martes, 15 de marzo de 2011

Cien miradas de cine


Los colegas de Miradas.net han decidido celebrar su centenario en la red de redes con la publicación de un libro; Cien miradas de cine, un mastodóntico proyecto en el que he tenido el placer de formar parte. Los colaboradores y amigos de Miradas, previa votación, seleccionamos a los cien directores más importantes de la historia del cine. No están todos los que son, ni son todos los que están, entre otras cosas porque la premisa que se puso a la hora de elegir a nuestros directores predilectos no fue tanto cuales eran los mejores cineastas de la historia sino cuales fueron los directores que más nos habían influido a nosotros, de modo que Cien miradas de cine creo sinceramente que es una aproximación fresca, renovadora y que hasta cierto punto reivindica viejos clásicos y rescata a jóvenes y prometedores directores de actual cine. No todos estuvieron -estuvimos- de a cuerdo con la selección de directores que resultó de la votación, pero creo que ahí precisamente reside el valor de este extraño y valioso ejemplar.
En lo que a mi respecta he tenido el placer de colaborar en la redacción de tres artículos sobre Brian de Palma, M. Night Shyamalan y Peter Weir, codeándome con amigos y colegas como José Antonio Planes, Tonio L. Alarcón, Enrique Pérez, Israel Paredes, Israel de Francisco o Sergio Vargas entre los más de cuarenta escritores que hemos puesto nuestro granito de arena en este libro. Pero sobre todo, bien merece la pena destacar la inconmensurable labor de Manuel Ortega y José David Cáceres, almas y corazón de Miradas.net y verdaderos artífices de este magnífico fresco de la crítica más joven y prometedora del país. Tanto uno como otro, además de contagiar un cinefilia que dios se la guarde por muchos años, se da la circunstancia de que son un par de personas de lo más majas, de los que lo mismo uno puede charlar de Dreyer o Tarkovski, que de Michael Bay o Roland Emmerich. Lo dicho, dos raros ejemplares de la crítica cinematográfica que por si fuera poco, escriben y saben de cine, como nadie. Mis felicitaciones.

miércoles, 16 de febrero de 2011

SciFiWorld (Febrero 2011)


Tengo que admitir que me ruboricé al contemplar la portada de este número de SciFiWorld, en clara referencia a mi artículo (la primera parte) sobre Steven Spielberg. Ver el cartel de "Tiburón" ocupando toda una revista no se ve todos los días y si además tú eres el responsable pues mejor me lo pones. En cualquier modo tengo que reconocer que este número de SciFiWorld viene particularmente cargado de contenidos, tantos, que tengo que admitir que me asombrar comprobar el grosor de este número.
Cómo decía, la revista incluye un artículo mío sobre Spielberg que un poco como le ocurría a Terence Fisher (de quien publiqué un texto en el número anterior) se ha dicho mucho y casi todo. De todos modos, sobre el director de "E.T." creo poder concluir que se ha escrito mucho, es cierto, pero casi siempre en la misma dirección (infancia, efectos especiales...) de modo que he tratado, en la medida de mis posibilidades, ofrecer algo sensiblemente distinto que sin dejar de hablar del Rey Midas de Hollywood, no sea una mera repetición de lo ya escrito y leído en multitud de ocasiones. Sinceramente, os lo recomiendo, el artículo, y la revista en su conjunto con jugosos artículos de ilustres colegas como Tomás Fernández Valentí y Tonio L. Alarcón.

martes, 15 de febrero de 2011

"The Fighter" de David O. Russell


El productor ejecutivo de The Fighter es el director de El luchador (2008), efímera huella de lo que fue su paso por el proyecto antes de abandonarlo por considerarlo demasiado cercano a El luchador. Había algo de verdad en el temor de Aronofsky. Sobre el papel, The Fighter y El luchador son películas centradas en deportes violentos como el boxeo y la lucha libre aunque en el fondo, ni una ni la otra sean estrictamente películasdeportivas. El film de Aronofsky era una historia de redención, la película de Russell es sobre todo una historia sobre dos hermanos.

jueves, 3 de febrero de 2011

"Monsters" de Gareth Edwards (2010)


