jueves, 6 de agosto de 2009

"Déjame entrar" de Tomas Alfredson (2008)


Rara, rarísima vez se suele uno topar con una película de la naturaleza, la templaza y el nivel de inquietud que "Déjame entrar" verdadera sorpresa de la temporada filmada por el sueco Tomas Alfredson, un nutrido realizador forjado en la televisión. ¡Quien lo diría! Si la caja tonta suele formar a cineastas con más nervio que pulso, con Alfredson el asunto le ha salido al revés y el director sueco ha demostrado con "Déjame entrar" que más vale calma que prisa. Quizá desde "Los extraños" (un film tal vez más convencional pero no menos perturbador) no se veía asomar por las pantallas de todo el mundo un largometraje tan sólido y perturbador como el filmado por Alfredson.
Lo cual, de entrada demuestra una cosa, aunque el tema de los vampiros sea uno de los más recurridos de la historia del cine, aún se pueden decir cosas nuevas, y se pueden decir, de forma también nueva. "Déjame entrar" nos cuenta la extraña historia entre un niño, Oscar, y una niña, una vampira de, se supone, doce años. La idea, no podía ser más truculenta pues la infancia, supone una interesante y acertada aproximación a la temática vampírica debido a que los vampiros (y esto es algo que no siempre se ha entendido bien), son una personificación de un montón de cosas, sobre todo relacionadas con la moral. Bien es ciero que la novela original en la que se basa la película, abordaba cuestiones más bien espinosas acerca de la pedofília que "Déjame entrar" omite veladamente como si no fuera con ella aunque se deje oler cierta... atmósfera. cierto... aire..., no se... cierta... perversión...
En suma..., es cierto eso que dicen por ahí, "Déjame entrar" es una gran película, es un film complejo, con inquietudes, con propuestas, con ideas, con..., cosas que decir...y eso..., aunque parezca mentira, es raro de encontrar. No se la pierdan...

9 comentarios:

Wunderkammer dijo...

Una de las mejores películas que he visto este invierno por no decir la mejor. Al principio me resistía por ser de miedo pero ante las buenas críticas no me pude resistir.
Me gustaría mucho poder leer el libro así que si lo encuentro estos días me lo leeré con avidez.

Ramón Monedero dijo...

Yo también estoy seriamente tentado a leerme el libro... iré a por el, si...

Tomás Serrano dijo...

Bueno, el primer encontronazo de la temporada... Justo la vi anoche y me pareció aburrida, sin tensión (una cosa es pegar sobresaltos subiendo el volumen de la música tipo americano y otra esta frialdad que te distancia demasiado). Es una especie de "El niño del pijama de rayas" en género fantástico. Decepcionante.

Miguel de Diego dijo...

No sé si fui a verla con demasiadas expectativas pero me acabó desilusionando, me pareció una buena película pero nada más.

Durandarte dijo...

El vampirismo es algo muy serio para dejárselo a los adolescentes, incluso para dejárselo a adultos como Alan Ball (confieso mi fervor por A dos metros…, pero no conecté con la primera temporada de True Blood). Es en el territorio de la infancia donde se da la dosis imprescindible de perversidad, y dominar ese espacio oblicuo e indefinido es lo más complicado: los mejores cuentos lo hacen. Y este lo es; frío y sugestivo, visualmente hermoso, ambiguo y terrible, contado (filmado) en un tono medio que hace pocas concesiones a lo aparatoso y que se desliza inquietante, no me resisto a decirlo, entre Kaurismaki y Neil Jordan .

Saludos

P.

Major Reisman dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Major Reisman dijo...

Buenas

Pues justo ayer la acabe de ver y...

Coincido en que es bastante maja, sobre todo en el aspecto de contar algo muy trillado pero de forma diferente. Y que encima se haya hecho con cuatro coronas suecas, mejor que mejor.

Pero

Tampoco es para tanto. Los niños lo hacen bien, pero el resto de actores realizan una interpretación realmente patética (y no me vale que son suecos). Adicionalmente el guión tiene alguna que otra laguna que no se la pasaríamos a una producción yanqui.

Notable, no sobresaliente

Por cierto, me pareció predecible, uno de los peores errores que pueda tener una película de terror.

Un saludo y seguid disfrutando del verano

Ramón Monedero dijo...

Bueno, no todo el monte puede ser orégano, además, cuanto todo el mundo aplaude al unísono una misma película soy de los que piensa que "algo huele a podrido..." y no precisamente en Dinamarca...
La película, que habría que verla con más detenimiento, es en esencia, a mi parecer, perfecta, porque con lagunas y todo consigue el gran reto de abordar lo mismo de siempre desde una óptica distinta y no solo eso, sino también alterando ciertos códigos propios del género, de entrada, el extenso manto de nieve blanca que cubre todo el film. La relación entre los niños me parece fantástica y el final, tengo que decir que me parece que está filmado con una valentía y una sobriedad que haría palidecer a más de una vaca sagrada abonada a los festivales, y revisible... bueno..., yo, cuando veo que la película continua vi venir lo del número de la piscina (pero nunca que lo rodarían así) pero lo que no me esperaba era lo de la huida de ambos chavalines a recorrer mundo, ¡madre mía!, un ""Déjame entrar" podría ser la bomba!!
Lo siento..., me gusto mucho, si...
Por cierto Durandarte, completamente de acuerdo contigo. El vampirismo es una cosa muy serio y los niños, los psicópatas más potenciales de la historia del hombre.

Major Reisman dijo...

Buenas

Terminando ya las vacaciones (¡Qué poco dura lo bueno!).


Ojo, voy a contar detalles del argumento.



Lo de "predecible" también iba porque me esperaba el que se fueran juntos. No es por dármelas de listo pero el "padre" de la cría-vampira tiene toda la pinta de que también fue un niño de 12 años en un tiempo muy lejano.

Por cierto, hay una curiosa relación entre vampiros y nieve. Cuando leí lo del manto blanco me ha venido a la cabeza "El baile de los vampiros".

Un saludo