John McTiernan lleva cinco años sin ponerse detrás de una cámara. ¿Las razones? Un turbio asunto más propio de una novela de James Ellory. Hace ya unos años saltó la noticia de que el FBI estaba investigando a un tal Anthony Pellicano, al parecer, un escurridizo detective privado de Los Angeles y un nombre muy recurrido entre las estrellas de cine. Pellicano había trabajado para figuras de la talla de Kevin Costner, Michael Jackson, Tom Cruise y hasta Bill Clinton. Pero el problema no era este, sino sus métodos de trabajo basados en la coacción, la extorsión, las escuchas ilegales y la violación de media docena de leyes federales tendentes a la intimidad de los ciudadanos del estado de California. Finalmente, Pellicano ha sido condenado a 15 años de carcel. ¿Qué donde encaja en todo esto John McTiernan? McTiernan (en la imagen, camino del juzgado) fue uno de los personajes de Hollywood que contrató los servicios de Pellicano, al parecer, para que este espiara a los productores de "Rollerball", señal más que evidente de que aquella película tuvo que ser una verdadera escabechina más allá de su limitado interés cinematográfico. Pues bien, cuando el FBI estaba investigando a Pellicano entrevistó a McTiernan y el director de "La jungla de cristal" tuvo la desafortunada idea de mentir a los federales y negar que él hubiera requerido los servicios de Pellicano. Craso a error. En Estados Unidos mentir al FBI es un delito federal bastante feo, por lo que finalmente además de Pellicano, McTiernan ha sido el único daño colateral afectado por este embrollo y ha sido condenado a pagar una multa de 72.000 euros y a dos años de libertad vigilada habiendo estado, según creo, entre rejas ya durante cuatro meses.
Ignoro hasta que extremo puede afectar esta nueva situación a McTiernan y más aún en un país donde gente como Abel Ferrara se vea obligado a suspender un rodaje para tener que asistir in extremis a una clínica de desintoxicación. Probablemente no le afecte demasiado, no lo se, en cualquier caso es una pena para un director de la capacidad y la inventiva de McTiernan. De momento, en imdb, figura tres proyectos supuestamente en marcha: "Run" que habría estado prevista para el 2008 pero obviamente, no ha sido así, "Deadly Exchange", supuestamente para el 2009 y "The Camel Wars", un film sobre la guerra de Irak previsto para el 2011.
Una pena, porque John McTiernan es con diferencia uno de los mejores directores que actualmente deambulan por Hollywood filmando cine de acción sin complejos. McTiernan es como me dijo hace año mi buen amigo Pedro (aunque creo recordar que tiempo después de desdijo), John McTiernan es hoy lo que Michael Curtiz fue en su día, es decir, un director perfectamente capaz de filmar lo que le pongan por delante, el artesano perfecto, escasamente problemático, con un ideario visual y dramático bastante personal, y con una buena sintonía con las taquillas de todo el mundo.
John Campbell McTiernan Jr. es un cineasta poco usual desde su propia cronología. Nació en Nueva York el 8 de enero de 1951 (el mes que viene cumplirá 57 años). Muy al contrario de lo que uno se podría imaginar, McTiernan se gestó en los escenarios neoyorquinos. El padre de McTiernan era cantante de ópera y a los 8 años el pequeño John ya estaba actuando y años después terminó siendo diseñador y director técnico de la Manhattan School of Music. Poco después McTiernan dio el paso a la publicidad filmando spots publicitarios hasta que le llegó la oportunidad de dirigir un largometraje. Tenía 35 años, nada que ver con los directores precoces que hoy día saturan nuestras pantallas y acumulan más aplausos de los que probablemente se merezcan y rodó "Nómadas" (recién editada en DVD), una película de terror con un incipiente Pierce Brosnan que pasó inadvertida.
