miércoles, 15 de octubre de 2008

"El ejército de las tinieblas"


Como sabrán todos los -insensatos, yo el primero- seguidores de Sam Raimi y más concretamente, de su popular saga "Evil Dead", "El ejército de las tinieblas", la tercera y más descacharrante secuela de la serie, no está editada en DVD en España. A mi, "El ejército de las tinieblas", o para abreviar, "Evil Dead III", es un film que me resulta particularmente simpático por varias razones, entre ellas, mi conexión, digamos, sentimental con el universo de Raimi. La historia es la siguiente, cuando yo rondaba los ingenuos 16 años, mi incomprensible afición por las Bandas Sonoras me llevaba en mi ignorancia, a pasearme por los pasillos de El Corte Inglés en busca de alguna novedad que siempre implicaba, arriesgarme a cosa sólo Dios sabe que cosas, como de hecho ocurrió en más de una vez. Aquel día, recuerdo que era Semana Santa, andaba yo no se muy bien cómo ni por qué, con el dinero suficiente en mi bolsillo como para dejármelo en una generosa BSO. Aquellos billetes me picaban en el bolsillo.


Entre cientos de BSO, unas que tenía y otras que no me interesaban (tenía 16 años, recordarlo), me topé con la siguiente carátula (en la imagen). Yo no tenía ni la más extraordinaria idea de quien era Sam Raimi y mucho menos Bruce Campbell y todavía menos, el compositor de la BSO, Joseph LoDuca, pero había un nombre que si conocía que me inspiró confianza, Danny Elfman componía un tema, "La marcha de la muerte". Esto y con semejante carátula me hicieron deducir una BSO de aventuras, divertidas y siniestra. Justo lo que necesitaba. Dicho y hecho, en cuestión de segundo aquella cinta, porque lo de los CDs todavía era ciencia ficción para mi, no tardó en suplantar mis antiguas pesetas, que por lo que recuerdo valían las BSO en ptas porque aquellos años, fácil, fácil, fueron casi 2.000 pelas fijo.


Y en eso que llego yo a mi casa, me coloco la cinta y..., ¡jo-pe!, aquello era estupendo. La BSO de "El ejército de las tinieblas" era un curioso ejercicio orquesta entre lo heroico y lo macabro repleto de una amplia variedad de temas todos, divertidos y tremendamente ágiles. Era cuestión de tiempo. En breve y sin internet, me puse a buscar quien era esa Sam Raimi y cómo podía yo ver "El ejército de las tinieblas". No tardé en descubrir que era Raimi porque meses después, ese mismo verano, se estrenaba "El ejército de las tinieblas" y todas las revistas de cine empezaron a recordar la saga "Evil Dead". ¡Jolín!, pensé yo. Afortunadamente, "El ejército de las tinieblas" encontró una sala donde estrenarse en Murcia, el Salzillo A, fui a verla con mi querido amigo de la infancia Kiki (Jesús en realidad) y me lo pasé pipa.


Ahora, una vez he visto, comprado, escrito y hasta meditado (algunos dirían que más de la cuenta) sobre la saga "Evil Dead", tenía en mi adorada filmoteca las dos primeras entregas pero ¡ay!, me faltaba la tercera, una película que reconozco, de vez en cuando me gusta ver. No me deja de sorprender la absoluta falta de prejuicios, de vergüenza con la que Raimi afrontó este "Evil Dead III". Con un poco más de dinero del preconcebido (debido al moderado éxito de "Darkman"), Raimi hizo, literalmente, lo que quiso y como quiso, y eso se nota en las desmedida frescura del film, aunque esto implique que el resultado final resulte ciertamente, desigual. Pero su hilaridad lo supera todo y lo mejor es remontarse a nuestra niñez, dejarse embaucar por los toscos trucos de Raimi, la desconcertantes composiciones, o mejor, descomposiciones, de su rostro y zambullirse en ese torrente de calaveras y esqueletos polvorientos que ríen, tosen y cargan contra un castillo de cartón piedra a ritmo del mejor Harrihaussen.


Pues bien, yo, seguí sin mi "El ejército de las tinieblas". Pero ¡ah!, una vez más, la inmensidad de la red de redes, en la que tengo que admitir, no tengo una gran confianza, encontré en una página web llamada PiceMinister una edición en DVD en Alemania, lógicamente de zona 2, con audio en español. Audio en mono si, pero en español al fin y al cabo (no en sudamericano como se ha dado en alguna ocasión el caso). Con poco menos de tres euros de gastos de envío y fiabilidad, porque al menos a mi, me ha llegado tal cual se anunció el producto.


