Hoy pasan por la tele "Million Dollar Baby" aunque yo recomiendo encarecidamente que quien no la haya visto que se la compre en DVD y las vea antes que someterse a esa tortuosa experiencia que debe ser ver un film como el de Clint Eastwood constantemente interrumpido por los temidos cortes publicitarios y más aún, en la cadena en la que la emiten.
Yo recuerdo cuando fui a ver "Million Dollar Baby". Fui solo, convencido de que iba a ver una buena película de boxeo, la verdad, no esperaba mucho más. Cuando salí del cine, salí trastornado, o mejor, en estado de shock. No me esperaba eso. No me esperaba un film tan bello y a la vez tan amargo. No me esperaba comprender que alguien quisiera morir. No me esperaba una elipsis tan elegante y emocional como aquella que nos muestra a Frankie (Eastwood) saliendo del hospital cuando ya sabemos, ha tomado la decisión de terminar con la vida de Maggie (Hilary Swank). No me esperaba interesarme tanto por los personajes, que me parecieran tan humanos, incluido el personaje de Eddie, interpretado por Morgan Freeman, un buen actor, no digo yo que no, que se ha ganado la fama de actor que interpreta a personajes trascendentes y cada vez que lo veo salir en una película me pongo a temblar.
Yo creía que después de "Toro salvaje" era ridículo hacer un film de boxeo (a mi nunca me dijo nada "Rocky"), porque era imposible superar la película de Martin Scorsese. Pero Eastwood me enseñó que me había equivocado. Porque además, el director de "Poder absoluto" propone una aproximación radicalmente distinta al mundo del boxeo, tanto en su forma como en su contenido. Primero por su propia historia de superación de Maggie, una de las pocas veces que hemos visto a una mujer boxeando en una película. Pero bueno, esto es pura anécdota. Y luego porque la película de Eastwodd está rodada con tanta contención ya la vez elegancia, clasicismo, control de la puesta en escena, del ritmo y del sentido del plano, que nada tiene que ver la truculenta balsa de aceite que es "Million Dollar Baby" con el torbellino de vísceras que es "Toro salvaje". No digo que una cosa sea mejor que la otra, digo que son cosas distintas.
Clint Eastwood, que a lo mejor, como leí hace poco por un blog, puede que esté un pelín sobrevalorado (la verdad es que da la impresión de que todo lo que filma es una obra maestra, aunque sea la fiesta de cumpleaños de sus nietas), pero lo cierto es que ante una película como "Million Dollar Baby" sólo nos resta quitarnos el sombrero. Porque Clint Eastwood consigue algo que no se veía casi, desde el cine clásico, y es construir una abrumadora obra maestra sin que a penas nos demos cuenta de que hay unos actores y un operador de cámara que recibe órdenes de un director filmando lo que estamos viendo. Es decir, Eastwood, como narrador logra desaparecer entregándonos, con gran honestidad, la historia al desnudo. Con lo bueno y con lo malo. "Million Dollar Baby" es un film inmejorable, perfecto del primer al último fotograma, una obra maestra absoluta que en mi opinión, no ha sido superada aún por el propio director. Una obra maestra extraña, diferente, porque insisto, está libre de formalismos y guiños de autor y sólo hay una cámara que filma. Una obra maestra que demuestra que las grandes propuestas del arte (al menos en el cine), no está necesariamente en lo rocambolesco o en lo disparatadamente original, sino en los matices, los que en el fondo, siembran y sostienen el drama. Cine puro, cine del bueno, cine que como los buenos vinos, ganan con el tiempo. Para mi, ya, todo un clásico.
Yo recuerdo cuando fui a ver "Million Dollar Baby". Fui solo, convencido de que iba a ver una buena película de boxeo, la verdad, no esperaba mucho más. Cuando salí del cine, salí trastornado, o mejor, en estado de shock. No me esperaba eso. No me esperaba un film tan bello y a la vez tan amargo. No me esperaba comprender que alguien quisiera morir. No me esperaba una elipsis tan elegante y emocional como aquella que nos muestra a Frankie (Eastwood) saliendo del hospital cuando ya sabemos, ha tomado la decisión de terminar con la vida de Maggie (Hilary Swank). No me esperaba interesarme tanto por los personajes, que me parecieran tan humanos, incluido el personaje de Eddie, interpretado por Morgan Freeman, un buen actor, no digo yo que no, que se ha ganado la fama de actor que interpreta a personajes trascendentes y cada vez que lo veo salir en una película me pongo a temblar.
Yo creía que después de "Toro salvaje" era ridículo hacer un film de boxeo (a mi nunca me dijo nada "Rocky"), porque era imposible superar la película de Martin Scorsese. Pero Eastwood me enseñó que me había equivocado. Porque además, el director de "Poder absoluto" propone una aproximación radicalmente distinta al mundo del boxeo, tanto en su forma como en su contenido. Primero por su propia historia de superación de Maggie, una de las pocas veces que hemos visto a una mujer boxeando en una película. Pero bueno, esto es pura anécdota. Y luego porque la película de Eastwodd está rodada con tanta contención ya la vez elegancia, clasicismo, control de la puesta en escena, del ritmo y del sentido del plano, que nada tiene que ver la truculenta balsa de aceite que es "Million Dollar Baby" con el torbellino de vísceras que es "Toro salvaje". No digo que una cosa sea mejor que la otra, digo que son cosas distintas.
