domingo, 21 de junio de 2009

"Ellos robaron la picha de Hitler" de Pedro Toumbory


De vez en cuando, uno no sabe ni cómo ni por qué termina viendo películas que en circunstancias normales no habría visto. Luego, una vez vistas, independientemente del estado anímico, moral y existencial al que dejan a uno, yo siempre me alegro de haber visto casi cualquier película, incluida una como "Ellos robaron la picha de Hitler". No había visto "Kárate a muerte en Torremolinos", la ópera prima de Pedro Toumboury, de modo que sentía cierta curiosidad por ver por donde tiraba este director malagueño, dicen por ahí, que muy divertido.
De entrada, hay que decir que yo, cuando escuché este título pensaba que el asunto iría por un chiste, una gracia escatológica final que diera sentido al título, pero nunca, que la película de Toumboury girara en torno a precisamente eso, el robo del pene de Hitler. Pues si caballeros, de eso precisamente va el asunto. En unas excavaciones en Berlin un grupo de obreros da con lo que parece ser un bunker nazi en el que encuentran embalsamado el miembro del dictador alemán. Cuando un grupo de nazis de pacotilla afincados en Málaga se entera de la noticia, ni cortos ni perezosos se lanzan a robar el pene, para implantárselo a un alemán previamente secuestrado y de ese modo resucitar de nuevo a Führer... Como verán, propuesta cogida con hilos. No, ni eso...
Pero el caso es que en cuanto empieza la película y vemos aparecer en lo título de crédito el nombre de Jess Franco como intervención estelar, no resulta difícil averiguar los derroteros de una película que sólo aspira a seguir las enseñanzas del prolífico y casposo director español.
A mi, Jesús Franco nunca me ha interesado particularmente más allá de ver una de sus películas entre un grupo de amigos dispuestos a reírse mandíbula batiente o en todo caso por su ópera primera, "Necronomicon", un largometraje que para nada hacía presagiar el futuro trabajo del realizador. De ese modo, Toumboury imita a Franco en su escuálido presupuesto, en su escatológica propuesta, en lo casposas de sus herramientas, en el gore de serie Z y en las constantes referencias al sexo.
El resultado es desde luego una película insólita. No hay personaje, ni casi historia, sólo una anécdota estirada tal vez más de la cuenta con constantes chistes, algunos de un gusto sumamente discutible y siempre apostando por la escatología, por ir más allá de lo políticamente correcto sin reparar en lo coherente de esto o aquello. Hay continuas referencias a los clásicos del terror (Frankenstein, incluyendo "El jovencito Frankenstein"), al propio cine de Jess Franco y hasta a la obra de Ed Wood, algo por otro lado lógico. Puede que algunos vean en películas como "Ellos robaron la picha de Hitler" el último grito del vanguardismo cinematográfico, como muchos se empeñan en revalorizar la obra de Wood o Franco, pero siendo un poco serios, "Ellos robaron la picha de Hitler" no pasa de ser una broma, por momentos un poco pesada, pero en cualquier caso sin un ápice de seriedad. Una de esas películas donde se nota, los que la hicieron se lo pasaron pipa pero que, y esto ya es otra cosa, no está tan claro que quien la vea se lo pase tan bien como ellos. Un cine bajo bandera española que pese a su naturaleza extravía y sus aspiraciones -aparentemente- rupturitas no va a servir para abrir fronteras y venderla fuera de España. Por tanto una broma, un chiste de dudosa consistencia y de discutible visionado. En cualquier caso, insisto, de vez en cuando, vale la pena ver cosas como "Ellos robaron la picha de Hitler", aunque eso si, siempre y cuando uno esté curado de espanto y tenga el estómago listo para productos de un alto nivel de indigestión. Sólo para muy, muy incondicionales del tío Jess.

8 comentarios:

Major Reisman dijo...

Buenas

Lo que más me jode es que esa estupidez (me niego a calificarlo de película) probablemente haya sido pagada con nuestros impuestos.

Los yanquis también hacen cosas similares, (Ver "Surf Nazis must die") pero al menos es iniciativa privada.

