lunes, 1 de diciembre de 2008

Cine y publicidad


Anoche pasaron por televisión "The Queen" del siempre estimulante Stephen Frears. La vi en tve 1, lo que en principio, garantizaba cierto uso y abuso de la publicidad, pero ayer me di cuenta de que las cosas han cambiado definitivamente y que ya no hay vuelta atrás. Recuerdo cuando tenía 15 años y grababa una película de sangre en el vídeo mientras mis padres veían el debate de turno. Sólo había una tele en casa, bueno había dos, pero la secundaria era fea, pequeña y no se veía bien. Ahora sería impensable grabar una película por varias razones. La primera es que el DVD nos ha arrebatado esa santa costumbre, los DVDs grabadores no se prodigan. Tampoco parece merecer mucho la pena cuando gracias a inventos como el emule, uno tiene acceso con bastante facilidad a una generosa oferta cinematográfica de cine moderno y clásico. Por si fuera poco, tampoco apetece demasiado ponerse a grabar nada cuando vemos como en mitad de una película, las cadenas filtran publicidad, avances y a este paso sólo les faltará i adelantando como cierran las bolsas de todo el mundo. Pero es que además, tampoco interesa demasiado grabar una película cuando por ejemplo ayer, un film como "The Queen" que dura 97 minutos, es decir, 1h. y 37 minutos, se transforman en su salto a la pequeña pantalla en toda 2 horas y media. Vamos, que uno se dispone a ver "The Queen" y cuando se va a dar cuenta resulta que ha visto "El señor de los anillos".
Una vez le escuche decir a ese singular personaje que es Carlos Pumares, que en la tele eran muy buenos, porque entre publicidad y publicidad, nos ponían trozos de película. En cuestiones de publicidad y que agarrarse a los machos. Es de dominio público que a lo extremos a los que se ha llegado en España son a todas luces ilegales, pero también es de dominio público que la pena les sale rentable a las cadenas, en comparación con lo que ingresan por esa publicidad. Ahora, cuando te dicen cosas como "1 anuncio y volvemos" o "volvemos en 2 minutos", el asunto tolerable. El problema es cuando se advierte que "volvemos en 6 minutos", a partir de ahí el asunto se hace ya bastante insostenible y si simple y llanamente, no dicen nada, échate a temblar, podrás preparar la cena, empezar a leer un libro, recoger un poco el salón, hacerle mimos a tu pareja y si se tercia, experimentar el éxtasis del esplendor en la hierba que cuando te vuelvas a poner frente al televisor, sólo si tienes suerte, tu programa preferido habrá empezado o estará a punto de hacerlo.
Pero si hay un asunto flagrante, ese es sin duda en Antena 3. En cuanto a duración, espacios, y parones en una película, todos discurren más o menos igual, pero Antena 3 es otra -vergonzosa- historia. En una película, cuando el héroe está a punto de hacer volar en mil pedazos la fortaleza del malo para inmediatamente después, coger a la chica y besarla antes del final de la película, Antena 3, tranquilamente, te corta la película, y te hace engullir entre 20 y 30 minutos de anuncios. Recuerdo un caso concreto con "Independence Day". Aquella película que en su día vi un par de veces y me dije, me prometo a mi mismo no volverla a ver, bastante carga es haberla visto dos veces, me la tropecé un día en Antena 3. Era la batalla final y como David Arnold está en todo lo suyo en esta película, me quedé a ver los minutos finales. ¡Ni de Blas! como dice mi novia. Justo antes de que la nave nodriza estalle en mil pedazos mientras los buenos huyen a toda velocidad por los recovecos de la nave alienígena, Antena 3 cortó la película para los consabidos mensajes publicitarios. Yo no esperaba que el asunto se alargara demasiado, al fin y al cabo a la película le quedaban un par de minutos si llega. Pues bien, me acosté sin terminar de verla.
Ahora, estoy teniendo la ligerísima impresión de que se está tratando de amainar un poco el asunto. Y aunque sea una medida agradecida, por más que aún veamos demasiadísima publicidad, el asunto es incompatible con el cine. Ayer, viendo "The Queen", que me pareció una película correctísima con un ritmo impecable, fue literalmente desmembrada por los parones publicitarios. ¿Cómo puede haber progresión dramática?, ¿ritmo?, ¿tempo? en una película literalmente diseccionada por la publicidad. Es insufrible, inadmisible de hecho, apunto estuve de no ver el film de Frears precisamente porque cada día que pasa, menos me apetece ver una película en televisión con publicidad incluida. Es una herejía, es un pecado. Eso, eso no es cine.

