jueves, 9 de abril de 2009

"La pasión" de Mel Gibson


Estamos de Semana Santa y ya sabemos lo que toca. Entre otras cosas, cine de romanos y crónicas santas. Ahora, no obstante, los tiempos han cambiado, y en vez de poner "Quo Vadis" o "Ben-Hur" en horario de máxima audiencia, esconden estos peliculones en una esquinita de la parrilla de programación, a las 10.30 un jueves por la mañana, por ejemplo, y en sus honorables lugares, ahora pasan películas como "Gladiator" o "La pasión". No voy a hablar de "Gladiator" porque me parece un film tan insustancial como correcto y francamente creo que dedicarle más espacio sería darle una importancia que honestamente creo, que no se merece. Ahora bien, otra cosa bien distinta es "La pasión".
Recuerdo que cuando se estrenó la aplaudida y polémica película de Mel Gibson yo fui uno de esos que la atacó con furia y alevosía, saña y odio, sanguinolenta y desmedida ofuscación para oponerme al mundo y defender la idea de que "La pasión" era una película rematadamente mala. A ver..., no es "Scary Movie", pero en mi opinión el film de Gibson dista un abismo de ser la obra maestra que muchos se empeñaron en bautizar. Pero de antes de nada, romper una lanza a favor de la película. Mejor o peor, creo que "La pasión" debe ser aplaudida en la medida que fue una apuesta arriesgada y personal tal y como Mel Gibson, en su rol de cineasta la concibió sin ceder a la mayoría de la recomendaciones de los estudios. Y no sólo eso. Contó una historia mil millones de veces retratada subtitulada (de milagro, porque Gibson quería que fuera sin subtítulos) y aún así arrasó en las taquillas de todo el mundo. Hasta aquí, la verdad es que muy bien hecho señor Gibson, nadie lo hubiera dicho. Ahora bien...
Que una película como "La pasión", que podríamos definir como el subrayado sobre el subrayado, un subrayado superlativo, donde no existe un atisbo de respeto hacia el público, en tanto no se le deja reflexionar lo que está viendo asaltado por durísimas escenas de violencia y un reguero de sangre que casi le salpica y que bloquea cualquier capacidad de valoración, de crítica, me parece decir demasiado sobre esta película. Un amigo mío, un tipo listísimo además, y honesta y sinceramente católico, me decía que "La pasión" era una de las lecturas más acertadas que se habían dado de las Sagradas Escrituras. Este amigo mío que el sabe quien es, argumentaba sus respuestas con, ciertamente, interesantes vínculos que a su juicio existían entre "La pasión" y lejanas y arcaicas interpretaciones de los Evangelios. Y yo le respondía algo así como, "vale, eso está muy bien, pero la película es muy mala porque cinematográficamente hablando, no es una obra honesta".
Y no es honesta porque su único recurso es la violencia. Pero la violencia a ralenti, con detallados planos de las heridas supurando sangre, con un incómodo gusto por el dolor y el detalle de la carne desprendiéndose y las venas vaciándose de sangre. Este amigo mío, me decía también que además, la película era muy fiel al Nuevo Testamento, dado que por ejemplo, Cristo se caía de camino al Calvario tantas veces como exactamente describía la Biblia. Y eso, creo poder recordar, que puedo asegurar que no es así. Cristo en "La pasión", no sólo se cae más veces de las autorizadas por la Iglesia, sino que además, cuando se cae lo hace a cámara lenta, fijándose la cámara de Gibson en como su rostro golpea el polvoriento suelo e incluso, como la cruz le cae en la cabeza, para rematarlo.
Mi gran oposición a esta película viene del hecho de que el truco, creo yo de Gibson, fue el de envolver una película con apariencia de film de arte y ensayo, con los mismos trucos de un blockbuster al uso. La acción de cualquier película de Jerry Bruckheimer es aquí sustituida por la violencia, pero ésta es retratada con tanto, tanto, tanto efectismo que poco importa que estemos ante un coche que vuela en una persecución que ante una sesión de latigazos. Por tener, "La pasión" tiene hasta un monstruo digital que fue la manera más sutil que ideó Gibson para representar al Diablo. Eso, o un animal descomponiéndose. Si, muy sutil el hombre si, muy sutil...

13 comentarios:

Athena dijo...

Gibson contaba con una historia ya de por sí taquillera. Y que a la gente le gusta sufrir, vamos.

