No hace mucho vi una simpática película ciertamente sanguinolenta titula "Desmembrados" que también hace más o menos el mismo tiempo comenté en este, mi humilde blog. "Desmembrados" era una suerte de programa doble al estilo del "Grindhouse" de Tarantino y Rodriguez que iba acompañada del título que hoy nos ocupa, "Ovejas asesinas" puesto que aquella película me resultó simpática, era cuestión de tiempo ver la citada "Ovejas asesinas".
Lo cierto es que la película de Jonathan King, ya de entrada, se distancia considerablemente de "Desmembrados" en su mero y simple punto de partida. Su título lo dice todo, unas ovejas que son asesinas. Tela... Era lógica matemática que si "Desmembrados" era un título divertido (con sangre pero divertido), "Ovejas asesinas" fuera un completo disparate, ¿no?. Bueno pues si, y no. El principal problema de la cinta de King radica, creo yo, precisamente en la desigual seriedad con el que su director se toma semejante empresa y el fallido sentido del humor con el que trata de salpicar un relato que sin humor, es imposible que llegue a buen puerto. "Ovejas asesinas" resulta en su punto de partida demasiado solemne, demasiado seria, casi trascendental, y sus golpes de humor no llegan a cuadrar, no funcionan. El resultado es por tanto un film muy desigual y no por su tosquedad en los actores, su propuesta descabellada o su guión sujeto con hilos, porque con eso casi que contábamos. Su problema es su "tono".
Con mucho, lo peor, lo peor de lo peor que le puede pasar a una película como "Ovejas asesinas" es que termine resultando aburrida. Eso es algo imperdonable. De hecho, quien tenga curiosidad por un título como este entiendo que puedan pensar que es imposible que una película sobre unas ovejas que se comen a la gente y convierten a sus víctimas en monstruosas ovejas gigantes, pueda resultar aburrido. Pues si caballeros. De entrada, lógicamente, el film despierta cierto interés, pero conforme avanza y vamos viendo como su director transforma hilarantes situaciones en grotescos conatos de cine presumiblemente serio la película naufraga estrepitosamente. De hecho, "Ovejas asesinas" recuerda por momentos al Peter Jackson de los inicios (no en vano, Jackson y "Ovejas asesinas" con neozelandeses), pero sin ese punto de hilaridad del director de "Briandead". También resuenan levemente los ecos del Sam Raimi de "Posesión infernal", sobre todo en el personaje de Angus Oldfield, interpretado por Peter Feeney y que parece una curiosa actualización del particular rostro de Bruce Campbell, pero ni King ni Feeney tienen la frescura y la compenetración de Raimi y Campbell.
En suma, una película ciertamente mediocre, no es la mayor basura de la historia, pero si que resulta a todas luces un film olvidable y como decía un amigo mío, apta para pirómanos..., para que quemen el celuloide del largometraje, se entiende...
2 comentarios:
Buenas
No la voy a ver, pero estoy totalmente de acuerdo con tu comnentario. Hay películas de terror "gore" salpimentadas con humor que son tronchantes.
Recuerdo una que la echaron por la tele en sesión de madrugada que la vi por casualidad. Creo que se titulaba "cena sangrienta" o algo así y era de dos hermanos que tenían un restaurante en el que iban matando gente y la servían luego como plato principal. Era muy mala y muy cutre, pero me estoy acordando de la escena en la que hacen una cabeza rebozada y me estoy riendo.
Un saludo
Si, Reisman, esas películas, es verdad, que tienen su punto, y como esa "Cena sangrienta" (título provisional entre tu y yo hasta que se confirme lo contrario) si uno se troncha, pues estupendo, pero cuando no hay gracia...
Un saludo.
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