Clint Eastwood, que a lo mejor, como leí hace poco por un blog, puede que esté un pelín sobrevalorado (la verdad es que da la impresión de que todo lo que filma es una obra maestra, aunque sea la fiesta de cumpleaños de sus nietas), pero lo cierto es que ante una película como "Million Dollar Baby" sólo nos resta quitarnos el sombrero. Porque Clint Eastwood consigue algo que no se veía casi, desde el cine clásico, y es construir una abrumadora obra maestra sin que a penas nos demos cuenta de que hay unos actores y un operador de cámara que recibe órdenes de un director filmando lo que estamos viendo. Es decir, Eastwood, como narrador logra desaparecer entregándonos, con gran honestidad, la historia al desnudo. Con lo bueno y con lo malo. "Million Dollar Baby" es un film inmejorable, perfecto del primer al último fotograma, una obra maestra absoluta que en mi opinión, no ha sido superada aún por el propio director. Una obra maestra extraña, diferente, porque insisto, está libre de formalismos y guiños de autor y sólo hay una cámara que filma. Una obra maestra que demuestra que las grandes propuestas del arte (al menos en el cine), no está necesariamente en lo rocambolesco o en lo disparatadamente original, sino en los matices, los que en el fondo, siembran y sostienen el drama. Cine puro, cine del bueno, cine que como los buenos vinos, ganan con el tiempo. Para mi, ya, todo un clásico.
12 comentarios:
"Toro Salvaje" y "Million Dollar Baby". Si de cine de boxeo se trata, éstas son las películas. Las lágrimas, el sudor y la sangre te salpican en la cara, y, lo mejor de todo, es que lo agradeces enormemente.
Puede que no sean obras maestras, pero se acercan tanto...
P.D. No puedo dejar de pensar en la burla que hacen en "Scary Movie" de la escena del taburete...xD
Buenos, a los de "Scary Movie" habría que, o bien desterrarlo del planeta o bien condenarlos a estas marcados como profanadores de la cultura como un delito contra el honor de la humanidad.
De todos modos, para mi, lo cierto es que, cada una a su modo, "Toro salvaje" y "Million Dollar Baby" son dos obras maestras.
Saludillos.
xD
Qué bueno lo de "Scary Movie". A mí me encanta hablar con gente sobre este tipo de productos porque muchos te dicen: "¿Cómo puede la gente ver esas basuras?!!" y luego empiezan a enumerarte todas las burradas que aparecen en ellas. De hecho, te están diciendo que no hacen gracia y se están descojonando.
Un saludo!
Algo similar ocurre con el porno, ¿no crees?
-Sí, alguna película porno he visto, pero no serán más de cinco.
-¡Ah!, creía que veías porno con frecuencia.
-No, qué va. Sólo he visto todas las de Gianna Michaels, Julia Bond, Aurora Snow y Monica Sweetheart. Bueno, y medio catálogo de Private.
...
Tengo que decirte una cosa, yo he visto todas y cada una de las secuelas de Scary Movie por mil raazones distintas (cuando las cogió David Zucker el asunto mejoró un pelín en Scary Movie 3, aunque la cuatro es otro pastelazo de cuidad) y precisamente por esto me creo con total legimtidad para ponerlas a parir a la primera oportunidad.
En cuanto al porno, el caso es que pensé scribir una entrada sobre ese tema. A mi personalmente el cine x me parece muy saludable consumido con moderación, pero si se te ocurre comentar algo así en una conversación te ganas la etiqueta de "pajillero" o similar. Yo, sinceramente, creo que es un estímulo fantástico para potenciar las fantasias sexuales, que todo el mundo dice y admite, son de lo más recomedables tanto, que es conveniente incluso, que nunca desaparezcan.
El tema de hecho, me interesa precisamente por lo de que tabú tiene y por cómo te pueden mirar si sabes quien es Silvia Saint o Tanya Russof. Tal es así, que no hace mucho publicó Anagrama, como es sabido, una editorial de primera, un libro titulada "la ceremonia del porno", le eché un vistazo, tenía buena pinta, quizá me lo compré. Leí unas pa´ginas y apùntaba cosas interesantes.
Pero es lo que he dicho al principio, me parece muy mal criticar sin ver. Yo crítico la prensa rosa porque ocasionalmente la veo (en contra de mi voluntad, es cierto, pero la veo), crítico "Skary Movie" porque las he visto todas y crítico el cine x porque también lo he visto. En este sentido, sería muy valioso recuperar cintas como "garganta profunda" o "Tras la puerta verde" para comprobar hasta que punto el cine x se ha plastificado, convirtiéndose en algo mucho más extremo, más idílico, o más crudo.
Como siempre, dando en el clavo ;)
Una pelicula que es que no sea genial, es que es casi perfecta.
Un saludete
Graccie...
Hombre Chache! casi nos tropezamos en el blog...jeje
Una película imprescindible, a mi Scary Movie tampoco me apasiona y eso que las he visto todas.
Pues Miguel, como yo, bastante hemos hecho ya viendo todas las secuelas de Scary Movie
Has dado en el clavo, posiblemente la gran virtud de Eastwood sea la de "desaparecer" y dejar que el protagonista sea la historia y la voz la lleven los actores (vaya, él mismo es uno de ellos).
Yo no creo que se e haya sobrevalorado, al contrario, creo que es justo referirse a él como un Maestro, al demostrar que sigue vigente el clasicismo, la elegancia y la sobriedad para hacer cine del bueno, del GRANDE.
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