Tigretón dijo...

Bueno, bueno, bueno, que diría Jesús Puente, ponderemos un poco el tema, pongámoslo en un punto medio (si lo hay).

Efectivamente coincido que es una película no apta para corazones sensibles, ni para vistas igualmente sensibles. También estoy de acuerdo en que en algunos puntos tal vez no se sigan los pasajes evangélicos (el que mencionas de las caídas de Jesús camino del Calvario, o el picotazo del cuervo en el ojo al mal ladrón, Gestas, bastante desagradable, tanto como la muerte de Judas, que no bastaba con que se ahorcase sino que tenía que ser acosado por una pandilla de niños, como de los "malditos" pero sin ser albinos, junto al animalito en descomposición)

En su día oí a un teólogo decir que sí que era muy similar a lo que dicen los Evangelios, pero que algunas partes, como la referente a lo de "el velo del Templo se rasgó de parte a parte", a la muerte de Jesús, es una forma literaria de decir que Jesús había ido con el Padre, puesto que el velo separaba el Sancta Sanctorum del resto del Templo , y era una zona donde sólo entraba el Sumo Sacerdote una vez al año para entrar en contacto con Dios...

Cierto es que a la película se le hizo una campaña feroz (no sé si incluso le dio publicidad) por parte de algunos medios, especialmente progresistas y laicos, que sin embargo no se "rasgan las vestiduras" (ya que hablamos de Biblia) cuando aparece una tipa vestida con ropa deportiva amarilla con ribetes negros, armada con una katana arreando mandobles, o cuando en un Telediario ponen algunas imágenes...

Ví la película en el Cine el viernes de su estreno (reconozco que algunas escenas me emocionaron por el sentido que tienen, otras no me gustaron nada, y hay algunas "licencias" del autor, como se suele decir), y efectivamente hay algunos trozos muy fuertes, las citadas de la muerte de Judas y el picotazo a Gestas, pero sobre todo me pareció muy duro el momento de la flagelación, de especial crueldad y sadismo, mucho más que la crucifixión en sí (que para mí es uno de los momentos de la película, cuando en un "flashback" aparece Jesús en la Última Cena, y diciendo aquéllo de "No hay amor más grande que el del que da la vida por sus amigos".

Y cierto que esta historia se ha contado cinematográficamente muchas veces, pero ninguna se ha recogido casi literalmente lo que dicen los Evangelios, en ese sentido la película de Gibson es la más fiel al relato biblíco (hasta el punto de que algún grupo de judíos ortodoxos solicitó la retirada de la parte en que los Sumos Sacerdotes -en la Biblia es el pueblo- dicen a Pilato: "¡Caiga Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos !" . Se optó por dejar la escena y no subtitular esa frase, pero se sobreentiende cuál es, yo aunque no ando muy allá de hebreo ni de arameo la reconocí perfectamente... ;-)
Literales son, por ejemplo, el diálogo entre Pilato y Jesús, y el silencio del nazareno ante la pregunta del romano: "¿Qué es la verdad?" (Quid is veritas?)

No quisiera dejar sin comentar algo acerca de la María Magdalena de esta película: ¡Qué mujer tan hermosa es Monica Bellucci!, hasta polvorienta y casi sin maquillar está guapísima...(tropiezo biblíco de Gibson en entender que la Magdalena y la mujer adúltera son la misma persona)

Wunderkammer dijo...

Me gustó... pero como digo en mi blog siguiéndote a ti, prefiero el Jesús de Nazareth de Zeffirelli.

El chache dijo...

La pasion consiguio una de las cosas mas increibles que he visto en mi vida, y es que una persona atea hasta rabiar como soy yo sintiera curiosidad por un tema religioso.
Me encanta esta pelicula, y todos y cada uno de los planos de la misma me parece una obra maestra.
Pero para gustos los colores.
Un saludete

Major Reisman dijo...

Buenas

A mi ni me pasó que la vi por la curiosidad que despertó en mi el que una película fuera literalmente despellejada y fustigada por la crítica y sin embargo fuera un éxito de público.

