jueves, 4 de diciembre de 2008

Cerveza y cine



Hablar de auteurs, tendencias y géneros cinematográficos no sirve de nada si uno de vez en cuando, no se detiene un poco en las banalidades de este mundo, en esas películas que muy bien se podrían etiquetar como encefalogramas planos, películas hechas por una neurona y para una neurona, donde sólo hace falta una buena compañia -a veces ni eso- y una bolsa de palomitas relegando nuestra materia a gris para mejores menesteres. No hay que avergonzarse de ello, el cine también es banalidad y a veces es sano y todo, zambullirse en ella. Pero siempre con moderación, eso si.
Esto viene porque recientemente me he topado con un blog de cerveceros que como veréis, ya está incluido en mi lista de blogs y que a su vez, me ha abierto la puerta a otros blogs realmente interesantes sobre este inimitable néctar de los dioses. Esto me ha recordado que de igual forma que se ha escrito, y bastante, sobre cine y vino por ejemplo, el matrimonio entre cine y cerveza es, curiosamente, bastante más escaso. Ya se sabe, la cerveza goza de una fama muy particular, bebida intrascendente para todos los días con el interés justo completamente ajeno a los exquisitos paladares del vino, caldo mucho más elitista.
Pero resulta que por el mundo hay gente que estamos enamorados de la cerveza más allá de la caña servida en vaso congelado (gravísimo error por cierto). Sobre todo cuando uno ha tenido la oportunidad de saborear cervezas DE BARRIL y no embotelladas, que hay un abismo, de Alemania, Bélgica y muy especialmente la República Checa, verdadera capital cervecera del mundo. El caso es que si uno se pone a relflexionar un poco sobre el tema, salvo dramático olvido, que muy bien podría darse (pues no soy yo bueno olvidando cosas ni nada), en esto del cine la cerveza rara vez ha disfrutado de un lugar de cierta importancia. Suele hacer acto de presencia en películas que se desarrollan en Irlanda, pero lo cierto es que no suele ocurrir lo mismo cuando un film se rueda en Alemania. Por ejemplo, en "El juicio de Nuremberg" se podía ver a unos alemanes disfrutando de una buena jarra de cerveza mientras el juez que interpretaba Spencer Tracy se preguntaba qué estaban juzgando, al régimen nazi o a un pueblo entero. Sin embargo, en una película tan alemana como la desternillante "Uno, dos, tres" si no recuerdo mal, la cebada fermentaba brillaba por su ausencia y de hecho, resulta muy raro ver en una película sobre nazis a un general de la SS fuera de servicio tomando una buena cerveza. Si hay películas por ejemplo, que pueden desarrollar toda su núcleo dramático en torno al vino, "Entre copas", pero la cerveza, parece una bebida demasiado mundana como para dedicarle un film, y más aún, un film de prestigio.
Buena prueba de ello es "La fiesta de la cerveza. Beber hasta reventar" (en la imagen). Yo tengo que admitir que en circunstancias normales, lo más probable es que no hubiera visto esta película, pero mi afición por la cerveza y mi gusto por el celebérrimo Oktoberfest, fiesta de la cerveza anual que se celebra en Munich y al que a Dios pongo por testigo, algún día iré, me llevó a alquilar y contemplar el citado film de Jay Chandrsekha. La película desde luego, pone en evidencia lo que antes comentaba, la relación cerveza-populacho. La sinopsis no puede ser más simple: grupo de irresponsables americanos que viajan al Oktoberfest de Munich, allí dan con un garito secreto en el que se celebra una especie de cumbre de cerveceros, en donde amantes de la cerveza de todos los rincones del mundo compiten por ver quien puede beber más cerveza sorteando algunos obstáculos, ciertamente descacharrantes. La primera vez que los americanos de rigor se dejan caer por allí son derrotados miserablemente, hiriendo el orgullo de más de uno. De modo que los protagonistas, deciden reunier a los mayores y mejores cerveceros que conocen en su ciudad natal, algunos de una calaña ciertamente discutible, para tirarse todo un año entrenando. Se pueden imaginar...
Lo curioso de todo el asunto es que al final, la película fue divertida y todo hasta el punto de que fue una de mis propuestas para el aún inédito MARATÓN´08 , acontecimiento cinematográfico del año por estas latitudes que ya comentaré algún día a aquellos que no lo conocéis que pensándolo bien, sospecho que sois los menos. El caso es que si uno está curado de espanto y puede digerir con moderada tranquilidad cosas como "American Pie", el asunto tiene su punto. Hay algunos chistes que son ciertamente ocurrentes pero el asunto parece querer prestar más atención a situaciones como la sospecha que se cierne sobre los protagonistas de que la abuela de uno de ellos era una prostituta en Alemania, sospecha que se acrecenta cuando la abuela manosea una salchicha alemana y asegura que no se puede ir a la cama si no es con una salchicha –que la verdad, tiene su gracia- y desde luego el film no pierde la oportunidad de despojar a una bella tirolesa de su blusa para dejar al descubierto sus notables atributos nada más empezar el film, aunque insisto, en conjunto el asunto, resulta bastante tolerable.
A grandes rasgos, la película entronca perfectamente en esa tendencia actual de la comedia moderna americana enraizada en el caca, culo, pedo, pis o si lo prefieren, lo políticamente incorrecto. Una expresión que años atrás gozaba de su prestigio y todo, pero que ahora se ha convertido en un peligroso apelativo para describir comedias descacharrantes, en la mayoría de los casos con muy poca gracia del estilo de "Dos colgaos muy fumaos", "American Pie" o "Gigolo" desterrando a verdaderos genios de la ofensa pública como Kevin Smith o Trey Parker.
Pero el caso es que "La fiesta de la cerveza. Beber hasta reventar" no se zambulle tanto en chistes de rollo sexual-vulgar como se podía esperar y el largometraje en si termina por estar más cerca de cosas como "El club de los chalados" que de "Scary Movie" lo que ya es todo un logro. En todo caso "La fiesta de la cerveza. Beber hasta reventar" confirma lo dicho, la cerveza parece demasiado mundana como para dedicarle un film digamos, serio. Insisto, salvo dramático olvido...

