jueves, 25 de septiembre de 2008

Terence Fisher


Yo hice mi trabajo fin de carrera sobre Terence Fisher (en la imagen). Ante la inaudita falta de bibliografía en castellano y la vergonzosa gestión del servicio interuniversitario de bibliotecas, me las vi y me las desee para rastrear información sobre este extraordinario cineasta británico. Dejando a un lado las horas que me pase navegando por internet, me ve en la obligación de escarbar en libros de historia del cine en general, para poder encontrar algún resquicio más sobre el director inglés. Mi sorpresa fue mayúscula. Creo recordar, que no consulté una sóla historia del cine que le dedicara más de tres líenas al trabajo de Fisher en la Hammer Films. Aquello me hizo pensar. ¿Estare volcando todo mi esfuerzo en un director de segunda que yo me empeño en destacar pero sobre el que nadie ha vertido demasiada atención?




Los años han pasado. He seguido viendos las -maravillosas- películas de Terence Fisher y he aprendido mejor a valorar sus virtudes y a encontrar sus defectos. Pero sigo sosteniendo una cosa. Terence Fisher dentro de la historia del cine está a la altura de Murnau, Browning, Tourneur o Polanski. El problema, o mejor, la peculiaridad que tuvo Fisher es que nunca pretendió desentenderse de la Hammer, una productora cuya Edad de Oro él mismo inició con "La maldición de Frankenstein" y que prácticamente vio morir con su último film, "Frankenstein y el monstruo del infierno". Fisher estuvo demasiado ligado a la popularidad de la Hammer y por tanto, también a sus defectos y a sus tendencias populistas. La virtud de Terence Fisher dentro de este marco de acción, fue el de capotear con las exigencias de la Hammer cuando no servirse de ellas como fue el uso que Fisher hacía del sexo en sus películas.




Asumido todo esto, y también el ajustadísimo calendario y presupuesto con el que contaban sus películas, no parece demasiado complicado valorar las virtudes, algunas verdaderamente brillantes, del cine de Terence Fisher. Entre 1957 (año de producción del primer Frankenstein) y 1974 (estreno del último episodio de la saga de Frankenstein), a Terence Fisher le dio tiempo de casi todo, de filmar algunas obras maestras irrepetibles, de ser transferido a otros estudios para rodar películas, ciertamente mediocres, a experimentar con nuevos y apsionates caminos y hasta a iniciar una sensible decadencia que en todo caso, se nunca terminó por estropear ninguna de sus últimas películas.






Los Frankenstein



La propia serie de Frankenstein es todo un ejemplo de ascensión creativa, primeros signos de cansancio y un agotamiento creativo al final de su carrera que no obstante, se veía remachado gracias a algunas propuestas ciertamente insólitas que terminaba por eclipsar los apuntes menos interesantes (también llama la atención el curioso hecho de que Fihser lanzará a la Hammer con su primer episodio sobre Frankenstein y que su última película fuera también y precisamente, un Frankenstein). "La maldición de Frankenstein" es simple y llanamente una obra maestra. Con diferencia, la mejor adaptación que ha tenido la obra de Mary W. Shelley y todo un ejemplo de fidelidad al espíritu de la obra, que no a la letra. "La venganza de Frankenstein" (1958) pule si cabe más aún las virtudes del primer episodio y algo insólita, desarrolla la propuesta de Shelley con un planteamiento sorprendente.


Entonces se produce un lapso de casi 10 años hasta que Fisher retoma al monstruo de Frankenstein. La Hammer empezaba a tambalearse, de modo que comenzó a recurrir a aquellos personajes que le habían dado el éxito. Con "Frankenstein creó a la mujer", Terence Fisher filmó probablemente su episodio menos interesante, debido seguramente, al protagonismo que le cede a la historia de amor entre dos personajes secundarios y relegando la siempre imponente presencia de Peter Cushig. Pero no pasa nada. En 1969 Terence Fisher vuelve con todas sus fuerzas en otro ejemplo de brillantez, "El cerebro de Frankenstein", estimulante regreso del popular doctor. Lo más interesante aquí es comprobar como la personalidad de Víctor Frankenstein se ha ido degenerando y de un ávido médico con ganas de comerse el mundo ha pasado a un psicópata que mata indiscriminadamente cegado en pro de la ciencia. El último capítulo, "Frankenstein y el monstruo del infierno" tiene un valor añadido dentro de la serie. No sólo por ser el último trabajo de Fisher, sino por lo que tiene de propuesta en si misma, situar al doctor Frankenstein en una prisión para locos de remate que el mismo trata, combinado con una mayor sutileza a la hora de cometar sus asesinatos, aquí, tratados de una forma muy somera.




