No había visto yo "Perdidos en Brujas", ópera prima de Martin McDonagh. Recuerdo que en su día la película se presentó casi como una comedia de misterio en un entorno de fábula como la ciudad belga de Brujas. De hecho, el propio cartel de la película no difiere demasiado en este sentido, pues también planta a unos personajes con muecas en la cara y alguna pistola en la mano con la bella ciudad como telón de fondo. Pero lo cierto es que poco de todo esto hay en "Perdidos en Brujas". La película de McDonagh recurre a determinados elementos propios del thriller y hasta cierto tipo de comedia, pero desde luego, nada que ver con las intenciones y los resultados del film.
"Perdidos en Brujas" nos cuenta la historia de Ray y Ken (Colin Farrell y Brendan Gleeson), al parecer, dos asesinos no particularmente curtidos en eso de quitar vidas aunque alguna que otra se hayan llevado por delante. Sobre todo Ray, que al cometer su primer asesinato, mató sin querer a un niño, una pesadilla que lleva en su cabeza y que no le deja vivir en paz. Ray y Ken, pierden por tanto el tiempo en Brujas paseando, tomando alguna cerveza y muy a pesar de Ray, visitando algún edificio histórico a la espera de que Harry (como siempre, un soberbio Ralph Fiennes) los llame por teléfono para no se sabe qué.
McDonagh, también guionista de la película, se toma su tiempo para presentar a los personajes y para ir entrando en situación y sobre todo para transmitir esa sensación de espera, un sentimiento complicado de transmitir al público, dado que como es sabido, éste se aburre con facilidad. Pero McDonagh aguanta el tipo. La relación entre Ray y Ken es pintoresca. Ray es un joven con ganas de volver a Londres que opina que Brujas es una basura y que sólo quiere tomarse unas cervezas y si tiene oportunidad, que la tendrá, ligar con una belga. Ken en cambio es un hombre mucho más pausado. Prefiere pasear por la ciudad, visitar edificios históricos, quedarse por la noche en el hotel y como mucho, tomarse una cerveza.
Pero entonces, llama Harry. Y la misión que propone a Ken, no es fácil de digerir. A lo largo de todo este tiempo hemos visto sobre todo como Ray se hunde ante esa imagen de frívolo juerguita que ofrece y se revela como un alma desangelada ante el constante recuerdo de la muerte de aquel niño al que sin querer le quitó la vida. O dicho de otro modo, Ray quiere morir.
Todo esto ocurre mientras la situación en Brujas se va enredando y todo se va convirtiendo en algo pesadillesco. De pronto, la bella ciudad que acoge a estos dos curiosos personajes se va tornando menos apacible y más oscura. Hay de hecho en el film de McDonagh una explícita referencia a "Sed de mal", pero yo también me acordé mucho de "El cuarto hombre" de Carol Reed, por esa imagen que ambos directores ofrecen de los entornos urbanos donde se desarrolla la acción (cada uno a su manera) y por ese final, con Ken en lo alto de una torre mirando al vacío, pero sin poder contemplar a la gente como hormigas, debido a una espesa niebla.
Se deja sentir en "Perdidos en brujas" cierto tufillo tarantinesco a la hora de mezclar gangster de barrios bajos en un entorno europeo, determinados momentos de cierta violencia explícita y algunas conversaciones que pretenden ser más divertidas y ocurrentes de lo que en realidad son, pero bueno, se puede pasar porque al fin y al cabo, que Tarantino ha influido y mucho al cine norteamericano es una realidad que no nos podemos poner a negar a estas alturas. Pero también es cierto que al contrario que Tarantino, el film de McDonagh es una película bastante más honesta. No encandila al espectador con imágenes deslumbrantes y milimétricamente estudiadas, efectistas en suma, y prefiere alejarse del drama que está contando para dejar que sea la historia la que coga las riendas del film. El guión está muy bien cerrado, de modo que gracias a esto, al película no hace aguas en ningún momento.
Los actores, están todos magníficos, de Farrell, a Fiennes, pasando por Gleeson, y al final, de ser una película de gangster ligera de empaque, desciende a los infiernos de una pesadilla en busca de redención para al final, concluir con un personaje que sobre todo, quiere vivir. Curioso final para una película que gira en torno a un personaje que quiere morir, que de hecho a punto está de pegarse un tiro y que además, termina siendo perseguido por más de uno para agujerearle la cabeza.