6 comentarios:

Tigretón dijo...

A estas horas (casi las 2 de la tarde), y dado el día que es (viernes y vísperas de fin de semana con puente) y esto de ver un post hablando de cerveza, me está entrando un "mono" que no veas, se me está haciendo la boca agua, o mejor dicho cerveza. Desde luego siempre es agradable leer a un entendido como tú en el cine (y en la cerveza, por supuesto) hablando sobre este tema (y sobre otros)

En cuanto a la película que dices, "La fiesta de la cerveza. Beber hasta reventar" era una de las que esperaba (diría que con ganas y curiosidad) para el Maratón '08, que parece que finalmente (y dadas las fechas que estamos y las circunstancias) no se celebrará. Viva el Maratón 09, y esa película habrá que verla en ese próximo ¿no?

El trabajo está flojito está mañana, así que voy a ver si termino antes de tiempo y me tomo una cerveza... ;)

Ramón Monedero dijo...

Bueno, que yo me voy a tomar mínimo, dos o tres está mañana, lo sabe san Dios. te agradezco muchisimo tus palabras pero si entiendo algo de cine, y tampoco demasiado, no entiendo de cerveza ni la mitad de lo que me gustaría, a mi sólo me gustan las Pilsen y eso es un muro obstáculo bastante importante.
En cuanto al Maraton´08, creo que podemos decir "¡¡El maratón´08 ha muerto, viva el maratón´09!!"

Antonio Rentero dijo...

¿Preparamos un guion titulado "Entre cañas"?

Son un pequeño grupo de amigos que ante la inminente boda de uno de ellos deciden irse de viaje unos dias por la zona cervecera centroeuropea y...

:-)

"¡¡El maratón´08 ha muerto, viva el maratón´09!!"

Joder, te juro que antes de leer tu comentario iba a escribir lo mismo tras leer el del Tigre :-)

Ramón Monedero dijo...

Me gusta ese primer esbozo de "Entre pintas", diría yo...
En cuanto al Maratón..., sufrimos en silencio, todos juntos, a la espera de una manifestación del Consejero Mayor, nunca mejor dicho....

Antonio Rentero dijo...

Ramón, tenemos que juntarnos tú y yo con el KaunseLord Javi y preparar un guión de "Entre pintas"...

Ramón Monedero dijo...

Ni mil palabras más, imagino que el mejor entorno para semejante empresa debría ser un contexto cervecero tipo "La cueva de la cerveza" no?