Pues ya lo he hecho, ¡y de qué manera! Ayer, a eso de las doce del mediodía me llaman y me dicen, ¿puedes dar tu clase de montaje hoy en vez de mañana como estaba previsto? Yo, trago saliva y como no se decir que no, pues digo que si. De modo que así me veis a mí tratando de hacerme con todo el material que había preparado y que ayer por la mañana tenía desperdigado por una serie de razones. ¿Solución? Un disco duro extraíble con varios vídeos y un pen-drive con otros tanto y el resto, Youtube. Es increíble en el portal de Internet está casi todo, escenas antológicas de cine clásico, moderno, de todo..., increíble.
Algún teórico francés, no se si fue André Bazin, dijo eso de el cine es el montaje y dado que una facultad de audiovisual, al menos en la mía, eso de historia del cine, se da pero no se da, disperso en varias asignaturas y en distintos años de la carrera (a mi no me quedó clara la cuestión hasta que no me leí por mi cuenta y riesgo una Historia del Cine), me pareció lo más lógico ofrecer una visión general de la historia del cine, una historia, que viene marcada por el montaje.
Me fui muy atrás la verdad. Empecé con los Lumiere, les puso desde "La llegada del tren a la estación de Paris" hasta "El gran robo al tren" de Edwin S. Porter. Cuando estaba en todo lo mío me di cuenta que en mi mente tenía un modelo, que sin darme cuenta, estaba emulando a una persona, a un antiguo profesor que tuve en la Universidad al que debo muchas cosas, a Marcelo (este es su interesantísimo blog), algunas expresiones, incluso algunos gestos... lo tenía grabado en la memoria después de años sin que me haya dado una clase. Con Marcelo, la verdad es que no es para menos...
Algún teórico francés, no se si fue André Bazin, dijo eso de el cine es el montaje y dado que una facultad de audiovisual, al menos en la mía, eso de historia del cine, se da pero no se da, disperso en varias asignaturas y en distintos años de la carrera (a mi no me quedó clara la cuestión hasta que no me leí por mi cuenta y riesgo una Historia del Cine), me pareció lo más lógico ofrecer una visión general de la historia del cine, una historia, que viene marcada por el montaje.
Me fui muy atrás la verdad. Empecé con los Lumiere, les puso desde "La llegada del tren a la estación de Paris" hasta "El gran robo al tren" de Edwin S. Porter. Cuando estaba en todo lo mío me di cuenta que en mi mente tenía un modelo, que sin darme cuenta, estaba emulando a una persona, a un antiguo profesor que tuve en la Universidad al que debo muchas cosas, a Marcelo (este es su interesantísimo blog), algunas expresiones, incluso algunos gestos... lo tenía grabado en la memoria después de años sin que me haya dado una clase. Con Marcelo, la verdad es que no es para menos...
Fue una experiencia maravillosa, me vi completamente suelto, y sobre todo, capaz. Tuve las salidas suficientes a todas las cuestiones que me plantearon y casi, casi, no me quedé en blanco casi nunca... (por lo visto parece inevtiable que en cinco horas uno, antes o después, se quede en blanco unos segundos...) Yo soy de los que le cuesta tirarse flores, pero la verdad, es que el asunto fue fluido y relajado. De Porter salté a los rusos, les puse la mítica escena de "El acorazado Potemkin" y le explique el conocido efecto Kulechov, en este punto concreto, les puse un vídeo bastante gamberro pero muy ilustrativo de lo en que consiste ese experimento. De Rusia regresé a Hollywood y expuse las líneas maestras del clasicismo americano con el clásico entre los clásicos, Howard Hawks. Me detuve en Hitchcock soltando algunas anécdotas bastante golosas, proyectando -no podía se de otro modo- la famosa escena de la ducha de "Psicosis" e incluso, poniendo una pequeña clase de montaje del propio Hitchcock que se puede encontrar en Youtube sin demasiado esfuerzo. Dando un pequeño salto me pase a las vanguardias, con la Nouvelle Vauge y un fragmento de "Alphaville" de Godard, para rápidamente regresar a Estados Unidos y rescatara a la denominada "generación de la televisión" (Frankenheimer, Penn, Kramer, Yates...), para ilustrar el momento, proyecté la que está considerada la mejor persecución de coches de la historia (¿?), "Bullit" de Yates. Y de ahí, volvimos a los orígenes clásicos con el "Nuevo Hollywood" con una formidable escena de "Tiburón".