Al menos, "Nómadas" le sirvió a McTiernan para que su nombre se tomara en consideración a la hora de barajar un director para un film que el temido Joel Silver estaba preparando; "Depredador". McTiernan se hizo con el proyecto, un proyecto difícil dado que nacía a la sombra del éxito "Alien" y además se suponía, era un film al servicio de su estrella protagonista, Arnold Schwarzenegger. John McTiernan reconoce que fue en "Depredador" el rodaje donde más aprendió. Según parece el McTiernan no se separó en todo el tiempo de Donal McAlpine, director de fotografía y que lo instruyó en cuestiones de lentes, objetivos, encuadres, etc...
McTiernan aprobó con nota su primer film de repercusión internacional. "Depredador" no sólo fue un éxito, sino que además, McTiernan consiguió salir indemne a un rodaje de una película de Joel Silver, un productor conocido por su tendencia a meter las narices donde no debe. El film destila una fuerte esencia hawksiana en tanto a su concepto de grupo de hombres cerrado, amistad, lealtad. Pero además McTiernan, consigue exprimir de la jungla una extraña sensación de pesadilla claustrofóbica que rara vez se ha podido ver en un film de ribetes bélicos.
El éxito de "Depredador" le abrió las puertas a McTiernan para ponerse detrás de otro gran proyecto de la factoría Silver, por aquellos años el Bruckheimer de los 80, "Jungla de cristal". Otro éxito atronador y otra gran película de McTiernan, una atinada mezcla de "Rambo" y "El coloso en llamas" que inauguró la fiebre "terroristas que secuestran un...". McTiernan puso también de manifiesto su interés por contar historias de acción protagonizadas por, y esto es importante en un género tan dado a la banalidad, seres humanos, personajes frágiles, que sangran y se derrumban. Además, McTiernan terminó de construir su particular estilo visual ya presente en "Depredador", cámara inquieta, rodando con la mente puesta en el montaje, escenas de acción perfectamente planteadas y resueltas y un inusual cuidado a la hora de configurar un plano, situación de personajes, movimientos de cámara, movimiento de los actores. Todo un logro al tener detrás a alguien como Silver, que según el propio McTiernan estaba obsesionado con los tiroteos y los cristales rotos. Cuenta el propio director que plegándose a las exigencias de Silver de que abundaran las ensaladas de tiros, McTiernan filmó en "Depredador" y "La jungla de cristal" dos escenas en las que varios personajes se lían a pegar tiros pero no consiguen nada. Yo quería poner en evidencia la inutilidad de las armas, Silver quedó muy contento de contemplar tantos casquillos saltando por los aires, diría McTiernan años después.
Dos años después John McTiernan dirigiría la primera película basada en las novelas de Tom Clancy, "La caza del octubre rojo". La película es un perfecto y magnífico ejemplo de cine de espías bien hecho. Como antes se hacían las películas de acción. Se nota que Silver ya no estaba detrás pidiendo tiros y más tiros. Recuerdo una crítica de la época que decía McTiernan consigue algo inaudito con esta película, mantener el interés durante dos horas sin que ocurra nada excepcional. Una película que pienso, ganará con los años y una muestra del mejor McTiernan.
En 1992 John McTiernan está cómodamente situado en Hollywood y se siente con las fuerzas suficientes como para acometer un film más personal y menos esclavo de la acción y el suspense. "Los últimos días del edén" es un largometraje insólito, en general muy poco apreciado pero muy bien dirigido. El director de "Depredador" regresó a la misma jungla en la que rodó está película y demostró que según como se ruede una jungla, esta puede inspirar pavor o clemencia. McTiernan dio en el clavo. La película no hizo demasiado ruido pero la esencia mctiernaniana seguía presente en su cámara.