Los Drácula




La serie que el cineasta británico filmó sobre el popular conde transilvano resulta mucho más compacta y equilibrada, entre otras razones por ser sólo tres películas y habiéndose filmado en un periodo de tiempo relativamente corto. Todas se rodaron en pleno apogea de la Hammer y la prodcutora británica apenas había empezado a recurrir a dudosas artimañas mercantilistas. "Drácula" la rodó Fisher inmediatamente después de "La maldición de Frankenstein" como consecuencia directa del éxito de ésta. Es por tanto un film muy simular en tanto a que supone como aquella, una -inmejorable- aproximación a la novela de Bram Stoker. En este particular, de nuevo, la mayoría de los críticos suelen estar deacuerdo. No se ha hecho mejor adpatación de la novela de Stoker en un film que nuevamente, es todo un ejemplo de fidelidad al espíritu, que no a la letra.


Con "Las novias de Drácula" se produce un caso curioso. Para la Hammer la simple mención de la palabra "Drácula", era sinónimo de éxito. Christopher Lee no quería voler a interpretar al vampiro, de modo que se ideó un guión sin su presencia aunque su nombre apareciera en el título y únicamente, se le hiciera una fugaz mención al principio de la película. Además, la película es también curiosa porque sin ser estrictamente una secuela del primer "Drácula", si que encaja sin problemas entre está y el film que Fisher rodaría años después. Ese film es "Drácula. Príncipe de las tinieblas", para muchoas, la mayor y mejor película que jamás haya realizado Fisher aunque también están los que la consideran una burda copia del original... En esta ocasión si que aparecer Drácula (aunque no Van Helsing, con lo que nos perdemos la siempre esplendorosa presencia de Cushing) interpretado nuevamente por Christopher Lee quien, se vio obligado a interpretar al personaje por segunda vez. La películas, que es rematadamente buena, cuenta con una virtud muy particular, Lee interpretó al personaje a regañadientes, además el actor, consideraba que sus diálogos eran completas idioteces, de modo que se nego a pronunicar una sola palabra. Sabía decisión. El Drácula de "Drácula. Príncipe de las tinieblas" es uno de los más terroríficos y seductores que jamás se hayan configurado. Sigiloso, amenazante, este Drácula es una especia de felino boraz y salvaje capaz de seducir a cuantas doncellas se le ponga por delante.




Bestiario




Visto que los monstruos clásicos funcionaban a las mil maravillas, Terence Fisher también se apróximo a otras bestias del terror. Dirigió "La momia", una dignísima prolongación del mito que filmó de forma ejemplar Karl Freund en la Universal. El doctor Jeckyll y Mr. Hyde también cayó bajo el objetivo de Fisher que rodó una intrigante adaptación de la obra de Louis Stevenson con interesantísimos añadidos en "Las dos caras del doctor Jeckyll", como es el hecho de que Jeckyll no se beba la famosa poción sino que se la inyecta, de modo que su adicción a la poción queda mucho mejor ejemplificada visualmente. "La maldición del hombre-lobo" es tal vez una de las más poéticas y complejas aproximaciones que se hayan hecho jamás al mito de la licantropia donde Fisher puso un especial enfasis en el origen del mal y la naturaleza de la propia monstruosidad. Terence Fisher también rodó "El fantasma de la ópera", película menor aunque eso sí, sumamente curiosa e interesante.




Variedades




Fisher rodó casi 50 películas, en la Hammer, una veintena. Además de tocar los monstruos clásicos el cineasta británico también se aventuró con otros largometrajes de tono terrorífico. Tal es el caso de "Los extranguladores de Bombay", interesntísima aproximación en blanco y negro a la secta thug (los malos de "Indiana Jones y el templo maldito"). También resulta particularmente lograda "El perro de los Basckerville", impecable adaptación de la obra de Conan Doyle e impecable caracterización de Sherlock Holmes por parte del formidable Peter Cushing. También cabe destacar en este aspecto de la obra de Fisher "La novia del diablo", para muchos, la última obra maestra del maestro del horror británico. Rodada con ejemplar pulcritud, notoria concepción del suspense, asombrosas soluciones, visuales... magistral.