Debo reconocer que me gustó porque no me aburrió. Y coincido con Tigretón. A mi "Kill Bill" si que me parece una tomadura de pelo llena de violencia gratuita y que no tiene nada que enseñar en cuanto a valores cinematográficos (montaje, iluminación, guión, personajes,...). Esta al menos tiene en su haber que es una historia mil veces representada en la pantalla y que sin embargo te cuenta algo distinto que no aparece en las otras. Es cierto que es bastante más realista que las anteriores ("La última tentación de Cristo" también tenía algo de sangrienta). Pero me niego a calificarlo de gore porque es algo que está descrito en un texto. Veamos, en "Espartaco" también se crucifica a los prisioneros y a aquellos no se les remató sino que se les dejó morir en la cruz. Y eso era una muerte realmente terrible y lenta. Kubrick sólo muestra la agonía de uno de esos 6.000 prisioneros y lo hace de una forma muy delicada con Verinia y su hijo a su pies diciéndole, ya puedes morir amor. Muy bonito y artístico, pero también muy aséptico. Aunque no debemos olvidar que Kubrick intentó ser realista mostrando amputaciones en la batalla final, pero dichas escenas fueron censuradas y no recuperadas hasta los años 90.

Ojo, que la apuesta de Gibson por mostrar la antigüedad en su más cruda y sucia realidad ha creado escuela. Desde "Braveheart" se han acabado los decorados de cartón-piedra y las muertes limpias a espada. Sólo hay que ver la exitosa serie "Roma" para darse cuenta de ello.

Un saludo

Tomás Serrano dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Ramón. Es reiterativa hasta hacerse insoportable. Y a pesar de todo lo explícita que es esta película, a mí me impresionó más la crucifixión de la de Scorsese...

Antonio Rentero dijo...

"gente" me dice que escriba el sistema este de seguridad ;-)

En fin, yo estoy con Reisman, por meritos cinematograficos cosas como "Kill Bill" se merecerian embreamiento y emplumamiento (como minimo) para cualquier que haya intervenido en su perpetracion, y ya si hablamos de la gratuita, excesiva y caricaturesca violencia para de contar.

Gibson tenia de su parte una historia sino buena o solida, al menos coherente, conocida y efectiva, abundante documentacion sobre la naturaleza de la accion a desarrollar y ademas se le ocurrio rodarlo en una epoca en la que ya no se asusta uno de ver sangre.

Ya que sale Monica Belluci, hablemos de "Irreversible". Ramon, si no recuerdo mal la vimos en uno de nuestros maratones, y era absolutamente insoportable el visionado por la dureza y crudeza del mismo. El plano-secuencia de la violacion era enfermante, pero el de la paliza al principio, con destrozo facial a base de golpe de extintor era de salir corriendo (y aqui algunos tenemos ya el estomago a prueba de bombas).

Y fijate que nos estaba narrando algo totalmente inventado, por muy verosimil que sea.

Dejando a parte que se crea o no en la existencia de Jesus y en los detalles de su Pasion, la reconstruccion de la misma, obedeciendo a canones puramente literarios, es poco imaginativa, digamos que se ciñe bastante a lo expuesto en los Evangelios y a lo documentado (en cuanto a metodos de tortura o castigo) por los historiadores.

Es evidente que Gibson se recrea en el dolor, se regodea incluso (ya en "Bravehaert" con el destripamiento de Wallace se le ve el plumero en sus gustos) pero es que en este caso, como en muchos otros, la forma debe constituir una cierta parte del mensaje.

Si dices "padecio y fue sepultado en tiempo de Poncio Pilatos" mira el dato que has dado sobre Jesus... si explicas en que consistio ese suplicio ayudas a reforzar el trasfondo de la naturaleza de ese sacrificio.

Si vemos la cara de Wiliam Wallace mientras lo destripan por defender la libertad de su pueblo ¿pq no mostrar el dolor y el sufrimiento fisico de alguien que murio por el alma de otros?

¿Exagerado, obsceno? Pues pudiera serlo para algunos. Para otros basta la explicacion de los "Medical Consultant", como el que llevaba el propio Tarantino en "Reservoir dogs" y que le indicaba la cantidad de sangre que debia salir del estomago del personaje de Tim Roth para que su hemorragia fuese veridica: "si le sale mas sangre se moriria en 15 minutos, debe tener la cara mas palida, la sangre debe ser mas oscura" etc.

En ese caso era necesario que el personaje durase vivo hasta el final pero ademas que la herida fuese tan grave que no quedasen dudas sobre sus escasa posibilidades de supervivencia. Y todo obedecia a una trama que se habian inventado en un par de tardes.

La peli de Gibson no engaña desde el titulo, querido Ramon, recuerda, HONESTIDAD, como en "Transporter".