En 1993 vendría el dramático punto y aparte de John McTiernan. Arnold Schwarzenegger lo reclama para que filme su gran apuesta de ese verano, "El último gran héroe". McTiernan, que se siente como pez en el agua con una película que juega con los tópicos que él mismo ha contribuido a crear, se pone manos a la obra. Pero al parecer, hubo un problema de base, entre los productores no se ponían de acuerdo en el tipo de película que querían, unos apostaban por un film infantil, otros, por una cinta de acción pura y dura. Tal era el caos, que McTiernan llegó a paralizar el rodaje, se sentó con los productores y les dijo: yo no tengo ningún problema en hacer lo que decidáis, pero decidiros. Si queréis una película de acción eso es lo que tendréis, si queréis un largometraje para toda la familia decírmelo, y lo haré. Pero decidir qué es lo que queréis. En el resultado final se nota un confuso vaivén entre momentos hilarantes y otros inusualmente dramáticos para el tipo de película que se suponía, era aquella. Y todo pese a que John McTiernan hizo un gran trabajo. Se rió a gusto de sus propios tópicos y planteó algunas reflexiones muy interesantes sobre cómo rodar cine de acción, como aquella escena en la que dos coches se enfrentan en un callejón oscuro y McTiernan filma la escena con una cámara al hombre, sin montaje, un plano fijo, con los coches chocando al fondo del plano, sin trucos. Brillante.
"El último gran héroe" probablemente no fue el dramático fracaso que tanto se publicitó en su día, pero sin duda, no estuvo a la altura de las circunstancias sobre todo el mismo verano que "Parque Jurásico" arrasó en todo el mundo. Como todo buen director de cine que alguna vez ha tenido un fracaso, John McTiernan se refugió en una puesta segura y accedió a rodar "Jungla de Cristal. La venganza", tras haberse negado a dirigir la segunda. Esta "Jungla 3" era en realidad un guión previsto para "Arma Letal 4", que fue sensiblemente retocado para la ocasión. El film, fue criticado con dureza cuando si somos francos, la película funciona a la perfección como un torbellino de suspense y acción. Y todo, si nos fijamos un poco, sin que hayan demasiadas persecuciones o tiroteos, todo es más bien un constante correr y moverse de un lado a otro, lo que McTiernan sabe filmar muy bien. La escena de la desactivación de la bomba en el colegio es de lo mejor y el momento en el que McClane entra en un ascenso y descubre que está rodeado de falsos policías un verdadero prodigio de planificación y montaje. Al film le sobra ese final que es una castaña. Yo soy de los que piensan que la película hubiera quedado redonda con John McClane dirigiéndose a la cabina telefónica a llamar a su mujer después de que Zeus le dijera no, ellos han perdido, tu estás vivo.
En 1999 John McTiernan accede a dirigir "El guerrero número 13", otro rodaje complicado. Basada en la novela de Michael Crichton "Los devoradotes de cadáveres" la cinta no funcionó particularmente bien en los test de prueba y optaron por cambiarle el título a la película (el publicó se preguntó que donde estaban los que se comían a los muertos, convencidos de que iba a ver una película de zombis) y rodar escenas adicionales. Al parecer, McTiernan ya se había comprometido a rodar otra película de modo que entre tira y aflojas con Crichton, también productor del film, abandonó el rodaje y fue el propio autor de la novela (también director ocasional, Crichton filmó la notable "Coma") quien rodó esas escenas. "El guerrero número 13" estuvo más de un año en la sala de montaje en un proceso que al parecer supervisó Crichton y el estudio no sabía exactamente como vender la película y qué hacer con ella. Crichton además, rechazó la banda sonora del compositor checo Elia Cmiral (una partitura tremendamente arriesgada para un título como este lo que evidencia, sospecho, el cariz experimental que McTiernan trató de darle al film) y en su lugar puso a Jerry Goldsmith que, la verdad sea dicha, compuso una formidable BSO. Más previsible que la de Cmiral, eso sin duda, pero tremendamente efectiva. Antonio Banderas se paseó por el mundo afirmando que "El guerrero número 13" era una película arriesgada y que estaba siendo retocada. Todo parecía indicar que "el guerrero número 13" iba a ser el nuevo "última gran héroe". Afortunadamente no fue así.