Ya que estábamos metidos en la historia del cine/montaje, me pareció interesante meterme en camisa de once varas y penetrar en lo desconocido, más allá de donde he podido leer, simple y llanamente, porque está ocurriendo ahora, y hablé de lo que yo llamé "La generación Mtv". Llamé la atención sobre el hecho cierto y demostrado de que los actuales blockbuster hayan sido una creación de Lucas-Spielberg pero también subrayé el hecho de que al contrario que Lucas y Spielberg, esta nueva generación no viene capitaneada por una serie de directores convencidos de que son artistas (aunque al final se hayan convertido en los tiranos de Hollywood que ellos mismos evitaron a toda costa al principio de sus carreras), sino por un productor, Jerry Bruckheimer ("La roca", "Piratas del caribe", "SCI"...), lo que ya denota un sentido bastante más comercial incluso que antes. Recordé que un número importante de directores actuales llegan de la publicidad y que Bruckheimer, a partir de su éxitos, ha codificado el 80 por ciento del cine comercial que nos guste o no, está infectado a toda Europa. Como botón de muestra me pareció interesante proyectar una escena de "La roca". El film es de Michael Bay, el pupilo aventajado de Brukheimer, y además, la escena en cuestión era una persecución de coches por las calles de San Francisco, como en "Bullit". La comparación de ambas escenas, la de "Bullit" todavía fresca, me pareció interesante. Y así parece que fue.
Como guinda, y viendo que me sobraba algo de tiempo hablé de algo de lo que tampoco he leído demasiado aunque parece que siempre está implícito cuando se habla o se lee de cine y lenguaje cinematográfico, sobre lo que podríamos llamar el montaje sin corte. Es decir, la capacidad de algunos cineastas de organizar algunos planos de tal forma que el propio plano en si, ofrezca dentro de si, otros dos planos, gracias fundamentalmente, a un buen empleo de la profundidad de campo. Para la ocasión, puse un fragmento de "Marine la ladrona" impecable (en la imagen).
Casi cinco horas de haber empezado a hablar salí contento. Satisfecho. Acto seguido empezaron a llegarme a la cabeza cosas que podía haber dicho y no dije. ¡Mierda!, pensé. Incluso se me olvidó hablar del plano secuencia, pensaba ponerles o bien el principio de "Sed de mal" o incluso, el primer plano de "Snake Eyes" para demostrarles un poco que triples saltos mortales, todavía hoy día, se siguen haciendo, aunque sean con truco. Pero para entonces, empecé a darme cuenta de que había estado durante esas cinco horas en constante tensión. Mis músculos empezaron a relajarse y de pronto, sentí un cansancio arrebatador. Mi novia y nos amigos me esperaban en un bar. ¡Me tuve que tomar unas cañas! No tengo remedio. Al final, me acosté un poco tarde. Hoy a las 7, estaba en pie. A las 4 tengo que dar otra clase, ésta menos apasionante, sobre televisión. Tiene su punto también, he trabajado en el medio y lo conozco moderadamente bien. Pero no es cine...