5 comentarios:

Tigretón dijo...

Sabía que ponían la película y estuve a punto de "picar" y verla. Sin embargo, estoy harto de engancharme a una película y terminar a las tantas.

Muchas veces después de la publicidad no recuerdas exactamente en que punto estabas. ¿Y las interrupciones cuando faltan sólo dos minutos de película? Te dan ganas de defecarte en la progenitora del programador, realizador, en el anuncio y en quién sea

El gran Chicho Ibáñez Serrador (un genio de nuestra TV) decía que hacía tiempo que había dejado de ver la televisión, incluso las películas, y que sólo veía DVD y vídeo. Es que va a ser lo mejor. Eso y los canales de pago.

Es lamentable la escasez de filmes de calidad en la televisión, incluso que las películas programadas tengan que tener una antiguedad menor a cuatro o cinco años (por supuesto los clásicos están "prohibidos"), y encima que las pocas buenas que hay las troceen de esta manera (y aparte de no cumplir nunca los horarios de comienzo o programar cosas no previstas)

¡Ah! Los viejos tiempos de la Transición y posteriores (recuerdo la época de Pilar Miró al frente de TVE): Los Sábados 2 películas, una después de comer tras los dibujos animados (buena y no las ñoñerías de ahora o las lacrimógenas TV movie que se acostumbra), y luego "Sábado Cine" por la noche; Domingos: Una película después de los dibujos de las tres de la tarde. Interrupciones las justas. Luego "Qué Grande es el Cine", una gran apuesta de Garci en la TV pública, fenomenal.

Las ansiadas privadas lejos de la calidad que se suponía traería la competencia, trajeron un desmadre, y al final toda la programación televisiva es un desastre (con algunas excepciones)y las películas
y la publicidad excesiva son una prueba

Ramón Monedero dijo...

En efecto Tigretón, la televisión ahora es un baile de spots, cifras, basura, amarillismo y cine de actualidad, poco importa que sea bueno o no, de actualidad. Recuerdo los ciclos que siempre pasaban por la dos, ya fueran de Hitchcock, John Wyane o John Ford (que para el caso casi es lo mismo), James Stewrt, en fin...
La verdad es que hay un preocupante deficit de cine clásico en las parrillas de todas las televisiones. Es cierto que ese cupo lo cubren las temáticas pero por ejemplo yo, no pillo casi canales temáticos.
En ese sentido la verdad es que yo soy más como Chicho, veo mucho cine, pero en DVD, cada día me fastidia más ver una peli e televisión y muchas ganas tengo que tener de verlas para picar. En fin..., hasta la próxima supongo.

Kenny dijo...

Sólo tengo una palabra: VERGÜENZA.

Puede que haga tres meses que no veo la televisión. Es cierto que la utilizo mucho, pero sólo veo dos canales: AV1 (Wii) y AV2 (DVD).

No me extraña que cada vez más se dé esta situación:

- Sergio, ¿sabes que película ponen esta noche?
- ¿Cuál?
- "La reina" (p.ej.)
- ¿Sí? Pues me la voy a bajar y la vemos.

Un desastre...

Athena dijo...

Totalmente de acuerdo con todos ustedes. Lo más alucinante es que hagan esos auténticos afrentos (porque no se pueden llamar cortes) de mala manera en sus propias producciones, a mitad de una escena. Lo sé porque alguna vez he tenido que grabarle alguna serie a mi madre y he intentado quitarle los anuncios, con lo que me he encontrado con estas cosas.

Ramón Monedero dijo...

Kenny, yo también uso con muchísima frecuencia los canales AV1 y AV2 de la televisión, prácticamente no hago otra cosa. De todos modos creo recomendable que de vez en cuando, aunque sea muy de vez en cuando, ver una película por televisión, porque el mundo y sos cosas van cambiando y el otro día mismo, cuando vi "The Queen" noté cierto cambio, cierta moderación, aún muy superficial, pero creo que la semilla estaba por allí...
Athena, lo de grabar quitándole los anuncios a día de hoy es un disparate. Yo también tengo cientos de cientas VHS con verdaderas joyas grabadas en LP con anuncios arrebatados al metraje y forzosas cortinillas de niebla entre corte y corte. Que tiempos aquellos...
Jolín, deben ser los años, pero... ¡pues no añoro aquellos años!