La película no fue ningún éxito descomunal pero al menos salvó los muebles frente a la taquilla. Además, los mil y un retoques que parece ser introdujo Crichton no lograron difuminar la presencia de McTiernan tras la cámara configurando una de sus películas mejor rodadas, una cámara adrenalítica que no arrebata pero que sin trasciende ese sentimiento de perpetuo nerviosismo que acecha a sus protagonistas y unas escenas de lucha que nada tienen que envidiar al de "El señor de los anillos" sin casi efectos especiales, diez veces menos extras, y si muy física. McTiernan en estado puro.
Esa película que McTiernan se había comprometido a rodar y que le obligó a dejar la postproducción de "El guerrero número 13" era "El secreto de Thomas Crow", un remake de un film de Norman Jewinson que McTiernan reinventó con creces. Mejor película que la de Jewinson el director de "La jungla de cristal" demostró con está película que además de rodar escenas de acción como nadie, era capaz de hacer una película adulta, sin concesiones al sector adolescente del pública, centrada en una relación madura alejada también de los tópicos. Un magnífico fillm.
La tragedia parecía seguir a McTiernan y tras las excelentes críticas que el director recibió por "El secreto de Thomas Crow", el cineasta decidió realizar otro remake de otro film de Jewinson, "Rollerball". La película es muy mala, nadie lo oculta y se nota mucho que se trata de un film lastrado por mil remontajes. Al parecer McTiernan quería ofrecer una visión extremadamente violenta y sexual de ese enrarecido futuro no muy lejano, pero los productores se negaron en redondo. Se filmaron más escenas, se eliminaron desnudos, se disimuló la sangre y se montó de mil maneras. Al final, un desastre. El resultado final está cogido por hilos en la sala de montaje y todo, pese a contar con magníficas escenas ejemplarmente resultas por McTiernan, la presentación del juego, la huida del protagonista filmada con una cámara de visión nocturna...
"Basic" fue algo así como una bocanada de aire fresco tras la pesadilla de "Rollerball". Se reunió de amigos y se puso a hacer lo que mejor sabe. Películas sin demasiada acción y si mucho suspense. A la película se le nota demasiado su interés por parecerse a "Sospechoso habituales", pero por fortuna McTiernan sale airoso y de hecho pone en evidencia, para quienes quieran reconocerlo, que el mejor director que Bryan Singer. "Basic" es una película narrativamente impecable, aunque lastrada por un guión demasiado enmarañado como para mantener la coherencia durante dos horas seguidas.
Hasta la fecha esto es todo. McTiernan ha demostrado que es un dignísimo heredero de aquellos artesanos del cine de acción con personalidad, coherencia y entidad propia, al estilo de John Frankenheimer. El director de "La caza del octubre rojo" ha conseguido además pulir una forma muy particular de filmar y unas tendencias narrativas muy concretas. Ese gusto por los escenarios únicos (la jungla de "Depredador" y "Los últimos días del eden", el edificio de "Jungla de cristal", el submarino de "La caza del octubre rojo", la ciudad de "Jungla de cristal. La venganza", el poblado vikingo y los paisajes de "El guerrero número 13", el museo que abre y cierra "El secreto de Thomas Crow", la pista de juego de "Rollerball" y la base militar de "Basic"), muy acorde con su formación teatral y esa capacidad que tiene McTiernan de combinar el entretenimiento sin pretensiones con un magistral dominio de la puesta en escena, del montaje de todo aquello que hace de un director, un gran director.