Ya que estábamos metidos en la historia del cine/montaje, me pareció interesante meterme en camisa de once varas y penetrar en lo desconocido, más allá de donde he podido leer, simple y llanamente, porque está ocurriendo ahora, y hablé de lo que yo llamé "La generación Mtv". Llamé la atención sobre el hecho cierto y demostrado de que los actuales blockbuster hayan sido una creación de Lucas-Spielberg pero también subrayé el hecho de que al contrario que Lucas y Spielberg, esta nueva generación no viene capitaneada por una serie de directores convencidos de que son artistas (aunque al final se hayan convertido en los tiranos de Hollywood que ellos mismos evitaron a toda costa al principio de sus carreras), sino por un productor, Jerry Bruckheimer ("La roca", "Piratas del caribe", "SCI"...), lo que ya denota un sentido bastante más comercial incluso que antes. Recordé que un número importante de directores actuales llegan de la publicidad y que Bruckheimer, a partir de su éxitos, ha codificado el 80 por ciento del cine comercial que nos guste o no, está infectado a toda Europa. Como botón de muestra me pareció interesante proyectar una escena de "La roca". El film es de Michael Bay, el pupilo aventajado de Brukheimer, y además, la escena en cuestión era una persecución de coches por las calles de San Francisco, como en "Bullit". La comparación de ambas escenas, la de "Bullit" todavía fresca, me pareció interesante. Y así parece que fue.
Como guinda, y viendo que me sobraba algo de tiempo hablé de algo de lo que tampoco he leído demasiado aunque parece que siempre está implícito cuando se habla o se lee de cine y lenguaje cinematográfico, sobre lo que podríamos llamar el montaje sin corte. Es decir, la capacidad de algunos cineastas de organizar algunos planos de tal forma que el propio plano en si, ofrezca dentro de si, otros dos planos, gracias fundamentalmente, a un buen empleo de la profundidad de campo. Para la ocasión, puse un fragmento de "Marine la ladrona" impecable (en la imagen).
Casi cinco horas de haber empezado a hablar salí contento. Satisfecho. Acto seguido empezaron a llegarme a la cabeza cosas que podía haber dicho y no dije. ¡Mierda!, pensé. Incluso se me olvidó hablar del plano secuencia, pensaba ponerles o bien el principio de "Sed de mal" o incluso, el primer plano de "Snake Eyes" para demostrarles un poco que triples saltos mortales, todavía hoy día, se siguen haciendo, aunque sean con truco. Pero para entonces, empecé a darme cuenta de que había estado durante esas cinco horas en constante tensión. Mis músculos empezaron a relajarse y de pronto, sentí un cansancio arrebatador. Mi novia y nos amigos me esperaban en un bar. ¡Me tuve que tomar unas cañas! No tengo remedio. Al final, me acosté un poco tarde. Hoy a las 7, estaba en pie. A las 4 tengo que dar otra clase, ésta menos apasionante, sobre televisión. Tiene su punto también, he trabajado en el medio y lo conozco moderadamente bien. Pero no es cine...
5 comentarios:
Pues me alegra que haya salido tan bien.
Un saludete
Más me alegro yo de verdad... buff! qué tensiones macho!!
Enhorabuena. Y la verdad es que sí, que en Youtube te llama la atención la cantidad de escenas de películas que hay (en versión original, o dobladas al español)
La docencia no sé si sería lo mío (y eso que al terminar la carrera y luego al dejar la oposición, me lo planteé). Por eso te felicito.
¡No salgo en mí de gozo! Me quedo asombrado ante tus comentarios que te agradezco sobremanera. ¡Vaya que si te lo agradezco! Es una auténtica recompensa que un antiguo alumno, ya todo un profe, diga tal cosa de uno.
Además, te doy la enhorabuena con mucha alegría. Cinco horas dan para quedarse en blanco, para que se te ponga la cara amarilla y el cutis verde... en fin, que sólo se pueden dar satisfactoriamente si uno tiene caché de sobra para sacar de dentro. Más todavía si la cosa incluye sorpresas y adelantos.
Joder, Ramón, yo siempre supe que serías un buen profesor, que tu pasión por el cine y la apertura de tu mente y de tu corazón eran extraordinarias.
Confío en que saldrán muchas ocasiones de estas, y que no perderá el mundo tu talento antes de descubrirlo verdaderamente.
Un fortísimo abrazo.
Gracias por tu palabras Marcelo. Cosas así... uno las suele escuchar (ni leer). UN abrazo.
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