Voy a contar un espisodio bastante insólito y trágico. Se trata de la muerte de un especialista de cine fruto de un accidente de helicóptero que fue recogido por una cámara de cine. Este dramático accidente, además de acabar con la vida de tres personas (un actor y dos niños asiáticos), afectó de forma crucial a la posterior carrera de su director, John Landis, a quien, nada menos que Steven Spielberg, aseguran los enterados del asunto, le dio la espalda sin más. Os cuento.
Corría el año 1983 y John Landis era un director de éxito. Había logrado destacar con un film, a priori tan poco destacable como "Desmadre a la americana", configuró junto a sus amigos Dan Aykroid y John Belushi todo un icono de la cultura de los 80, los Blues Brother, con la película "The Blues Brother" (titulada aquí "Granujas a todo ritmo"...), consiguió un sonoro éxito removiendo algún que otro pilar del cine de terror con la notable "Un hombre lobo americano en Londres" e inauguró las bases de la comedia ochentera norteamericana con "Entre pillos anda el juego". Landis, en suma, era un tio con suerte, Había hecho migas con Steven Spielberg a quien por cierto, podemos ver en una de sus pocas incursiones en la interpretación al final de "The Blues Brother", y el director de "E.T." recurrió a Landis para que dirigiera el -formidable- prólogo de "En los límites de la realidad" y uno de sus espisodios.
El episodio de Landis era el primero, aquel en el que un hombre, Bill Connor (Vic Morrow), ponía de manifiesto sus desfasadas ideas racistas y por un capricho del espacio tiempo, Connor era llevado a algunos de los momentos más significativos de descriminación racial con él como principal objeto del deseo de racistas y xenófobos de casi toda la historia del hombre (el nazismo, el Ku Klux Klan...) En uno de esos viajes inesperados, Connor cae en Vietnam y llegado cierto momento libera a un par de niños asiáticos de una carcel de los vietnamitas.
Aquel día, curiosamente, era el último día de rodaje. Morrow tenía todo su personaje ya filmado y en ese momento, el equipo de Landis se disponía a rodar la última escena de la película. Según el guión, Morrow debía correr por un lago con los dos niños en brazos mientras un helicóptero los amenazaba a pocos metros de altura. Cuando el equipo se puso a rodar, el helicóptero se elevó, Morrow comenzó a correr por el lago con los dos niños en sus brazos y entonces, algó que no debería haber pasado, pasó. El helicóptero se desestabilizó y cayó al lago con tan mala fortuna que sus aspas cortaron la cabeza de Morrow y de uno de los niños. El otro niño falleció bajo los restos del fuselaje que se precepitaron al vacio.
Cuentan las malas lenguas que Spielberg se enteró de madrugada, a través de una llamada de teléfono. El director de "Tiburón" era el principal responsable e insitgador de "En los límites de la realidad", pero según parece, Spielberg dio la espalda a Landis, no intervino ni medió en absoluto, se mantuvo completamente al margen y llegado el momento de pedir responsabilidades, John Landis fue el único que terminó sentado en el banquillo de los acusados. Finalmente, el jurado encontró a Landis inocente.
Pero al asunto no terminó aquí. Desde entonces Landis ha arrastrado aquel accidente en forma de depresiones, sedantes y diferentes litigios. Al parecer, Spielberg y Landis dejaron de hablarse a partir de ese momento. Y no me extraña. Spilbergo no le cogía el teléfono a Landis y lo evitaba a toda costa. A partir de ese momento la carrera de Landis no fue la misma y las leyes para rodar con menores y las medidas de seguridad cuando hay un helicóptero en un set de rodaje, se alteraron de forma considerable.
Al año siguiente John Landis rodó "Cuando llega la noche". Con Jeff Goldblum y Michelle Pfeiffer. Pese a sus dos estrellas y a lo simpática de la producción (una especia de "Jo, que noche" descafeinada), el film pasó complatmente desapercibido hasta el punto de que aún hoy, pocos saben de su existencia. En 1985 Landis insistió en la comedia americana propia de los 80 con la desternillante "Espias como nosotros", que le empujó en 1986, a filmar otra propuesta muy similar, la no menos descacharrante "Los tres amigos". Con "El príncipe de Zamunda" Landis consiguió hacerse con un discreto lugar en el mundo de la comedia descafeinada. No había una palabra más alta que otra y sus rodajes, por lo general, no eran particularmente caros ni complejos. Parecía que Landis podía empezar a hacer otras cosas y arriesgarse un poco.