Ignoro hasta que extremo puede afectar esta nueva situación a McTiernan y más aún en un país donde gente como Abel Ferrara se vea obligado a suspender un rodaje para tener que asistir in extremis a una clínica de desintoxicación. Probablemente no le afecte demasiado, no lo se, en cualquier caso es una pena para un director de la capacidad y la inventiva de McTiernan. De momento, en imdb, figura tres proyectos supuestamente en marcha: "Run" que habría estado prevista para el 2008 pero obviamente, no ha sido así, "Deadly Exchange", supuestamente para el 2009 y "The Camel Wars", un film sobre la guerra de Irak previsto para el 2011.
Una pena, porque John McTiernan es con diferencia uno de los mejores directores que actualmente deambulan por Hollywood filmando cine de acción sin complejos. McTiernan es como me dijo hace año mi buen amigo Pedro (aunque creo recordar que tiempo después de desdijo), John McTiernan es hoy lo que Michael Curtiz fue en su día, es decir, un director perfectamente capaz de filmar lo que le pongan por delante, el artesano perfecto, escasamente problemático, con un ideario visual y dramático bastante personal, y con una buena sintonía con las taquillas de todo el mundo.
John Campbell McTiernan Jr. es un cineasta poco usual desde su propia cronología. Nació en Nueva York el 8 de enero de 1951 (el mes que viene cumplirá 57 años). Muy al contrario de lo que uno se podría imaginar, McTiernan se gestó en los escenarios neoyorquinos. El padre de McTiernan era cantante de ópera y a los 8 años el pequeño John ya estaba actuando y años después terminó siendo diseñador y director técnico de la Manhattan School of Music. Poco después McTiernan dio el paso a la publicidad filmando spots publicitarios hasta que le llegó la oportunidad de dirigir un largometraje. Tenía 35 años, nada que ver con los directores precoces que hoy día saturan nuestras pantallas y acumulan más aplausos de los que probablemente se merezcan y rodó "Nómadas" (recién editada en DVD), una película de terror con un incipiente Pierce Brosnan que pasó inadvertida.
Al menos, "Nómadas" le sirvió a McTiernan para que su nombre se tomara en consideración a la hora de barajar un director para un film que el temido Joel Silver estaba preparando; "Depredador". McTiernan se hizo con el proyecto, un proyecto difícil dado que nacía a la sombra del éxito "Alien" y además se suponía, era un film al servicio de su estrella protagonista, Arnold Schwarzenegger. John McTiernan reconoce que fue en "Depredador" el rodaje donde más aprendió. Según parece el McTiernan no se separó en todo el tiempo de Donal McAlpine, director de fotografía y que lo instruyó en cuestiones de lentes, objetivos, encuadres, etc...
McTiernan aprobó con nota su primer film de repercusión internacional. "Depredador" no sólo fue un éxito, sino que además, McTiernan consiguió salir indemne a un rodaje de una película de Joel Silver, un productor conocido por su tendencia a meter las narices donde no debe. El film destila una fuerte esencia hawksiana en tanto a su concepto de grupo de hombres cerrado, amistad, lealtad. Pero además McTiernan, consigue exprimir de la jungla una extraña sensación de pesadilla claustrofóbica que rara vez se ha podido ver en un film de ribetes bélicos.
El éxito de "Depredador" le abrió las puertas a McTiernan para ponerse detrás de otro gran proyecto de la factoría Silver, por aquellos años el Bruckheimer de los 80, "Jungla de cristal". Otro éxito atronador y otra gran película de McTiernan, una atinada mezcla de "Rambo" y "El coloso en llamas" que inauguró la fiebre "terroristas que secuestran un...". McTiernan puso también de manifiesto su interés por contar historias de acción protagonizadas por, y esto es importante en un género tan dado a la banalidad, seres humanos, personajes frágiles, que sangran y se derrumban. Además, McTiernan terminó de construir su particular estilo visual ya presente en "Depredador", cámara inquieta, rodando con la mente puesta en el montaje, escenas de acción perfectamente planteadas y resueltas y un inusual cuidado a la hora de configurar un plano, situación de personajes, movimientos de cámara, movimiento de los actores. Todo un logro al tener detrás a alguien como Silver, que según el propio McTiernan estaba obsesionado con los tiroteos y los cristales rotos. Cuenta el propio director que plegándose a las exigencias de Silver de que abundaran las ensaladas de tiros, McTiernan filmó en "Depredador" y "La jungla de cristal" dos escenas en las que varios personajes se lían a pegar tiros pero no consiguen nada. Yo quería poner en evidencia la inutilidad de las armas, Silver quedó muy contento de contemplar tantos casquillos saltando por los aires, diría McTiernan años después.