En cualquier caso "Perdidos en Brujas" es una película simpática. Sin grandes y espectaculares aciertos pero también, sin molestos defectos. El film fluye con bastante fluidez y su director y guionista se revela como un hombre interesado en el cine y en contar bien historias sin demasiados aspavientos, lo que siempre es bueno. No es una gran película, quizá a algunos no le digan gran cosa, pero en su interior, creo yo, hay indicios de buen cine.
"Perdidos en Brujas" nos cuenta la historia de Ray y Ken (Colin Farrell y Brendan Gleeson), al parecer, dos asesinos no particularmente curtidos en eso de quitar vidas aunque alguna que otra se hayan llevado por delante. Sobre todo Ray, que al cometer su primer asesinato, mató sin querer a un niño, una pesadilla que lleva en su cabeza y que no le deja vivir en paz. Ray y Ken, pierden por tanto el tiempo en Brujas paseando, tomando alguna cerveza y muy a pesar de Ray, visitando algún edificio histórico a la espera de que Harry (como siempre, un soberbio Ralph Fiennes) los llame por teléfono para no se sabe qué.
McDonagh, también guionista de la película, se toma su tiempo para presentar a los personajes y para ir entrando en situación y sobre todo para transmitir esa sensación de espera, un sentimiento complicado de transmitir al público, dado que como es sabido, éste se aburre con facilidad. Pero McDonagh aguanta el tipo. La relación entre Ray y Ken es pintoresca. Ray es un joven con ganas de volver a Londres que opina que Brujas es una basura y que sólo quiere tomarse unas cervezas y si tiene oportunidad, que la tendrá, ligar con una belga. Ken en cambio es un hombre mucho más pausado. Prefiere pasear por la ciudad, visitar edificios históricos, quedarse por la noche en el hotel y como mucho, tomarse una cerveza.
Pero entonces, llama Harry. Y la misión que propone a Ken, no es fácil de digerir. A lo largo de todo este tiempo hemos visto sobre todo como Ray se hunde ante esa imagen de frívolo juerguita que ofrece y se revela como un alma desangelada ante el constante recuerdo de la muerte de aquel niño al que sin querer le quitó la vida. O dicho de otro modo, Ray quiere morir.
Todo esto ocurre mientras la situación en Brujas se va enredando y todo se va convirtiendo en algo pesadillesco. De pronto, la bella ciudad que acoge a estos dos curiosos personajes se va tornando menos apacible y más oscura. Hay de hecho en el film de McDonagh una explícita referencia a "Sed de mal", pero yo también me acordé mucho de "El cuarto hombre" de Carol Reed, por esa imagen que ambos directores ofrecen de los entornos urbanos donde se desarrolla la acción (cada uno a su manera) y por ese final, con Ken en lo alto de una torre mirando al vacío, pero sin poder contemplar a la gente como hormigas, debido a una espesa niebla.
Se deja sentir en "Perdidos en brujas" cierto tufillo tarantinesco a la hora de mezclar gangster de barrios bajos en un entorno europeo, determinados momentos de cierta violencia explícita y algunas conversaciones que pretenden ser más divertidas y ocurrentes de lo que en realidad son, pero bueno, se puede pasar porque al fin y al cabo, que Tarantino ha influido y mucho al cine norteamericano es una realidad que no nos podemos poner a negar a estas alturas. Pero también es cierto que al contrario que Tarantino, el film de McDonagh es una película bastante más honesta. No encandila al espectador con imágenes deslumbrantes y milimétricamente estudiadas, efectistas en suma, y prefiere alejarse del drama que está contando para dejar que sea la historia la que coga las riendas del film. El guión está muy bien cerrado, de modo que gracias a esto, al película no hace aguas en ningún momento.
Los actores, están todos magníficos, de Farrell, a Fiennes, pasando por Gleeson, y al final, de ser una película de gangster ligera de empaque, desciende a los infiernos de una pesadilla en busca de redención para al final, concluir con un personaje que sobre todo, quiere vivir. Curioso final para una película que gira en torno a un personaje que quiere morir, que de hecho a punto está de pegarse un tiro y que además, termina siendo perseguido por más de uno para agujerearle la cabeza.
En cualquier caso "Perdidos en Brujas" es una película simpática. Sin grandes y espectaculares aciertos pero también, sin molestos defectos. El film fluye con bastante fluidez y su director y guionista se revela como un hombre interesado en el cine y en contar bien historias sin demasiados aspavientos, lo que siempre es bueno. No es una gran película, quizá a algunos no le digan gran cosa, pero en su interior, creo yo, hay indicios de buen cine.