En 1991 John Landis rueda una de sus mejores y más injustamente infravolaradas películas, "Oscar". La pesada sombra de su protagonista, Sylvester Stallone, y su estrctura clásica propia de una comedia de enredo despistó a más de uno y la película fracasó. En 1992 Landis demostraría que ya no era el mismo. Regresó al cine de terror que tanto éxito le dio con la mediocre (aunque simpática, y es que todo lo que hace Landis, al menos para mi, es como poco, simpático) "Sangre fresca". Accedió a rodar "Superdetective en Hollywood III", con su amigo Eddie Murphy (en muchos sentidos, la mejor de las tres) y en 1996 se atrevío con una verdadera temeridad, "La familia Stupid", una osadia conceptual, cultural, y dramática de dificil digestión para el público. El film, volvió a fracasar. Landis, no tenía un éxito desde "El principe de Zamunda" y ya habían pasado diez años.
Fue entonces cuando el director de "Oscar", hizo otro intento de retomar sus éxitos del pasado y filmó "Blues Brother 2000". La película es muy mala pero porque no tiene ni pies ni cabeza. Todo es una excusa para sus -estupendos- números músicales. También fracasó. En 1998 John Landis rodaría "El plan de Susan", un nuevo fracaso, hasta tal punto, que a España llegó directamente en DVD. Yo la he visto. Es muy floja.
Desde entonces John Landis lleva casi una década rodando documentales y refugiado en la televisión donde ha rodado dos -y apreciables- episodios de la serie "Master of Horror", "Extraño instinto animal" y "Family". Dos amagos de buen cine de un director cinéfago por naturaleza, profundamente intrascendente pero también, vocacionalmente divertido. Su seriedad es siempre la justa y siempre, repleta de buen humor, pese a su trágico devenir. Ahora prepara una nueva película, "Epic Proportions", prevista para el 2010, donde dos hermanos en pleno Crack del 29 entran a trabajar en el cine, concretamente, en una película sobre las plagas bíblicas... (yo no se a ustedes, pero a mi con está película me llega un tufillo similar al de "Los tres amigos")
Mi más sincera y profunda suerte para un director, que en mi opinión se la merece y que además, tiene más virtudes de las que en un principio se puedan deducir, creo yo. Su vida se ha visto marcada por la tregedia, en un punto de inflexión del que además, perduran las imágenes de la dramática muerte de Morrow y dos niños más. Este es el vídeo de la muerte de Morrow y los dos niños con los que trabajaba.
Corría el año 1983 y John Landis era un director de éxito. Había logrado destacar con un film, a priori tan poco destacable como "Desmadre a la americana", configuró junto a sus amigos Dan Aykroid y John Belushi todo un icono de la cultura de los 80, los Blues Brother, con la película "The Blues Brother" (titulada aquí "Granujas a todo ritmo"...), consiguió un sonoro éxito removiendo algún que otro pilar del cine de terror con la notable "Un hombre lobo americano en Londres" e inauguró las bases de la comedia ochentera norteamericana con "Entre pillos anda el juego". Landis, en suma, era un tio con suerte, Había hecho migas con Steven Spielberg a quien por cierto, podemos ver en una de sus pocas incursiones en la interpretación al final de "The Blues Brother", y el director de "E.T." recurrió a Landis para que dirigiera el -formidable- prólogo de "En los límites de la realidad" y uno de sus espisodios.
El episodio de Landis era el primero, aquel en el que un hombre, Bill Connor (Vic Morrow), ponía de manifiesto sus desfasadas ideas racistas y por un capricho del espacio tiempo, Connor era llevado a algunos de los momentos más significativos de descriminación racial con él como principal objeto del deseo de racistas y xenófobos de casi toda la historia del hombre (el nazismo, el Ku Klux Klan...) En uno de esos viajes inesperados, Connor cae en Vietnam y llegado cierto momento libera a un par de niños asiáticos de una carcel de los vietnamitas.
Aquel día, curiosamente, era el último día de rodaje. Morrow tenía todo su personaje ya filmado y en ese momento, el equipo de Landis se disponía a rodar la última escena de la película. Según el guión, Morrow debía correr por un lago con los dos niños en brazos mientras un helicóptero los amenazaba a pocos metros de altura. Cuando el equipo se puso a rodar, el helicóptero se elevó, Morrow comenzó a correr por el lago con los dos niños en sus brazos y entonces, algó que no debería haber pasado, pasó. El helicóptero se desestabilizó y cayó al lago con tan mala fortuna que sus aspas cortaron la cabeza de Morrow y de uno de los niños. El otro niño falleció bajo los restos del fuselaje que se precepitaron al vacio.
Cuentan las malas lenguas que Spielberg se enteró de madrugada, a través de una llamada de teléfono. El director de "Tiburón" era el principal responsable e insitgador de "En los límites de la realidad", pero según parece, Spielberg dio la espalda a Landis, no intervino ni medió en absoluto, se mantuvo completamente al margen y llegado el momento de pedir responsabilidades, John Landis fue el único que terminó sentado en el banquillo de los acusados. Finalmente, el jurado encontró a Landis inocente.