Dos años después John McTiernan dirigiría la primera película basada en las novelas de Tom Clancy, "La caza del octubre rojo". La película es un perfecto y magnífico ejemplo de cine de espías bien hecho. Como antes se hacían las películas de acción. Se nota que Silver ya no estaba detrás pidiendo tiros y más tiros. Recuerdo una crítica de la época que decía McTiernan consigue algo inaudito con esta película, mantener el interés durante dos horas sin que ocurra nada excepcional. Una película que pienso, ganará con los años y una muestra del mejor McTiernan.
En 1992 John McTiernan está cómodamente situado en Hollywood y se siente con las fuerzas suficientes como para acometer un film más personal y menos esclavo de la acción y el suspense. "Los últimos días del edén" es un largometraje insólito, en general muy poco apreciado pero muy bien dirigido. El director de "Depredador" regresó a la misma jungla en la que rodó está película y demostró que según como se ruede una jungla, esta puede inspirar pavor o clemencia. McTiernan dio en el clavo. La película no hizo demasiado ruido pero la esencia mctiernaniana seguía presente en su cámara.
En 1993 vendría el dramático punto y aparte de John McTiernan. Arnold Schwarzenegger lo reclama para que filme su gran apuesta de ese verano, "El último gran héroe". McTiernan, que se siente como pez en el agua con una película que juega con los tópicos que él mismo ha contribuido a crear, se pone manos a la obra. Pero al parecer, hubo un problema de base, entre los productores no se ponían de acuerdo en el tipo de película que querían, unos apostaban por un film infantil, otros, por una cinta de acción pura y dura. Tal era el caos, que McTiernan llegó a paralizar el rodaje, se sentó con los productores y les dijo: yo no tengo ningún problema en hacer lo que decidáis, pero decidiros. Si queréis una película de acción eso es lo que tendréis, si queréis un largometraje para toda la familia decírmelo, y lo haré. Pero decidir qué es lo que queréis. En el resultado final se nota un confuso vaivén entre momentos hilarantes y otros inusualmente dramáticos para el tipo de película que se suponía, era aquella. Y todo pese a que John McTiernan hizo un gran trabajo. Se rió a gusto de sus propios tópicos y planteó algunas reflexiones muy interesantes sobre cómo rodar cine de acción, como aquella escena en la que dos coches se enfrentan en un callejón oscuro y McTiernan filma la escena con una cámara al hombre, sin montaje, un plano fijo, con los coches chocando al fondo del plano, sin trucos. Brillante.
"El último gran héroe" probablemente no fue el dramático fracaso que tanto se publicitó en su día, pero sin duda, no estuvo a la altura de las circunstancias sobre todo el mismo verano que "Parque Jurásico" arrasó en todo el mundo. Como todo buen director de cine que alguna vez ha tenido un fracaso, John McTiernan se refugió en una puesta segura y accedió a rodar "Jungla de Cristal. La venganza", tras haberse negado a dirigir la segunda. Esta "Jungla 3" era en realidad un guión previsto para "Arma Letal 4", que fue sensiblemente retocado para la ocasión. El film, fue criticado con dureza cuando si somos francos, la película funciona a la perfección como un torbellino de suspense y acción. Y todo, si nos fijamos un poco, sin que hayan demasiadas persecuciones o tiroteos, todo es más bien un constante correr y moverse de un lado a otro, lo que McTiernan sabe filmar muy bien. La escena de la desactivación de la bomba en el colegio es de lo mejor y el momento en el que McClane entra en un ascenso y descubre que está rodeado de falsos policías un verdadero prodigio de planificación y montaje. Al film le sobra ese final que es una castaña. Yo soy de los que piensan que la película hubiera quedado redonda con John McClane dirigiéndose a la cabina telefónica a llamar a su mujer después de que Zeus le dijera no, ellos han perdido, tu estás vivo.