De modo que ya soy un poco más feliz, con mi flamante trilogía de "Evil Dead" y todo cuando han resurgido los rumores, primero de un remake de la película original y luego de un "Evil Dead IV", aunque esto último ha sido más un deseo expresado en voz alta por parte de Bruce Campbell que una realidad. En fin... Para el que esto firma, una pena.

8 comentarios:

Antonio Rentero dijo...

Un día tenemos que hablar tú y yo de BSO...

Por un lado me encarga Germán que le busque música para escuchar mientras lee relatos góticos (Poe, Lovecraft y demás hierbas).

Por otro, hace años que ronda mi cabeza la idea de componer un estudio que recoja la "banda sonora" apropiada para escuchar mientras se lee "El Señor de los Anillos" (evidentemente, "afueraparte" de la propia de las películas).

Música clásica, BSO de otras películas, piezas folk... tarea ingente, pero oye, es un trabajo sucio pero alguien tiene que hacerlo.

Pq ojo, q cuando digo "la BSO para escuchar mientras lees ESDLA" tengamos en cuenta que si los tres libros son 1.000 páginas y pongamos que cada página se lee en unos 100 segundos, necesitamos 100.000 segundos de música (como 30 horas de música) que ADEMÁS tienen que "casar" y ser adecuadas para el pasaje que estás leyendo... música folk para los pasajes de la Comarca, ominosa para Mordor, heróica para el Abismo de Helm, trepidante para Khazad Dhum, etérea para Rivendell... ¿lo vas captando?

Ramón Monedero dijo...

Hablar de BSO? Dios, cuando quieras!
Música para leer relatos de Poe, Lovecraft y demás personajes. Eso está hecho.
Monumento musical para leer El señor de los anillos. Joder! Desde luego sería todo un reto y una forma de enmendar, aunque fuera a título personal, la limitadísima BSO de Howard Shre. De pensar lo que hubiera hecho un Goldsmith o un Williams en plena forma. O John Powell, o David Arnold, o Joel McNeely, o Michael Kamen, o ¡¡Alan Silvestri!!!, o Basil Poledouris, o Bruce Broughton, o incluso Hans Zimmer, o James Newton Howard, o John Debney, o Patrick Doyle, o el olvidadísimo Robert Folk, que es una mala bestia, en fin... ¡Snif!

Athena dijo...

Qué gustico da conseguir lo que se está buscando desde hace años. Yo estoy a la espera de recibir lo mío ;)

En cuanto a "El ejército de las tinieblas", también la vi en el cine. Lo mismo estábamos allí al mismo tiempo.

Antonio Rentero dijo...

Ya veo q yo tb te he tocado a tí el tema sensible ;-)

Ramón Monedero dijo...

Si Antonio, tema sensible donde los haya, cada vez que pienso en esa BSO....
Y Athena, yo recuerdo de aquella sesión en el cine viendo "El ejército de las tinieblas" a un tipo que en mitad de la proyección abandonó la sala exclamando "¡qué película más mala!".

Athena dijo...

¡Ay, pues no sé! El caso es que me suena, pero creo que me ha pasado más de una vez. Le preguntaré a mi hermana, que suele tener más memoria para estas cosas ;) Ya sería casualidad, ¿eh?

Tigretón dijo...

Recuerdo llegar a mi casa un sábado por la noche hace ya una década al menos (podéis imaginad en que estado). En vez de ir para la cama como me pedía el cuerpo, opté por poner la tele, y voilá!! "El Ejército de las Tinieblas" en el Plus, me la tragué enterita, y en el "siguiente pase" preparé convenientemente una cinta de vídeo y la grabé. Ahora tengo que localizar la dichosa cintita...
Y lo de localizarla en DVD puff. Lo curioso es que luego te encuentras anténticos bodrios editados y obras maestras nada de nada, o si acaso una edición cutre de "El Pato Films" (por decir un nombre), sin ningún extra y en sonido monoaural

Me encantó esa película, aunque en la batalla final hay quien dice que se notan demasiado algunos efectos... (para gustos los colores)

Ramón Monedero dijo...

Bueno, Tigretón, la gracia de "El ejército de las tinieblas" era precisamente eso, que se viera el truco. Incluso en las tres "Spiderman" dicen que Sam Raimi ponía muy poco interés en que los efectos arácnidos resultaran realistas, Raimi prefiere, o al menos prefería, que los efectos sean eso, efectos.