Hubo un tiempo en el que no existía la Playstations. El vídeo VHS era un lujo del que no todos podían disfrutar. Como solía decir mi madre, los críos nos pasábamos el día "apedreando perros", o lo que es lo mismo, en la calle corriendo por mil razones, algunas de ellas, ciertamente fantásticas, otras más mundanas, pero siempre, emocionantes. Nuestro único objetivo parecía ser; correr. Pero a la hora de la merienda, o por la mañana los sábados y domingos, series como "Barrio Sésamo" o "Cajón Desastre" o más atrás incluso, "La bola de cristal", nos iluminaban con historias ridículas hasta a veces, un punto instructivas (todo el mundo recordará a Coco diciendo eso de "¡ahora estoy arriba!...., ¡ahora estoy abajo!...).
En este mundo que no puedo evitar contemplar con añoranza, tenía cabida y sentido, unos personajes como los Looney Tunes; una disparatada familia fundamentada en la persecución y el acoso y derribo al que tenía en frente sin dejar un resquicio para la paz. Eran personajes, además, cerrados, con sus características bien definidas siempre en constante explosión hiperactiva; Bugs Bunny podía hacer a cualquier cazador arrepentirse de haber cogido un día un arma, el Pato Lucas era un rezumo de envidia y odio vital a todo lo que deambulaba a su alrededor, pero con especial fijación ojeriza por Bugs, el Coyote en su incansable búsqueda de su necesaria y justa (no lo olvidemos) dieta, se convirtió en todo un paradigma de la naturaleza y un ejemplo incansable de la perseverancia; Piolin, el mayor hijo de puta que se haya dibujado jamás, con su rostro redondeado de animalillo inofensivo, resulta particularmente chocante contemplarlo como machaca con alevosía y premeditación malsana al pobre Silvestre, un triste gato que sólo quiere algo que llevarse a la boca, y en fin, toda una lista de personajes, eso si, siempre bañados por la hilaridad y el histrionismo.
Pero ahora, esto parece que ha cambiado. Los niños prefieren la animación 3-D, más vistosa, que la tradicional, por hilarante que esta sea. De vez en cuando, compruebo como mis sobrinos, de unos 3 años, se queda embobado mirando la televisión ante una serie de dibujos infumables y cuando he intentado ponerle algún corto de la Warner, no aguantan más de uno o dos episodios. ¿Qué ha pasado pues?
Desde luego las cosas cambian y todos debemos evolucionar. Pero de igual modo que seguimos recordando nombres como Chaplin, Drácula o Sherlock Holmes, creo que nunca deberíamos dejar de recordar a los Looney Tunes. Porque lo cierto es que sigue ahí, aguantando el tirón de la animación "tipo Pixar" (cuyo último corto, por cierto, "Presto" tiene cierto tufillo al más puro estilo Warner). Quizá por está razón, nombres como Tex Avery, Chuck Jones, Friz Freleng o Robert McKimson siguen a día de hoy siendo artistas respetados, porque al fin y al cabo, en los "Looney Tunes" no se trataba sólo del gag del mamporro. Pero por si acaso, por si alguien se había olvidado, o incluso, por si alguien no había oído nunca hablar de ellos (aunque conociendo a todos mis lectores, que los conozco con nombre y apellidos, se que todos no sólo saben de su existencia sino que además, son grandes admiradores), aquí va mi humilde, humildísimo recordatorio. ¿Para cuando un libro sobre los cortos de la Warner en castellano que vaya más allá de ser un cuaderno de dibujo, en todo caso, también muy necesario?
9 comentarios:
Buen homenaje, además de merecidísimo, a estos personajes. Oye, pues me has dado una idea, que tengo que hacer el DEA y todavía no sé de qué. ¿Habrá alguna tesis sobre algún aspecto concreto de los Looney Tunes? Y lo digo totalmente en serio, que sé de una tesis sobre "Shrek".
El mundo académico está tan sumamente ido de trastes que se de la existencia hasta de una tesis sobre Matrix, para un servidor, la tomadura de pelo más hábil de finales del siglo XXI. Yo en su día, cuando tuve que hacer el trabajo fin de carrera me lo planteé, tiene que ser un trabajo muy divertido pero me hechó para atrás la escasísima bibliografía que hay, al menos en castellano (no seguí escarbando en el asunto). De todas formas se que hay libros en inglés que imagino que en Amazon.com se podrán encontrar sin problema.
Bueno, si te pones con los Looney hazmelo saber.
Saludillos.
Ese "hechó" obviamente es sin "h": En fin....
No hay nada (ni lo habra) como los clasicos de la Warner... y la prueba la tienes precisamente en ese delicioso "Presto" que acompañaba a "Wall-e", algo mas que un sentido homenaje a ese estilo de animacion... la musiquilla que sonaba de fondo en el corto de "Pixar" era como revivir el ambiente de esos maravillosos momentos que conformaron algunos de los mejores minutos de nuestra infancia... y madurez!!!
Veis lo aburrido que es un foro cuando todos estamos deacuerdo... Bueno, cual es vuestro personaje de la Warner prefe. Yo desde luego sin pensarlo un segundo me quedo con el Coyote, seguido muy de cerca por Silvestre.
Mis favoritos son el Coyote (aunque no odio al Correcaminos, como la mayoría de los fans del mayor usuario de productos marca ACME), Bugs Bunny y Marvin el Marciano.
No, yo tampoco odio al Correcaminos y si el marciano tiene su punto. A mi lo que me pasa con Bugs Bunny es que lo veo demasiado seguro de si mismo, para alguien asi prefiero a Piolín que es un cabrón de primera con cara de peluche mono. Una bestia.
Precisamente eso es lo que me mola del conejo, como le toma el pelo a todo el mundo, su seguridad nada prepotente y si me apuras ese puntillo gayofo de no tener problema en disfrazarse o hacerse pasar por una mujer, plantarle besos a tornillo a Elmer (o a quien se ponga por delante) y aqui no ha pasado nada :-)
Si pero... yo en ese sentido prefiero al Pato Lucas. Es casi tan prepotente como Bugs Bunny pero es un constante despropósito, además, la tirria que le tiene a Bugs Bunny es colosal.
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