Vaya por delante y que quede bien claro. Quien vaya buscando una película de acción trepidante y espectaculares efectos especiales que se quede en casa. Monsters (2010) es una película independiente, un film indie hasta sus últimas consecuencias, por su forma, por su discurso y por su drama.Monsters no va de monstruos, o al menos no va de los monstruos tal cual los conocemos. Monsters no es un espectacular despliegue de efectos especiales y tampoco es un film de acción trepidante y sin embargo la película de Gareth Edwards comparte más de un punto en común con otra película de monstruos, estos sí, tal cual los conocemos y con espectaculares escenas de acción; District 9 (2009).
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viernes, 28 de enero de 2011

Las 10 mejores películas de 2010

Los colegas de Miradas.net han elaborado una lista de las mejores películas del año pasado. Habrá quien le aburran estas historias de listas y rankings pero a un servidor siempre le ha parecido interesante y hasta curioso. Yo he colaborado con la lista de rigor y con un artículo sobre ese películón de Martin Scrsese que atiende al título de "Shutter Island". No obstante hay textos específicos y generales de un buen número de colaboradores de modo que no será una visita en balde. Que lo disfrutéis.

domingo, 16 de enero de 2011

SciFiWorld (Enero 2011)


Tengo el placer de dar a conocer que a partir de este momento entró a colaborar en la revista dedicada el cine fantástico SciFiWorld. Mi primer e inaugural artículo para esta atractiva publicación ha estado dedicada al maestro del cine de terror Terence Fisher, un cineasta del que se ha dicho casi todo y se ha escrito mucho y al que desde mi humilde punto de vista he tratado de ofrecer un texto al menos, interesante. Espero que os guste.

miércoles, 12 de enero de 2011

"La parada de los monstruos" Tod Browning. 1932


"La parada de los monstruos" es una película extraña. Tod Browning aprovechó el revival del cine de terror de finales de los años 20 y principios de los 30 para hacerle llegar a la Metro Goldwyn Mayer un guión basado en un extraño relato de Tod Robbins titulado "Spurs". Irving Thalberg, por aquel entonces al frente de la MGM, recibió el guión de "La parada de los monstruos", estaba interesado en hacer un film de terror, es más, quería hacer el film de terror definitivo, y a sus manos llegó "La parada de los monstruos". Cuenta la leyenda que cuando Thalberg leyó el guión, apoyó la cabeza sobre sus manos y dijo "En fin, pedí una historia de terror, y supongo que ya la tengo".

"La parada de los monstruos" contó con una serie de actores no profesionales, o semiprofesionales con anomalías físicas que interpretaron a los "monstruos" que parecen en el film. Todos, desde "el hombre oruga" hasta la "mujer barbuda", eran lo que vemos pantalla. Personas víctima de una generosa cantidad de imperfecciones físicas y hasta mentales.

"La parada de los monstruos" fue un fracaso descomunal y nadie en su reparto se enorgulleció de haber participado en el film de Browning. Es más, según parece, los peculiares intérpretes de la película eran personas con un ego muy grande, chocaban entre sí y no se respiró un ambiente particularmente agradable durante el rodaje. De hecho, todos o casi todos los intérpretes de la película repudiaron haber participado en la película de Browning.

"La parada de los monstruos" no es una película redonda, pero a la vez es una película imprescindible. Es una forma de horror que todavía hoy sigue sin haber sido desarrollada o explotada. De una forma similar a "Vampyr" de Dreyer, que todavía hoy sigue siendo cine de vanguardia, "La parada de los monstruos" sigo siendo un tipo de horror en la vanguardia. Se trata de un film extraño y enrarecido como pocos. La película habla de monstruos a dos bandas, de los monstruos que nos aterran o que simplemente nos inquietan porque sencillamente son diferentes y de aquellos monstruos que tienen apariencia humana pero que en en su interior son verdaderas atrocidades morales.

La película de Browning es un film imprescindible porque consigue algo muy raro en el cine -sea de terror o no-, hacer sentir incómodo al espectador. Se adivina en el film de Browning cierta compasión por los "monstruos" pero a la vez se percibe cierto asombro, cierta atención por lo que son, por cómo sobreviven a lo que son y en cómo lo hacen.

Yo recomiendo sinceramente a todo aquel que no haya visto "La parada de los monstruos" que la vea, sobre todo porque experimentará un tipo de terror absolutamente distinto, diferente, que le hará entender que el horror en el cine no sólo es un susto, ni si quiera un concepto abstracto que implique una detonación moral, sino que el horror también es sentirse incómodo con lo que uno ve y sobre todo poner en tela de juicio lo que entendemos como moral.