14 comentarios:
Curioso que tus dos últimas entradas vayan sobre Brujas ;-)
Un abrazo Ramón y a ver si nos vemos. Sigo tu blog aunque muchas veces no tengo tiempo de comentar nada (no tengo ni para mi blog). Ah! y habrá que pensar pronto (ya) en la resurrección del maratón de cine ("Marathon Reloaded")
Gracias por tus palabras tigretón y claro. ¡¡Viva el Maratón´09!!!!
Desde mi punto de vista, totalmente de acuerdo con lo que dices. El final fue lo que menos me gustó. Es "físicamente" inverosímil.
Muchos tiros en un sólo cuerpo si.. y además, esa caída en picado de la torre, con la de sangre que sale de esa cuerpo con el impacto contra el suelo...
Pero bueno, como decía Hitchock, ¿quien quiere verosimilut en el cine?
Sí, pero hay verosimulitudes y verosimilitudes. Acepto que Indiana Jones se meta en una nevera para protegerse de una explosión nuclear, pero hay otros casos que... En el famoso libro de William Goldman habla de este tema...
Una buena pelicula. sí señor, imperfecta pero muy interesante. A mí me sorprendió mucho la actuación de Colin Farrell que suele ser un actor bastante histriónico y aquí lo borda con un papel muy comedido (muy parecido al personaje de la excelente pelicula de Woody Allen "El Sueño de Casandra").Pero quién se lleva la palma es el gran Brendan Gleeson, un actorazo muy poco reconocido. Mención aparte se merece la banda sonora de Cartel burwell, aquí excelente.
Y en cuanto a la influencia del "bendito" Tarantino, decir que, no creo que sea tal, ya que, los personajes aquí son personas normales de carne y hueso, mientras que en los films de Tarantino son prototipos cool de determinados estereotipos cinematográficos.
A mi me gusto mucho esta peli.
Un saludete
No me he leído el libro de Goldman, es verdad, lo tenía en mente pero lo había olvidado, tomo nota.
Por lo demás a mi Farrel es un tio que si me gusta, aunque no todas sus películas y a veces creo que los papeles le vienen un poco grandes ("Alexander").
En cuanto a la sombra de Tarantino yo si creo que está allí, aunque sea en un entorno distinto con personajes, también distintos. Pero el tufillo...
Me entusiasmó esta película, qué pena que todo se vaya un poco al garete al final, aún así la sigo recomendando.
Estoy con Kow, Farrel parece aqui "heredero" de su personaje en "Cassandra´s dream"... lo que no es negativo, simplemente curioso.
Si, es cierto eso de Farrel y Cassandra, si que es curioso si...
Y no se..., que quisquillosos estaís todos con el final de esta peli, tampoco es la cosa como para rasgarse las vestiduras...
Buenas Ramón
De acuerdo en lineas generales con tu comentario, aunque opino que "Perdidos en Brujas" es una de esas películas que empiezan fascinando y terminan dejando la sensación de no ser del todo redondas.
Personalmente, la encontré muy interesante en su primera media hora, con el pintoresco "exilio" de los dos asesinos en un sitio turístico como Brujas. Un planteamiento original, aderezado además con unas gotas de humor inteligente en esa primera parte.
Sin embargo, conforme la pelicula avanza va perdiendo precisión narrativa, y se hace más difusa. Las escenas del enano por ejemplo, hablando sobre la guerra entre las razas o cuando el novio de la "amiga" del personaje de Colin Farrel intenta atracarlo... a mi me pareció una muy mala imitación de los diálogos y situaciones de "Pulp Fiction". Y el desenlace, especialmente, me pareció bastante forzado y efectista, amén de ser una paranoia del guionista (probablemente más que influido por títulos como "Amor a quemarropa", por cierto).
Lo dicho, "Perdidos en Brujas" es una película que empieza bastante bien, pero no logra mantener el nivel del planteamiento inicial. Algo menos de artificio narrativo habría sido de agradecer.
Ante todo bienvenido Von Kleist, imagino que vienes del blog de Reisman, por lo que estamos entre amigos. En el fondo creo que no diferimos tanto en nuestras opiniones, yo la verdad es que soy un poco más permisivo y admito las idas de cabeza de los guionistas y las salidas de tono con moderada naturalidad, de modo que en conjunto y haciendo oídos sordos a determiandos momentos, el film se deja ver muy bien aunque estoy contigo en que lo mejor es la primera parte de la película.
Lo que si comparto contigo al cien por cien es ese "tufillo" tarantinesco al que ya hacía referencia en la entrada y que en efecto, creo que se nota bastante en esta peli, pero como digo, guste o no, que Tarantino ha infludio y mucho al cine de los 90 para acá es una realidad fuera de toda duda. Insisto, nos guste o no...
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