En 1999 John McTiernan accede a dirigir "El guerrero número 13", otro rodaje complicado. Basada en la novela de Michael Crichton "Los devoradotes de cadáveres" la cinta no funcionó particularmente bien en los test de prueba y optaron por cambiarle el título a la película (el publicó se preguntó que donde estaban los que se comían a los muertos, convencidos de que iba a ver una película de zombis) y rodar escenas adicionales. Al parecer, McTiernan ya se había comprometido a rodar otra película de modo que entre tira y aflojas con Crichton, también productor del film, abandonó el rodaje y fue el propio autor de la novela (también director ocasional, Crichton filmó la notable "Coma") quien rodó esas escenas. "El guerrero número 13" estuvo más de un año en la sala de montaje en un proceso que al parecer supervisó Crichton y el estudio no sabía exactamente como vender la película y qué hacer con ella. Crichton además, rechazó la banda sonora del compositor checo Elia Cmiral (una partitura tremendamente arriesgada para un título como este lo que evidencia, sospecho, el cariz experimental que McTiernan trató de darle al film) y en su lugar puso a Jerry Goldsmith que, la verdad sea dicha, compuso una formidable BSO. Más previsible que la de Cmiral, eso sin duda, pero tremendamente efectiva. Antonio Banderas se paseó por el mundo afirmando que "El guerrero número 13" era una película arriesgada y que estaba siendo retocada. Todo parecía indicar que "el guerrero número 13" iba a ser el nuevo "última gran héroe". Afortunadamente no fue así.
La película no fue ningún éxito descomunal pero al menos salvó los muebles frente a la taquilla. Además, los mil y un retoques que parece ser introdujo Crichton no lograron difuminar la presencia de McTiernan tras la cámara configurando una de sus películas mejor rodadas, una cámara adrenalítica que no arrebata pero que sin trasciende ese sentimiento de perpetuo nerviosismo que acecha a sus protagonistas y unas escenas de lucha que nada tienen que envidiar al de "El señor de los anillos" sin casi efectos especiales, diez veces menos extras, y si muy física. McTiernan en estado puro.
Esa película que McTiernan se había comprometido a rodar y que le obligó a dejar la postproducción de "El guerrero número 13" era "El secreto de Thomas Crow", un remake de un film de Norman Jewinson que McTiernan reinventó con creces. Mejor película que la de Jewinson el director de "La jungla de cristal" demostró con está película que además de rodar escenas de acción como nadie, era capaz de hacer una película adulta, sin concesiones al sector adolescente del pública, centrada en una relación madura alejada también de los tópicos. Un magnífico fillm.
La tragedia parecía seguir a McTiernan y tras las excelentes críticas que el director recibió por "El secreto de Thomas Crow", el cineasta decidió realizar otro remake de otro film de Jewinson, "Rollerball". La película es muy mala, nadie lo oculta y se nota mucho que se trata de un film lastrado por mil remontajes. Al parecer McTiernan quería ofrecer una visión extremadamente violenta y sexual de ese enrarecido futuro no muy lejano, pero los productores se negaron en redondo. Se filmaron más escenas, se eliminaron desnudos, se disimuló la sangre y se montó de mil maneras. Al final, un desastre. El resultado final está cogido por hilos en la sala de montaje y todo, pese a contar con magníficas escenas ejemplarmente resultas por McTiernan, la presentación del juego, la huida del protagonista filmada con una cámara de visión nocturna...
