de modo que pierde la carnalidad que sí poseían películas como "Un hombre lobo americano en Londres" o incluso "Aullidos" por discutidas que sean.
6 comentarios:
Pues entonces quizás la vea por el papel que hace Hugo Weaving. A mi me sigue encantando la trilogía canadiense Ginger Snaps, para mi lo mejorcito en cuanto a películas de hombres lobo (bueno, en este caso mujeres) y una cuyo título no recuerdo que salían Michelle Pfeiffer y creo que Jack Nicholson. Era buenísima.
Un saludo :)
Ante todo, bienvenida a mi humilde blog.
No he visto Ginger Sanp aunque sí que he leído sobre ella y la tengo en lista de espera (y van...). En cuanto a ese film que mencionas de Nicholson y Pfeiffer se trata de "Lobo" de Mike Nichols, que a mi, personalmente, no me gustó nada más allá de sus primeros y prometedores primeros minutos... Aunque bueno, para gustos...
A mí, como imaginarás, ninguna película del hombre lobo me ha gustado. La última que vi fue una de las primeras que se hicieron, la de Universal, y en fin...
Ay, Tomas, Tomas...
¿Tampoco te gustó "En compañía de lobos"?
No, tampoco... No la volvería a ver.
Qué cosas tienes Tomas, qué cosas tienes...
Y eso que te gusta el buen cine, que me consta....
Publicar un comentario