Terence Fisher murió el 18 de junio de 1980 sin poder realizar uno de sus proyectos más acariciados, una adaptación de la novela de Richard Matheson, "Soy leyenda". Fisher además padecía una dolorosa enfermedad que le hacía rodar con severa dificulad. Fihser se fue pero ahí queda el legado. Directores como Tim Burton, Martin Scorsese, John Carpenter o George A. Romero han manifestado en más de una ocasión su admiración por Fihser y la Hammer, y que así siga pues, a Fisher, el cine de terror, le debe mucho.


2 comentarios:

Antonio Rentero dijo...

Ay querido Ramon, que va ya casi para un lustro de aquellas por siempre inolvidables noches en la Filmoteca Regional disfrutando como críos de las deliciosas pelis de la Hammer...

Para mi el amor al cine comienza con estas peliculas, los clasicos de terror de la Universal y Star Wars/Indiana Jones... asi ha salido uno.

Comparto firmemente tu postura sobre la defensa a ultranza del gran Fisher, para mi una de las peliculas que defenderia con mi vida es su primer "Dracula", a la que situaria en el Top Ten de las peliculas que ocupan un lugar mas significativo en mi vida.

Discrepo, no obstante, sobre tu ensalzamiento de "Dracula, principe de las tinieblas", que como ya comente en mi blog en su debido momento vi este mismo verano y flojea bastante con respecto al primero... aunque claro, es que ese dejo el liston demasiado alto quiza ;-)

En los "Frankenstein" desde luego creo que es donde Fisher tiene mas juego pq a lo largo de la saga va introduciendo unos matices interesantisimos en la evolucion moral del personaje del doctor, que ya si lo encarna al grandisimo Peter Cushing se te cae la baba.

Aun recuerdo como nos miramos asombradisimos durante la proyeccion de "F. y el monstruo del infierno" (q, por cierto, la tengo en DVD y ya sabes, cuando quieras enciendo el proyector, bajo la pantalla y hacemos la sesion) en el momento en q Cushing, en un arrebato, salta agilmente sobre la mesa... a sus 61 años!!!

La progresiva deshumanizacion de Victor Frankenstein queda plasmada en cada una de las sucesivas peliculas de manera asombrosa, de forma que si, como nosotros, las ves en un corto espacio de tiempo, la evolucion adquiere matices tremendamente impactantes, a lo que por supuesto ayuda la fabulosa interpretacion de Cushing, capaz de pasar del victimismo atormentado al morbo vicioso y al cinismo asocial mas espeluznante.

Y hablando de vicio y morbo... ¡que manera de despertar esos bajos instintos en el espectador! El gran Fisher conseguia con una excelente eleccion de actrices, unos vestuarios atrevidisimos para la epoca y unas dosis de morbo y picardia tan soterradas como imparables, tener al espectador casi permanentemente sumergido en un clima de ambigua lascivia latente, matizada por el hecho de que el eros rondaba peligrosamente al tanatos.

De "La Momia", que tocas un poco de pasada... casi te digo que la version de Fisher me parece la mejor de todas las que ha habido, mejor que la de la Universal incluso (a la que tengo grandisimo cariño). Pese a que algunos decorados y fondos eran demasiado "low cost" la ambientacion es exquisita, los actores, como siempre en la Hammer, deliciosos, y realmente consigue crear atmosfera.

Y bueno, ya si me nombras "El sabueso de los Baskerville"... para mi esta en el podio de la Hammer junto con "Dracula" y "Frankenstein".

La gran pena es que Fisher no lograra esa version de "Soy leyenda" que podria haber sido para babear... seguro que mejor que la ultima version a cargo de Will Smith (creo que te he mandado un mail con el link a la noticia del proyecto de una PREcuela de la misma... en fin), quiza ahi ahi con la version mas conocida (la protagonizada por Charlton Heston) y quien sabe si a la altura de mi favorita, la primera, la protagonizada por Vincent Price...

Sigamos soñando... y larga vida a Terence Fisher!!!

Ramón Monedero dijo...

Queridísimo Antonio, a mi la primera mitad de "Drácula. Príncipe de las tinieblas" me parece desconcertantemente buena y en la segunda, habitan dos o tres escenas de verdadera antología que en conjunto configuran, creo yo, una película con alguna esquinilla que pulir pero en conjunto colosal.
En cuanto a "La momia", a ver..., es una barbaridad de película pero creo que el film de la Universal tienen algunos añadidos muy específicos que la situan sensiblemente por delante: su herencia expresionista, el sutilísimo uso que hacen de la momia, su propia fecha de producción, 1932, cuando el cine aún no se habçia asentado en el sonoro y su propio director, Karl Freund, ex-director de fotografía de Murnau que deja la huella germana en el film....
Pero vamos que si, que a Fisher no hay quien nos lo toque...