"Basic" fue algo así como una bocanada de aire fresco tras la pesadilla de "Rollerball". Se reunió de amigos y se puso a hacer lo que mejor sabe. Películas sin demasiada acción y si mucho suspense. A la película se le nota demasiado su interés por parecerse a "Sospechoso habituales", pero por fortuna McTiernan sale airoso y de hecho pone en evidencia, para quienes quieran reconocerlo, que el mejor director que Bryan Singer. "Basic" es una película narrativamente impecable, aunque lastrada por un guión demasiado enmarañado como para mantener la coherencia durante dos horas seguidas.
Hasta la fecha esto es todo. McTiernan ha demostrado que es un dignísimo heredero de aquellos artesanos del cine de acción con personalidad, coherencia y entidad propia, al estilo de John Frankenheimer. El director de "La caza del octubre rojo" ha conseguido además pulir una forma muy particular de filmar y unas tendencias narrativas muy concretas. Ese gusto por los escenarios únicos (la jungla de "Depredador" y "Los últimos días del eden", el edificio de "Jungla de cristal", el submarino de "La caza del octubre rojo", la ciudad de "Jungla de cristal. La venganza", el poblado vikingo y los paisajes de "El guerrero número 13", el museo que abre y cierra "El secreto de Thomas Crow", la pista de juego de "Rollerball" y la base militar de "Basic"), muy acorde con su formación teatral y esa capacidad que tiene McTiernan de combinar el entretenimiento sin pretensiones con un magistral dominio de la puesta en escena, del montaje de todo aquello que hace de un director, un gran director.
6 comentarios:
Auténticos peliculones algunos (La Jungla y Predator) que citas y de los que en algún caso se puede decir que segundas partes no fueron tan buenas
Hay secuelas peores que "La jungla 2" incluso que "Depredador 2". Pero fijate, por poner sólo un ejemplo, en "la caza del ocutbre rojo" y luego compáramelas con las otras pelis de Jack Ryan de Harrison Ford y Ben Affleck...
Primera vez que visito el blog, por suerte me encuentro con este interesante dossier del gran McTiernan. Ah, y defiendo a ultranza El último gran héroe, precisamente porque me gusta que en la película se perciba ese caos que fue el rodaje y que, sin embargo, no impide ver la mano de McTiernan haciendo de las suyas (la escena que nombras es una de tantas, también excelentes).
Saludos!
Hernán.
Una alegría la llegada de un nuevo comentario. Yo, ese desorden que se llega a notar en "El últim gran héroe" no se si me llega a gustar, lo que tego claro es que la película está llena de hallazgos que pasaron desapercibidos en su día. Una pena, yo también la defiendo siempre que tengo oportundiad.
Un saludo.
Aqui otro gran defensor de McTiernan y de "El ultimo gran heroe", peli lastrada tb en España por un doblaje cuanto menos desconcertante.
Le paso tb a la primera "Parque Jurasico", debido a una huelga de dobladores nacionales se doblaron en Francia y aunque tecnicamente son correctos, las voces de los dobladores ni son las habituales ni personalmente me parecen las mas adecuadas.
"El guerrero nº 13", pese a las "zarpas" de Crichton (a quien admiro y sentí mucho su muerte, recomiendo viamente la lectura de su semiautobiografia "Viajes y experiencias") me gusta tb mucho y pongo mucho su BSO en el iPod ;-)
Espero y deseo que McTiernan encarrile sus pasos con la justicia y pronto podamos verle tras las cámaras de nuevo haciéndonos gozar en la gran sala oscura de la magia de la luz.
Queridísimo McTiernan, vuelve! salvanos del universo Bruckheimer y danos a mi y a mis queridísimo lectores, una razón más para que ir al cine, que no falta y la notamos.
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