Pero al asunto no terminó aquí. Desde entonces Landis ha arrastrado aquel accidente en forma de depresiones, sedantes y diferentes litigios. Al parecer, Spielberg y Landis dejaron de hablarse a partir de ese momento. Y no me extraña. Spilbergo no le cogía el teléfono a Landis y lo evitaba a toda costa. A partir de ese momento la carrera de Landis no fue la misma y las leyes para rodar con menores y las medidas de seguridad cuando hay un helicóptero en un set de rodaje, se alteraron de forma considerable.
Al año siguiente John Landis rodó "Cuando llega la noche". Con Jeff Goldblum y Michelle Pfeiffer. Pese a sus dos estrellas y a lo simpática de la producción (una especia de "Jo, que noche" descafeinada), el film pasó complatmente desapercibido hasta el punto de que aún hoy, pocos saben de su existencia. En 1985 Landis insistió en la comedia americana propia de los 80 con la desternillante "Espias como nosotros", que le empujó en 1986, a filmar otra propuesta muy similar, la no menos descacharrante "Los tres amigos". Con "El príncipe de Zamunda" Landis consiguió hacerse con un discreto lugar en el mundo de la comedia descafeinada. No había una palabra más alta que otra y sus rodajes, por lo general, no eran particularmente caros ni complejos. Parecía que Landis podía empezar a hacer otras cosas y arriesgarse un poco.
En 1991 John Landis rueda una de sus mejores y más injustamente infravolaradas películas, "Oscar". La pesada sombra de su protagonista, Sylvester Stallone, y su estrctura clásica propia de una comedia de enredo despistó a más de uno y la película fracasó. En 1992 Landis demostraría que ya no era el mismo. Regresó al cine de terror que tanto éxito le dio con la mediocre (aunque simpática, y es que todo lo que hace Landis, al menos para mi, es como poco, simpático) "Sangre fresca". Accedió a rodar "Superdetective en Hollywood III", con su amigo Eddie Murphy (en muchos sentidos, la mejor de las tres) y en 1996 se atrevío con una verdadera temeridad, "La familia Stupid", una osadia conceptual, cultural, y dramática de dificil digestión para el público. El film, volvió a fracasar. Landis, no tenía un éxito desde "El principe de Zamunda" y ya habían pasado diez años.
Fue entonces cuando el director de "Oscar", hizo otro intento de retomar sus éxitos del pasado y filmó "Blues Brother 2000". La película es muy mala pero porque no tiene ni pies ni cabeza. Todo es una excusa para sus -estupendos- números músicales. También fracasó. En 1998 John Landis rodaría "El plan de Susan", un nuevo fracaso, hasta tal punto, que a España llegó directamente en DVD. Yo la he visto. Es muy floja.
Desde entonces John Landis lleva casi una década rodando documentales y refugiado en la televisión donde ha rodado dos -y apreciables- episodios de la serie "Master of Horror", "Extraño instinto animal" y "Family". Dos amagos de buen cine de un director cinéfago por naturaleza, profundamente intrascendente pero también, vocacionalmente divertido. Su seriedad es siempre la justa y siempre, repleta de buen humor, pese a su trágico devenir. Ahora prepara una nueva película, "Epic Proportions", prevista para el 2010, donde dos hermanos en pleno Crack del 29 entran a trabajar en el cine, concretamente, en una película sobre las plagas bíblicas... (yo no se a ustedes, pero a mi con está película me llega un tufillo similar al de "Los tres amigos")
Mi más sincera y profunda suerte para un director, que en mi opinión se la merece y que además, tiene más virtudes de las que en un principio se puedan deducir, creo yo. Su vida se ha visto marcada por la tregedia, en un punto de inflexión del que además, perduran las imágenes de la dramática muerte de Morrow y dos niños más. Este es el vídeo de la muerte de Morrow y los dos niños con los que trabajaba.
3 comentarios:
Qué disparate. Y qué trauma.
Fijate. Cosa fina y con todo lo que yo quiero a Spelberg, qué cabrón. Por eso, reivindiquemos a John Landis, coño!, que el tio vale!!
Sabía lo del accidente, pero desconocía que Spielberg le hubiera dado de lado de esa forma... tampoco había visto el video del accidente... en el que tampoco se distingue gran cosa, por otra parte...
La verdad es que efectivamente Landis es de los que siempre nos ha caído simpático, es un maestro de la comedia pero le persigue la mala suerte pq la vida le enseñó duramente que el que arriesga no siempre gana, y quizá muchas veces sus pelis han sido acomodaticias, ha ido a la fácil... pero claro, por nadie pase.
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