Se llama "LA PASION"... ¿que esperaba usted encontrar?

Creo finalmente (para acabar ya con el rollo) que en España, y mas concretamente en Murcia, es donde menos polemica se debia haber desatado (que mania, la polemica, siempre desatandose, parece Houdini).

¿Pq?

Sencillo... todos los años sacamos a pasear por la calle figuras de madera policromada de un señor con pelo largo y barba clavado en una cruz, con heridas sangrantes, rostro doliente, con gente malencarada azotandole o clavandole una lanza en el costado, vemos sus llagas, sus carnes abiertas, su frente clavada de espinas y sus manos y pies atravesados con clavos de palmo chorreando sangre.

¿Nosotros nos asustamos de esta peli?

Eso un tio de Arizona que no ha visto jamas un paso de Salzillo, todavia, pero ¿nosotros?

Pero si el museo de los "coloraos" se llama Museo de la SANGRE!!! ;-)

Ramón Monedero dijo...

Bueno, ante todo, gracias por vuestros comentarios...
Yo en realidad, comparto mucho de lo que habeís erxpuesto aquí, no he dicho en ningún momento que "La pasión" sea un film equiparable esa tonteria titulada "Kill Bill", no he dicho que su realismo sea de cartón piedra, ni si quiera he denostado esa intención, por otro lado, muy loable, lo único que digo es que la violencia, no, el gusto por la violencia, el penetrar en ella, en explotarla hasta convertirla en un espectáculo, porque es así, es lo reprobable. A mi me parece muy bien que William Wallace vaya cortando cabezas, aquellas batallas eran así y además en "Braveheart", siendo muy violenta, Gibson no se recreaba en la sangre como en "La pasión". Y además, y ESTO ES LO MÁS IMPORTANTE, la violencia en la pasión termina por ejercer en el espectador el mismo efecto que un asombroso efecto especial, impacta, anula el espíritu crítico del espectador, se lo lleva a su terreno y lo vacía de cualquier reflexión. Esto es lo que yo critico. No digo que a quienes os haya gustado no hayais reflexionado, vuestras respuestas aquí certifican que no es así, pero si que creo que en última instancia esa era la meta de Gibson.
Ahora bien, insisto, la película no es despreciable, porque tiene unos valores (la escena de la resurrección en un único plano es genial) y porque con una historia mil veces vistas, arrasó en taquilla y eso hay que aplaudirlo. Ahora el cómo...

Antonio Rentero dijo...

"clerized" me die que ponga el sistema de seguridad... ¿clerizado?

En fin, que tanta y tan explícita violencia quizá llegó en el momento en que nuestras pantallas eran capaces de mostrarla, muchos espectadores ya curtidos en décadas de sangre y amputaciones capaces de soportarlo... y además, nadie lo había contado aún así.

Ramón Monedero dijo...

Si eso yo no lo discuto, pero ¿es una obra maestra po eso? hombre.., que la peli tiene truco...!!

Antonio Rentero dijo...

"rentint" me dice el sistema de segurdad que escriba... joder, me ha descubierto!!!

¿Que la peli tiene truco? Dime una que no lo tenga y yo te despertaré de tu inocente sueño ;-)

Ramón Monedero dijo...

A ver... que no juego limpio, porque atolondra tanta sangre sepultando su propía lógica, su razón de ser, ¿la sangre?, pues vaya... Qué no se había hecho antes, pues si, pero... pues vaya...

Durandarte dijo...

Mel Gibson nunca ha sido un prodigio de sutileza, pero La Pasión me parece una obra mayor.
Desde un capitel románico a cualquier música religiosa, desde la vidriera de la catedral a un cuadro , la misión
del que narra los Evangelios es, primero, impactar para captar la atención y predisponer los sentidos para lo que se anuncia.
Cuando se ve La Crucifixión, de Grúnewald, contemplamos un cuerpo torturado, con miembros dislocados y rotos,
casi grotesco, porque hay un mensaje directo que se nos intenta transmitir: el de una tortura. Toda elipsis
falsea el elemento esencial de la Pasión; y nadie mejor que este director, poco dado a delicadezas, pero poseedor
de una fuerza visual enorme, para realizar este proyecto. Incluso el abuso en la película de recursos cinematográficos nada realistas
rema en la misma dirección, creo que acertadísima, de la narración de una historia violenta.

Saludos

P.