Un saludo

Ramón Monedero dijo...

Yo aquí tengo que admitir que soy más magnánimo. Creo que si hay subvenciones, debe de haberlas para todo y creo de hecho, que una cultura cinematográfica la genera todo tipo de producciones, TODAS. Ahora bien...
También es verdad que aquí, en este santo país, el tema de la subvenciones está mal planteado (y peor que lo quieren plantear ahora) y que la "cultura cinematográfica" española está cogida con hilos y sostenida por algunos que nos bombardean una y otra vez con más o menos, la misma película, de modo que nuestra cultura cinematográfica resulta muy escuálida. Pero yo nunca le negaría dinero a cualquier película por idiota que sea, en eso se basa la libertad.
Dicho esto, "Surf Nazis must die" es muy divertida...

Antonio Rentero dijo...

Como le decía Napoleón a Josefina... "te tragas cada cosa...".

Sobre las subvenciones... estoy con el Mayor, me parece bien la libertad a la hora de concedérselas, pero hago mías las palabras de nuestro querido Pedro Alberto: "sobre gustos no hay nada escrito, pero sobre calidad SÍ... Y MUCHO".

Tomás Serrano dijo...

Dices que "una cultura cinematográfica la genera todo tipo de producciones". Lo veo dudable. Conociendo todos las obras de cine porno, por ejemplo, no creo que alcances ninguna cultura cinematográfica. En la guía esa de cine de Carlos Aguilar creo que sobran todas esas películas, salvo para reírse un poco con los títulos. Yo si veo una mala película, me arrepiento de haber perdido el tiempo con ella, no me consuela mucho saber que he ampliado mi horizonte cinematográfico...
Respecto a las subvenciones, no parece muy justo que nuestros impuestos se vayan a cuatro amigos para que otros cuatro les vean las gracietas o cómo apoyan a los que les sueltan la pasta.

Ramón Monedero dijo...

A ver, desde luego, que nuestro dinero se vaya a cuatro amigos no.. pero si que creo que el heterogéneo paisaje cultural que componen la cultura cinematográfica lo engloba todo. Y no creo que sea bueno ir descartando, aunque personalmente nos diga algo o no. Yo cuando veo una película mala o que simplemente no me ha gustado, pero es un tipo de película que no suelo ver, una variante extraña, siempre trato de recibirla con la mayor de las comprensiones pues nunca está de mal ver cine, y como decía un amigo mio, "como más cine se aprende es viendo malas películas"... ahí queda eso!

Major Reisman dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Major Reisman dijo...

Yo creo que las subvenciones deben de ir por ejemplo a las escuelas de cine (o de cualquier otro arte) para pagar al estudiante la cámara de video, o el pedrusco que ha de tallar o los pinceles que va a usar.

Puedo incluso discutir que se le den subvenciones a una película que va a ser realizada por un director novel. Algo así como los que hace el ministerio para el desarrollo de proyectos científicos. Pero eso implicaría que se manda la idea y que esa idea debe de pasar un tribunal de evaluación. (como ha dicho más arriba Antonio, de calidad se ha escrito y mucho)

Pero estoy totalmente en contra de que las subvenciones se den a gente que ya tiene nombre suficiente como para buscarse las castañas solito y nos roben los leuros de nuestros bolsillos via impuestos. Y encima es que ultimamente ya ni disimulan que se la dan a los amiguetes de turno.

¿O es que acaso el cine porno español tiene subvenciones?

Un saludo

Ramón Monedero dijo...

En eso si que tengo que darte toda la razón... Subvenciona escuelas y hasta obras nóveles, pero meter dinero público en una película de Amenabar o de Alex de la Iglesia que tienen taquilla asegurada me parece un error de base. Y es que todo parte de la raiz. Alguna cabeza pensante debe de haber ideado esta mecánica de forzar el cine y la producción nacional obviando lo que sin duda es lo más importante; el público.
Y si tienes razón. No se si el cine x recibe dinero público, pero si no es así y tal cual está montado el jardín, pues debería, supongo...